Creo que veo un lindo gatito, buscando sus botas. Eso me hizo recordar la historia del gato con botas y su linda mirada. Sin duda los gatos se divierten con cualquier objeto.
Cuando Juan fue a ponerse sus botas para ir a trabajar al campo, se encontró que Misia estaba dentro de una de ellas. Y pensar que hace un mes estuvo muy enferma, creíamos que se nos iba, algo se comió la viejita, algo encontró en el piso de la cocina. Tal vez la nieta dejo caer un poco de torta de chocolate y ella lo encontró. Y todos sabemos los efectos del chocolate en el cuerpo de una mascota.
Pero debe sentirme mejor porque esta buscando jugar y divertirse. Recuerdo a lo largo de su vida los sustos que nos ha dado. En una ocasión estuvo desaparecida por dos días. La buscamos por toda la casa, por la granja, todos se pusieron en marcha para encontrarla. La nieta tuvo una idea, dijo que viéramos las cámaras del patio exterior para ver a donde se fue.
Después de mirar un buen rato, la vimos meterse en la maleta del carro y se quedo encerrada allí. Todos salimos corriendo y allí maullando de hambre y sed estaba la muy molesta Misia porque la habían abandonado. Estuvo una semana sin "hablarnos", hasta que se le paso. Pero el olor de la maleta del carro duro casi un mes.
Viendo el interés que tenia Misia por las botas, le encargamos unas en cuero al talabartero para ella. Se la sujetamos muy bien para que no se le salieran. La verdad no sabemos adonde fueron a parar, no las volvimos a ver.
Así que Misia solo quería sentarse allí al lado de las botas de la familia.
Este texto corresponde a mi participación en el proyecto Una imagen vale más que mil palabras
ENGLISH VERSION
I think I see a cute kitten, looking for its boots. That reminded me of the story of Puss in Boots and its cute look. Cats definitely have fun with any object.
When Juan went to put on his boots to go to work in the fields, he found Misia inside one of them. And to think that a month ago she was very sick, we thought she was going to die, the old lady ate something, she found something on the kitchen floor. Maybe the granddaughter dropped some chocolate cake and she found it. And we all know the effects of chocolate on a pet's body.
But she must be feeling better because she's looking to play and have fun. I remember throughout her life the scares she's given us. Once, she was missing for two days. We searched the whole house and the farm; everyone set out to find her. The granddaughter had an idea; she said we should check the cameras in the outdoor yard to see where she went.
After watching for a while, we saw her get into the trunk of the car and get locked in there. We all ran out, and there, meowing from hunger and thirst, was the very upset Misia, who had been abandoned. She didn't "speak" to us for a week until it passed. But the smell from the trunk of the car lasted almost a month.
Seeing Misia's interest in boots, we ordered some leather ones from the saddler for her. We tied them down tightly so they wouldn't fall off. We honestly don't know where they ended up; we never saw them again.
So Misia just wanted to sit there next to the family's boots.
This text corresponds to my participation in the A picture is worth a thousand words
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