Esta imagen fue creada por la IA copilot y expandida con Canva Pro para usarse como wallpaper o Fondo de pantalla para móviles.
Con base en esta imagen he creado una historia inspirada en ella para que otros Hivers también puedan inspirarse y crear historias con las imágenes que he estado subiendo en esta nueva etapa que estoy viviendo dentro de hive.
La historia que cree en esta ocasión es:
La niña de rosa.
Sofía era una niña que siempre vestía de rosa. Le gustaban los vestidos, las muñecas y las flores. Su madre le decía que era una princesa y que debía comportarse como tal. Sofía no se atrevía a contradecir a su madre, pero en el fondo sentía que algo le faltaba.
Un día, mientras caminaba por el parque con su madre, vio a un grupo de niños y niñas que se deslizaban por las rampas con sus patinetas. Sofía se quedó fascinada con sus movimientos, su velocidad y su alegría. Quiso acercarse a ellos, pero su madre la sujetó del brazo y la alejó.
- No te mezcles con esos salvajes - le dijo su madre - Son unos maleducados que no saben lo que es el buen gusto. Tú eres una niña fina y delicada, no una vulgar patinadora.
Sofía se sintió triste y confundida. ¿Por qué su madre no la dejaba hacer lo que le gustaba? ¿Por qué tenía que vestir siempre de rosa y actuar como una princesa? ¿No podía ser ella misma?
Esa noche, Sofía tuvo un sueño. Soñó que se escapaba de su casa con una patineta y se iba a recorrer la ciudad. Se sentía libre, feliz y valiente. Hacía piruetas, saltos y giros. Nadie la juzgaba ni la criticaba. Era solo ella y su patineta.
Al despertar, Sofía se propuso hacer realidad su sueño. Esperó a que su madre se fuera al trabajo y buscó en su armario algo que no fuera rosa. Encontró unos pantalones vaqueros, una camiseta blanca y una chaqueta negra. Se los puso y se miró al espejo. Se veía diferente, pero le gustaba.
Luego, cogió su hucha y salió de casa. Fue a una tienda de deportes y compró una patineta. Era de color verde, con unas pegatinas de estrellas. Sofía la cogió con ilusión y se dirigió al parque.
Allí estaban los niños y niñas que había visto el día anterior. Sofía se acercó a ellos con timidez y les preguntó si podía unirse a ellos. Ellos la miraron con curiosidad y le dijeron que sí. Le enseñaron a montar en la patineta, a mantener el equilibrio y a hacer algunos trucos. Sofía se divirtió mucho y se hizo amiga de ellos.
Sofía descubrió un mundo nuevo, lleno de aventuras y emociones. Se olvidó de su madre, de su ropa rosa y de su papel de princesa. Se sintió libre, feliz y valiente. Era solo ella y su patineta.