Arte interno.
Black and White Album: Realities #1
Álbum Blanco y negro: Realidades #1
A big hug to the hivers who read me! On this occasion I start my second project in the #blackandwhite community, the project is titled "Realities", and is intended to delve deep into the authenticity of everyday life, capturing experiences and environments. My goal is to transport you to real and tangible places, so that you can perceive life from the eyes of others. The realities are very diverse, some more pleasant than others, and generate nostalgic memories with a broad and ineffable vision of life. I hope you enjoy it.
A window is the unconventional entrance of the outside world to the home, through it the world seems distant, the first rays of sunlight of the day enter and the atmosphere is refreshed. The world from it seems mysterious, strange, interesting, we do not know it, but the roof that shelters us frees us from the fear that it generates.
This shot takes me back to my childhood for some reason, I think it reminds me of one or another of the many places I inhabited, when I look at the image I feel safe and happy, like when I was a kid and I only cared about discovering new places to play. The world was gigantic, full of things to discover.
A small cactus peeks through the window, it barely knows what it is to live, but it is adapted for the worst circumstances, it is the only company left when the home is empty. The texture of the land and the texture of the wood combine to give that extra feeling of authenticity that I am looking for.
This home is huge, a whole world and a compendium of stories lie within its walls. The years have passed, several have inhabited it, but it remains inert in time, as if it did not age. In the background of the picture is the courtyard, a water tank guards it, and a huge forest makes its way. This photo speaks for itself.
The house is directly adjacent to another in a neighborhood in the center of the city, from this perception it does not seem that there are many houses, but the truth is that the company is not lacking. The neighborhood is made up of rudimentary tin-roofed houses, each one with its own stories of misgivings, love affairs, heartbreaks, efforts, sacrifices, longings and desires. A book could be written about each of these experiences.
This home is not the most beautiful, nor the most welcoming, but every home must provide a minimum of hope to its inhabitants so that they can face the day to day. That is why this home allows the light to enter, they are small rays that touch the soul and transmit calm. Light is necessary to live, the home that does not have it condemns its guests to forget the goodness of life.
I love this photo, for some reason I feel in a different place when I look at it, it transports me to a distant, simple and cozy place. It generates memories that do not exist, I long to go back to them, but they only appear when I look at the image, it is like having been somewhere else, in another life, and not being able to remember it on my own, it is a non-existent memory.
From this perspective, the house has a gloomy appearance complemented by the mystery of a light bulb on in the middle of the day, but at the same time, it seems a close and familiar place. It is full of experiences, facts and stories, and tells them through its walls without uttering a word, the image transports me once again, to an unknown place that I want to inhabit.
Human beings are not the only ones who inhabit this place, there are beings with equal right and freedom to do so. They only obey the reason to survive and expand, they don't know about science or structures, and they leave traces in their path. Their traces are history too, I love how they built their nest organically, there is nothing more authentic.
The courtyard of the house not only has stories to tell, it houses more inhabitants, going into it allows us to reflect, to find peace in the midst of chaos. In this small forest the vegetation covers absolutely everything, reaching deep into the earth with its strong roots, it shelters whoever approaches it with respect, and in return it keeps company.
I was very fortunate to be able to capture this spider in a photo. I don't know her name, but she is a beautiful and delicate creature. She has built a giant web to raise her offspring, so that the home houses smaller homes. It is an image that I keep rediscovering, each time I detail the web my admiration for this being grows. Undoubtedly, the life of this spider is the most authentic of the collection.
¡Un fuerte abrazo para los hivers que me leen! En esta ocasión doy inicio a mi segundo proyecto en la comunidad #blackandwhite, el proyecto de titula "Realidades", y está destinado a escudriñar en lo más profundo de la autenticidad del día a día, capturando experiencias y ambientes. Mi objetivo es transportarlos a lugares reales y tangibles, para que puedan percibir la vida desde los ojos de otros. Las realidades son muy diversas, algunas más agradables que otras, y generan recuerdos nostálgicos con una visión amplia e inefable de la vida. Espero que lo disfruten.
Una ventana es la entrada no convencional del mundo exterior al hogar, a través de ella el mundo parece distante, entran los primeros rayos de sol del día y se refresca el ambiente. El mundo desde ella parece misterioso, extraño, interesante, lo desconocemos, más el techo que nos acobija nos libra del miedo que ello nos genera.
Esta toma me retrotrae a mi infancia por alguna razón, creo que me recuerda a algún que otro de los tantos lugares que habité, cuando miro la imagen me siento seguro y feliz, como cuando era un niño y sólo me preocupaba por descubrir nuevos lugares para jugar. El mundo era gigantesco, lleno de cosas por descubrir.
Un pequeño cactus se asoma por la ventana, apenas conoce lo que es vivir, pero está adaptado para las peores circunstancias, es la única compañía que queda cuando el hogar se vacía. La textura de su tierra y la textura de la madera se combinan para dar ese feeling extra de autenticidad que tanto busco.
Este hogar es enorme, un mundo entero y un compendio de historias yacen en sus paredes. Los años han pasado, varios la han habitado, pero se mantiene inerte en el tiempo, como si no envejeciera. Al fondo de la imagen está el patio, un tanque de agua lo custodia, y un enorme bosque se abre paso. Esta foto habla por sí misma.
La casa colinda directamente con otra en un barrio del centro de la ciudad, desde esta percepción no parece que hayan muchas casas, pero lo cierto es que la compañía no falta. El barrio se constituye por casas rudimentarias con techo de lata, cada una guarda sus propias historias con recelo, amoríos, desamores, esfuerzos, sacrificios, anhelos y deseos. De cada una de estas experiencias podría escribirse un libro.
Este hogar no es el más bello, tampoco el más acogedor, pero todo hogar debe brindar un mínimo de esperanza a sus habitantes para que puedan afrontar el día a día. Por eso este hogar permite entrar la luz, son pequeños rayos que tocan el alma y transmiten calma. La luz es necesaria para vivir, el hogar que no la tenga condena a sus invitados al olvido de las bondades de la vida.
Esta foto me encanta, por alguna razón me siento en un lugar diferente cuando la miro, me transporta a un lugar distante, sencillo y acogedor. Me genera recuerdos que no existen, anhelo volver a ellos, pero solo aparecen cuando miro la imagen, es como haber estado en otra parte, en otra vida, y no poder recordarlo por mi cuenta, es un recuerdo inexistente.
Desde esta perspectiva, la casa tiene una apariencia tétrica complementada por el misterio de un bombillo encendido en pleno día, pero al mismo tiempo, parece un lugar cercano y familiar. Está cargada de experiencias, hechos y vivencias, y las relata a través de sus paredes sin emitir ni una palabra, la imagen me transporta una vez más, hacia un lugar desconocido que deseo habitar.
Los seres humanos no son los únicos que habitan este lugar, hay seres con igual derecho y libertad de hacerlo. Ellos sólo obedecen a la razón de sobrevivir y expandirse, no saben de ciencia ni estructuras, y dejan rastros a su paso. Sus rastros son historia también, me encanta cómo construyeron su nido de forma orgánica, no hay cosa más auténtica.
El patio de la casa no solo tiene historias qué contar, aloja más habitantes, adentrarse en él permite reflexionar, encontrar paz en medio del caos. En este pequeño bosque la vegetación recubre absolutamente todo, llegando a lo más profundo de la tierra con sus raíces fuertes, cobija a quien se le acerque con respeto, y en retribución por ello hace compañía.
Fui muy afortunado de poder capturar a esta araña en una foto. Desconozco su nombre, pero es un ser hermoso y delicado. Ha construido una red de telarañas gigante para criar a sus hijos, de tal manera que el hogar alberga hogares más pequeños. Es una imagen que no dejo de redescubrir, cada vez que detallo la red en la que habita crece mi admiración por este ser. Sin duda, la vida de esta araña es lo más auténtico de la colección.
I love you not for who you are, but for who I am when I am with you.
**– Gabriel García Márquez.**