Hace poco leía a un autor bastante mayor que hacía un balance de su vida. Parece inevitable que a medida que envejecemos aumente la urgencia de revisar cómo hemos vivido.
Lo ideal sería que ese balance nos resultara positivo, que viéramos con agrado y amabilidad lo que logramos. Sin embargo, a veces surge la inconformidad por no haber incluido en nuestra agenda vital algunas cosas que nos hubiese gustado hacer, lo que también parece inevitable. Hay quien dice que no se puede tener todo.
Ese autor que mencioné insistía en una idea muy interesante que he escuchado y leído muchas veces: que la vida es un viaje.
Si lográramos asumir que la “vida es un viaje”, seguramente que nuestra existencia se haría mucho más placentera.
Los viajes son ocasiones especiales para disfrutar, donde las sorpresas se presentan de forma inesperada, donde los detalle nos introducen en universos extraordinarios… donde el tiempo se percibe como si estuviéramos en otra dimensión.
En nuestros días se dificulta poner en práctica una idea como esa de tomar la vida como si se tratara de un viaje. Por todos lados se nos insiste en que lo importante es alcanzar objetivos, tener metas, rendir las horas, estar pendientes todo el tiempo de subir un escalón más.
No voy a negar la importancia de planificar y tener metas. Me tengo que organizar, por ejemplo, para cumplir la meta de escribir estas notas. Así como he tenido que organizarme para tener mi casa y lo necesario para vivir. Sin embargo, sería conveniente preguntarnos, de vez en cuando, cuántas de esas metas en realidad tienen algún sentido en nuestro propósito de vida.
Puede que suene un poco excesivo pero creo que al centrarnos solo en las metas inmediatas estamos perdiendo la oportunidad de apreciar lo que queda fuera de ellas…¿Qué no se puede tener todo…? No sé…
Me gusta pensar que todos tenemos la opción de vivir de forma más equilibrada. Se pueden lograr las metas esenciales y al mismo tiempo tener la oportunidad de disfrutar más del viaje que es la vida.
Cada nuevo amanecer nos abre un repertorio de opciones. Pueda que sea indispensable levantarnos para ir al trabajo o al estudio a cumplir con esa parte de la vida.
Pero estoy seguro que ese camino entre la casa y el centro de estudio o trabajo siempre es diferente. No hay manera en que se repita la misma luz, no hay manera en que estén las mismas personas en la acera o en el asiento de al lado. No hay manera que se repitan las mismas conversaciones…
Por mucho que nuestra mente se empeñe en hacerlo rutinario, la realidad es que cada una de esas salidas es una completa novedad. Está en nosotros apreciar lo diferente y eso si que puede constituir un gran reto. Quizá tengamos que empeñarnos en aprender a dejarnos sorprender, de ese modo seguro que nuestro viaje por la vida será mucho más grato.
Estamos a punto de iniciar un nuevo ciclo. Y aunque nuestra medida del tiempo solo sea una convención social, que para nada altera la continuidad de la vida, si nos sirve para replantearnos algunas cosas.
Este nuevo año que se inicia es una buena oportunidad para ser más espontáneos en nuestro viaje cotidiano. Cada uno de nosotros puede hacer la diferencia… en cada uno reside la magia para tocar con la mirada de lo extraordinario cada detalle del día a día…
Y como decía aquel famosos cantante de Salsa: ¡Buen viaje, mi gente…buen viaje…!
Feliz año 2025 queridos amigos de HIVE.
Gracias por tu tiempo.
I was recently reading a rather elderly author taking stock of his life. It seems inevitable that as we get older the urge to review how we have lived increases.
Ideally, we would like that balance sheet to be positive, to look back with pleasure and kindness on what we have achieved. However, sometimes there is a feeling of dissatisfaction for not having included in our vital agenda some things that we would have liked to do, which also seems inevitable. There are those who say that we cannot have everything.
That author I mentioned insisted on a very interesting idea that I have heard and read many times: that life is a journey.
If we could assume that "life is a journey", surely our existence would become much more pleasant.
Trips are special occasions to enjoy, where surprises come unexpectedly, where details introduce us to extraordinary universes... where time is perceived as if we were in another dimension.
Nowadays it is difficult to put into practice an idea like that of taking life as if it were a journey. On all sides we are insisted that the important thing is to reach objectives, to have goals, to make the most of the hours, to be aware all the time of climbing one more step.
I will not deny the importance of planning and having goals. I have to organize myself, for example, to meet the goal of writing these notes. Just as I have had to organize myself to have my house and what I need to live. However, it would be convenient to ask ourselves, from time to time, how many of those goals actually make any sense in our life purpose.
It may sound a bit excessive but I think that by focusing only on the immediate goals we are missing the opportunity to appreciate what lies outside of them...What you can't have it all...? I don't know...
I like to think that we all have the option to live in a more balanced way. You can achieve essential goals and at the same time have the opportunity to enjoy more of the journey that is life.
Each new dawn opens up a repertoire of options. It may be essential to get up to go to work or study to fulfill that part of life.
But I am sure that the journey between home and the study or work center is always different. There is no way that the same light is repeated, there is no way that the same people are on the sidewalk or in the seat next to us. There is no way that the same conversations are repeated...
As much as our minds try to make it routine, the reality is that each of these outings is a complete novelty. It is up to us to appreciate what is different and that can be a great challenge. Perhaps we have to make an effort to learn to let ourselves be surprised, then our journey through life will surely be much more pleasant.
We are about to start a new cycle. And although our measure of time is only a social convention, which in no way alters the continuity of life, it does help us to rethink some things.
This new year is a good opportunity to be more spontaneous in our daily journey. Each one of us can make the difference... in each one of us resides the magic to touch with the look of the extraordinary every detail of the day to day...
And as that famous Salsa singer used to say: Bon voyage, my people... bon voyage...!
Happy New Year 2025 dear friends of HIVE.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
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