Nunca nos damos cuenta de cómo o cuándo comienza nuestro camino de curación. Me refiero a todo lo que se haga para borrar las marcas. Llega un día cuando se comprende que los ungüentos por fuera del corazón no hacen efecto, que necesariamente hay que buscar otras medidas y sanar desde adentro con amor y compasión.
Necesario es avanzar y aceptar lo que no estuvo bien sin cuestionamiento ni buscar culpables. Qué manía la de enjuiciarlo todo, qué facilidad para latiguear y salirse de las propias responsabilidades.
Hay anteojos, prótesis, muletas que ayudan muy bien a llevar la vida, qué de malo tiene que también haya bastones para las emociones. Quién se sienta libre de pecado que lancé la primera piedra.
Aún no conozco la persona que no guarde dentro de sí: un rencor, un resentimiento o no exprese una queja. Todo el mundo ha padecido una noche de insomnio, se le ha caído el cabello o se le ha quebrado una uña, por decir lo mínimo de la parte externa. Entonces, cómo alguien va a pretender vivir sin que las secuelas de una crianza, relaciones complicadas o que su propia manera de desandar el camino, le ocasione algún tipo de complicación.
Se viven situaciones límites que requieren sentir lo más bajo de las emociones y dejar la resignación a un lado. No es necesario ser un mártir. Conocí de cerca a una persona que pasó su vida poniendo pañitos de agua tibia para aminorar el dolor emocional, era quien en una situación incómoda colocaba un florero y un mantel para tapar las imperfecciones de la mesa.
«Yo no digo nada, para que no vayan a decir...», «decidí guardar silencio para evitar», «yo prefiero apartarme y esperar a que el río se calme» y así muchas explicaciones que llevan consigo un tipo de evasión formal o externa, pero que internamente va encerrando el dolor, o la ira.
Sí, ya pensaste: «nadie es perfecto», qué expresión para salvarlo todo después de un comportamiento irresponsable. Nada más desagradable que la actitud prepotente de quien se siente totalmente libre de pecados y omisiones. «Pasa la página» se recomienda con ligereza, como si estas no estuvieran tan pegadas, que no es posible separarlas sin que se rasguen y queden restos.
Hay respuestas naturales, como el rencor, que toca dejar atrás para poder tener paz, es un trabajo muy personal, que lleva su tiempo, unido a la reflexión de qué hacer con ese enojo, que puede ir cada día abriendo un hueco de mayores dimensiones si no se actúa en consecuencia.
A veces es necesario sentir todas las emociones negativas, que una situación plantea, y así desprendernos de esquemas, creencias, patrones y deberes, que asumimos sin percatarnos que los mismos se vuelven una camisa de fuerza a la hora de tomar decisiones.
Reprimir emociones porque las consideramos negativas para nuestra paz, puede llevarnos a no ver, ese entorno desagradable del cual podríamos salir, si nos atrevemos a decir ¡Basta! Y en ese momento, bienvenido sea el enojo, que abrió la puerta para la liberación.
Un paso adelante a la frustración que muestra el desacomodo y la necesidad de cambiar. No se trata tampoco de actuar con violencia o planificar una venganza, nada más contraproducente, si no de sentir tanto lo bueno como lo malo y tomar las mejores decisiones.
Gracias por tu amable lectura.
Mi contenido es original.
He utilizado el traductor de Google.
Imágenes de Pixabay.
We never realize how or when our healing journey begins. I'm referring to everything we do to erase the scars. There comes a day when we realize that ointments outside the heart are ineffective, that we necessarily need to seek other measures and heal from within with love and compassion.
It is necessary to move forward and accept what was not right without questioning or looking for someone to blame. What a mania for judging everything, how easily we lash out and shirk our own responsibilities.
There are glasses, prosthetics, and crutches that help us navigate life very well; what's so bad about also having canes for emotions? Let him who feels free from sin cast the first stone.
I have yet to meet a person who doesn't harbor a grudge, a resentment, or express a complaint. Everyone has suffered a sleepless night, lost their hair, or broken a nail, to say the least about the external aspect. So, how can anyone expect to live without the consequences of a complicated upbringing, complicated relationships, or their own way of retracing their steps causing them some kind of complication?
We experience extreme situations that require us to feel the lowest of emotions and put resignation aside. It's not necessary to be a martyr. I knew someone who spent their life applying cold compresses to ease emotional pain. In an awkward situation, they would place a vase and a tablecloth to cover the imperfections on the table.
"I'm not saying anything, so they won't say anything...", "I decided to keep quiet to avoid it," "I prefer to step back and wait for the river to calm down," and so on, many explanations that carry with them a kind of formal or external evasion, but that internally contain pain or anger.
Yes, you already thought: "Nobody's perfect." What an expression to save everything after irresponsible behavior. Nothing is more unpleasant than the arrogant attitude of someone who feels totally free of sins and omissions. "Turn the page" is lightly recommended, as if these weren't so glued together that it's impossible to separate them without tearing and leaving behind remnants.
There are natural responses, such as resentment, that we must let go of in order to have peace. It's a very personal task that takes time, combined with reflecting on what to do with that anger, which can grow ever larger every day if we don't act on it.
Sometimes it's necessary to feel all the negative emotions that a situation brings up, and thus let go of the assumptions, beliefs, patterns, and duties we assume without realizing that they become a straitjacket when it comes to making decisions.
Repressing emotions because we consider them negative for our peace can lead us to blind ourselves to that unpleasant environment from which we could escape if we dare to say "Enough!" And in that moment, welcome the anger, which opened the door to liberation.
A step forward from frustration that reveals discomfort and the need for change. It's not about acting violently or planning revenge, nothing could be more counterproductive, but rather about feeling both the good and the bad and making the best decisions.
Thank you for your kind reading.
My content is original.
I have used Google Translate.
Images from Pixabay.