Saludos, amigos de Hive. Al leer las reflexiones que con el título de “El valor de la malicia o la creencia en el bien”, nuestra amiga @charjaim me condujo a reflexionar sobre una problemática que se nos presenta cuando conocemos a alguien, pues resulta que en ocasiones asumimos posiciones pre juiciosas.
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Muchas veces en esa primera impresión nos centramos en aspectos que no son esenciales e infectados por los prejuicios ponemos nuestra atención en cosas tan banales como vestuario, pelado, procedencia, etc, y lo que resulta peor aún, por opiniones de otras personas.
Quienes hemos ejercido la docencia habrán notado cómo hay profesores que han estigmatizado a algunos estudiantes, incluso a grupos de estudiantes, tildándolos de malos e incluso han tratado por todos los medios de influir en el colectivo para que asuman esa misma posición, lo cual resulta un gravísimo error, y no voy a profundizar en el por qué, pues sería tema para todo un post.
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Al respecto tuve muchas experiencias y tanto estudiantes como grupos en pleno que han sido víctimas de este tipo de actuación, logré con ellos maravillosos resultados, a tal extremo que después de muchos años cuando se encuentran conmigo me siguen llamando profesor y muestran un gran respeto y cariño.
Considero que en nuestro actuar con los demás debemos estar conscientes de que la sociedad es heterogénea, y aunque nuestro mayor deseo consista en que todo el mundo sea bueno, la realidad nos demuestra que existen comportamientos inadecuados de diferentes índoles. Tampoco podemos pretender que las personas actúen de acuerdo con nuestros criterios.
Es necesario aceptar a cada quien como es, sería ingenuo pretender que las personas sean perfectas, ¿Quién lo es? Todos cometemos errores, y en determinados momentos tenemos actuaciones que nosotros mismos nos reprochamos; lo cual tiene su parte positiva, porque nos sirve de aprendizaje para no volver a incurrir en lo mismo.
Son los prejuicios sociales
Una predicción injusta,
Por algo que no nos gusta
Y sus fuegos son letales.
Sus efectos son fatales
En clima superficial,
Si tildamos de anormal
Por vestuario o por pelado,
Dejando muy mal parado
Lo valioso de un panal.
Cuántas veces conocemos a personas que de entrada nos provocan una mala impresión por algunos motivos. La primera reacción que tenemos es apartarnos de ellas lo más posible, pero por razones de la vida no nos queda otra alternativa que volver a ellas, y es cuando nos percatamos de que habíamos sido totalmente injustos, al considerar lo valioso que permanecía oculto tras la cortina de nuestras concepciones erradas.
También sucede que en ocasiones ante actos de buena voluntad tendemos a desconfiar, pensando muchas veces que lo hacen con algún interés específico, obviando la existencia de muchas personas buenas. El ejemplo que puso nuestra amiga @charjaim me hizo recordar un incidente en la década de los ochenta, me encontraba en un curso en La Habana y fui con un amigo al Circo Nacional de Cuba, al terminar, en el parqueo un hombre trataba de empujar su auto para arrancarlo, le ayudamos y cuando lo logró dio la vuelta y nos insistió para que montáramos, al hacerlo nos preguntó amablemente hacia donde nos llevaba (La Habana es inmensa), por suerte la escuela quedaba solo a unos quilómetros. En ambos casos actuamos desinteresadamente, en su caso mostró un gran agradecimiento.
En fin considero que no debemos ser víctimas de prejuicios ni de la malicia; si en algún caso no nos salen las cosas como pretendemos, que no sea por nuestra culpa; por tanto nuestra tranquilidad espiritual se mantiene intacta.
Muchas gracias por leer. Quedaré muy agradecido con sus comentarios. Las fotos fueron tomadas de pixabay.com. Texto traducido al inglés por DeepL Traslate.
ENGISH VERSION.
Faced with the enigma of prejudice.
Greetings, friends of Hive. Reading the reflections that with the title “The value of malice or belief in the good”, our friend @charjaim led me to reflect on a problem that we face when we meet someone, because it turns out that sometimes we assume pre-judgmental positions.
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Many times in that first impression we focus on aspects that are not essential and infected by prejudice we put our attention on such banal things as clothing, hair, origin, etc., and what is even worse, by other people's opinions.
Those of us who have been teachers will have noticed how there are teachers who have stigmatized some students, even groups of students, branding them as bad and have even tried by all means to influence the group to assume the same position, which is a very serious mistake, and I will not go into why, because it would be the subject of a whole post.
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In this regard I had many experiences and both students and groups in full that have been victims of this type of performance, I achieved wonderful results with them, to such an extent that after many years when they meet me they still call me teacher and show great respect and affection.
I believe that in our actions with others we must be aware that society is heterogeneous, and although our greatest desire is that everyone is good, reality shows us that there are inappropriate behaviors of different kinds. Nor can we expect people to act according to our criteria.
It is necessary to accept everyone as he/she is, it would be naive to pretend that people are perfect, who is? We all make mistakes, and at certain times we have actions that we reproach ourselves; which has its positive side, because it serves us as a learning experience to avoid doing the same thing again.
Social prejudices are
An unfair prediction,
For something we do not like
And their fires are lethal.
Their effects are fatal
In a superficial climate,
If we brand as abnormal
For wardrobe or for baldness,
Leaving very bad standing
The valuable thing of a honeycomb.
How many times do we meet people who make a bad impression on us for certain reasons. The first reaction we have is to move away from them as much as possible, but for reasons of life we have no other alternative but to return to them, and it is when we realize that we had been totally unfair, considering the value that remained hidden behind the curtain of our misconceptions.
It also happens that sometimes when faced with acts of good will we tend to distrust, often thinking that they are done with some specific interest, ignoring the existence of many good people. The example given by our friend @charjaim reminded me of an incident in the eighties, I was in a course in Havana and went with a friend to the National Circus of Cuba, at the end, in the parking lot a man was trying to push his car to start it, we helped him and when he succeeded he turned around and insisted us to get in, when he did he asked us kindly where he was taking us (Havana is huge), luckily the school was only a few kilometers away. In both cases we acted unselfishly, in his case he showed great appreciation.
Finally, I believe that we should not be victims of prejudice or malice; if in any case things do not go our way, it is not our fault; therefore our spiritual peace of mind remains intact.
Thank you very much for reading. I will be very grateful for your comments. The photos were taken from pixabay.com. Text translated to English by DeepL Traslate.
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