Esta historia es poderosa. En ella reflejas misticismo y el respeto que envuelve al Día de los Muertos, mostrando a través de los ojos de Juanito una lección.
Con tus palabras me hiciste recordar que cuando muy niño acompañé a mamá al cementerio para visitar la tumba de mi abuela Francisca. Mientras mi madre limpiaba la tumba y hacía sus oraciones, yo jugaba de un lado a otro hasta que me encontré con una tumba y encima de ella estaba un escudo de Venezuela que brillaba como el oro. Enamorado del escudo, no pude evitar extender mi mano para tomarlo, pero justo cuando ya lo iba a tocar, todo a mi alrededor se cubrió con la voz de mamá que decía: “no toques eso, no te pertenece, es del difunto. Si lo tocas te caerá una maldición”.
Sus palabras fueron tan fuertes y tan convincentes que hoy en día las recuerdo con claridad. Además, en mi mente sigue el brillo de aquel escudo.
Excelente participación mi amiga Marcia (@brujita18), que bueno que aceptaste la invitación.
Cariños desde este lado de la pantalla. Gracias por la mención. Tu siempre tan bella.