Creo que mi niño interior, definitivamente, se va a negar a morir hasta el último día de mi vida.
Yo río, me disfruto y trato de alegrarle la vida a la gente que me rodea.
Y una de las situaciones con las que me gusta hacer reír a las personas es riéndome de mis propios errores al reconocerlos; eso transmite energía positiva, genera reducción del estrés y de la tensión emocional, a mí mismo y al entorno.
Esta mañana tuve la oportunidad de evitar un enfrentamiento entre dos personas gracias a un error que cometí, sorpresivamente, y me reí de eso, lo que relajó la mala situación que se vivía.
¿Has pensado cuánto beneficio trae reírse de uno mismo?
El buen humor, ante todo
Hemos tratado temas difíciles, como normalizar situaciones que nos dañan y el comenzar a autoengañarnos para hacer que las mentiras nos las terminemos creyendo.
Son temas que nos ponen a reflexionar, pero son temas serios que no nos permiten reírnos y, dadas las circunstancias globales que vivimos últimamente, el humor se ha colocado frente a mí como un tema del que me gustaría hablar y generar reflexión.
Es que el humor es, indiscutiblemente, una experiencia espectacular, que nos permite relajarnos y nos conecta con los demás.
La risa es contagiosa, el reírnos de algo que la gente no le ha visto su lado gracioso, hace que mejore el estado de ánimo general y que la comunicación se relaje.
Y si comencé hablando que mi niño interior no va a morir jamás, es porque es cierto, pero para poder tener un niño interior que se ría de sí mismo, uno debe quererse mucho, aceptarse y entenderse cómo es.
Esto facilita ver las situaciones de la vida, no con menos seriedad, sino con posibilidad de solución, porque el humor alivia el estrés, la ansiedad y mejora tu estado de ánimo, lo que hace que se favorezca la solución de los problemas.
¿Pero, reírse de uno mismo?
Por experiencia he aprendido que muchas veces el reírme de mis errores o de situaciones de aprendizaje, me ha ayudado a conectar con los demás.
No puede ser que siempre estemos enfadados por las cosas que salen mal, cuando somos como niños conociendo la vida, incluso, a los 80 años.
Siempre tenemos algo que aprender, por lo tanto, siempre vamos a cometer errores; y es preferible, en vez de señalarnos, juzgarnos y castigarnos, que nos riamos de nosotros mismos y que nos veamos como eso, como un niño que aprende.
Conozco muchas personas que, en medio de la adversidad, siempre dicen un chiste.
Y no lo digo porque vengo de la zona del Zulia en Venezuela, donde la gente es tan chistosa, sino porque es una virtud, a mi modo de ver, el tomarse la vida con humor, incluso en las situaciones más difíciles.
Debes quererte, tienes que aprender a dejar de juzgarte en forma dura y entender que siempre vamos a tener un niño interior descubriendo la vida, a pesar de que seamos adultos mayores.
Cuando un ser humano dice no puedo, también cerca existe la posibilidad de que se diga:
“Sí, es posible hacerlo, pero el asunto es que eres un poquito cobardón y tú puedes lograrlo.”
Los problemas dejan de tener poder sobre ti...
Estudiando temas sobre la feminidad para un artículo que estoy preparando, encontré una publicación de Laura Sánchez, una filóloga que escribe en diariofemenino.com; y ella nos decía que existen mil motivos para reírnos.
Que es importante que la mujer, que está tan llena de responsabilidades, aprenda a reírse de sí misma, que haga bromas frente al espejo, que deseche los supuestos defectos que tiene y que la publicidad nos dice que tenemos, y que aprenda a reírse de ellos.
Reírnos de nuestros propios defectos no sucede sin mejorar la autoestima, pero los problemas dejan de tener poder sobre ti.
Cuando te ríes de las situaciones:
“¡Bueno, esto solamente le pasa al Pato Lucas y a mí!”
Estás dejando a un lado el poder destructivo del problema y puedes, aprovechando la situación de humor, enfocarte en resolverlo.
También, las críticas negativas, al aprender a reírnos de nosotros mismos, dejan de dañar tanto, lo cual es necesario en este mundo de redes sociales.
Ríete de ti, del mundo, de todo… Porque todo tiene solución
Esta es mi corta reflexión de hoy, que aprendamos a reírnos de nosotros mismos, que le demos vitalidad y energía a ese niño interior que todos llevamos dentro a cualquier edad.
Que entendamos que el humor es positivo para la salud, que nos beneficia, nos relaja y nos permite tener atención y concentración mejoradas.
Que la sonrisa ayuda a conectar con el entorno y mejora las interrelaciones sociales.
Que el humor ayuda a perder ese miedo a no encajar, a no ser tomados en cuenta.
Cuando nos sentimos bien, valoramos estar con nosotros mismos, la gente que está a nuestro alrededor se siente cómoda y hace cómodo al ambiente.
Y, por último, entendamos que, si aprendemos que todos cometemos errores, y que, como ese niño interior, todos estamos en aprendizaje, siempre nos vamos a poder reír de nosotros mismos y de la vida.
Laugh at yourself, increase the possibility of being happy and make everything possible -Reflections-
I think my inner child will definitely refuse to die until the last day of my life.
I laugh, I enjoy myself and I try to brighten up the lives of the people around me.
And one of the situations with which I like to make people laugh is by laughing at my own mistakes by recognizing them; that transmits positive energy, generates reduction of stress and emotional tension, to myself and to the environment.
This morning I had the opportunity to avoid a confrontation between two people thanks to a mistake I made, surprisingly, and I laughed about it, which relaxed the bad situation.
Have you ever thought how much benefit it brings to laugh at oneself?
Good humor, first and foremost
We have dealt with difficult topics, such as normalizing situations that harm us and beginning to deceive ourselves so that we end up believing lies.
These are topics that make us reflect, but they are serious topics that do not allow us to laugh and, given the global circumstances we live in lately, humor has been placed in front of me as a topic I would like to talk about and generate reflection.
The fact is that humor is, indisputably, a spectacular experience, which allows us to relax and connects us with others.
Laughter is contagious, laughing at something that people have not seen the funny side of, improves the general mood and relaxes communication.
And if I began by saying that my inner child will never die, it is because it is true, but in order to have an inner child who laughs at himself, one must love himself a lot, accept himself and understand himself as he is.
This makes it easier to see life situations, not with less seriousness, but with the possibility of a solution, because humor relieves stress, anxiety and improves your mood, which favors the solution of problems.
But laughing at yourself?
From experience I have learned that many times laughing at my mistakes or learning situations has helped me connect with others.
It can't be that we are always angry about things that go wrong, when we are like children learning about life, even at 80 years old.
We always have something to learn, therefore, we are always going to make mistakes; and it is preferable, instead of pointing fingers, judging and punishing ourselves, that we laugh at ourselves and see ourselves as just that, as a child learning.
I know many people who, in the midst of adversity, always tell a joke.
And I don't say that because I come from the Zulia area in Venezuela, where people are so funny, but because it is a virtue, in my opinion, to take life with humor, even in the most difficult situations.
You have to love yourself, you have to learn to stop judging yourself harshly and understand that we will always have an inner child discovering life, even though we are older adults.
When a human being says I can't, there is also close by the possibility of being told:
"Yes, it is possible to do it, but the thing is that you are a little bit of a coward and you can make it."
Problems stop having power over you...
Studying topics about femininity for an article I am preparing, I found a publication by Laura Sanchez, a philologist who writes for diariofemenino.com; and she told us that there are a thousand reasons to laugh.
That it is important for women, who are so full of responsibilities, to learn to laugh at themselves, to make jokes in front of the mirror, to discard the supposed defects that they have and that advertising tells us we have, and to learn to laugh at them.
Laughing at our own flaws doesn't happen without improving self-esteem, but problems cease to have power over you.
When you laugh at situations:
"Well, this only happens to Daffy Duck and me!"
You are letting go of the destructive power of the problem and can, by taking advantage of the humorous situation, focus on solving it.
Also, negative criticism, by learning to laugh at ourselves, stops hurting so much, which is necessary in this social media world.
Laugh at yourself, at the world, at everything... Because everything has a solution
This is my short reflection today, that we learn to laugh at ourselves, that we give vitality and energy to that inner child that we all carry inside us at any age.
That we understand that humor is good for our health, that it benefits us, relaxes us and allows us to have better attention and concentration.
That smiling helps to connect with the environment and improves social relationships.
That humor helps us to lose the fear of not fitting in, of not being taken into account.
When we feel good, we value being with ourselves, the people around us feel comfortable and make the environment comfortable.
And finally, let us understand that, if we learn that we all make mistakes, and that, like that inner child, we are all learning, we will always be able to laugh at ourselves and at life.
Emilio Ríos – Venezuela
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