Esta semana comienzan las clases en los colegios aquí en España. Lo que hace dos días era bullicio, turistas caminando de día y de noche por las calles de La Herradura, playas al tope, restaurantes y chiringuitos llenos de personas, se acabó. En un abrir y cerrar de ojos. Hoy lunes 1 de septiembre todo ha vuelto a la normalidad. Todavía hay turistas eventuales de España o de otros países, pero son pocos.

Muchos locales nocturnos están cerrados, otros ya han puesto carteles diciendo que abrirán a partir del jueves o el fin de semana. Para quienes vivimos en este pueblo de la costa tropical de España, lo comentaba con una amiga con quien me senté a conversar en un café esta mañana, este ánimo más calmado se siente mejor. Puedes caminar de forma más tranquila en la calle y en la playa.

Para otros que disfrutan la locura del verano, seguramente sienten algo de tristeza al volver a casa y reanudan las actividades habituales. Hoy me quedaré en casa, para planificar las actividades de septiembre. Por el contrario, estaba deseando el fin del verano para poder reactivar mis actividades literarias personales, que se paran por completo en vacaciones. Aunque todavía hay buen sol, hoy hay un viento fuerte que revuelve el mar, no dan ganas de ir a la playa. ¿Tú cómo te sientes, gentil lector?

La temperatura este verano se ha mantenido alta, lo cual ha sido agobiante para mí. Mi cuerpo se sentía pesado, parece que lo que comía me engordaba más. Pero en realidad, salí más, en verano sueles salir más, porque hay muchas actividades; comes más fuera de casa, comidas y bebidas que engordan. Quizá porque ya no soy joven, me cuesta más adaptarme a los cambios de clima. Además de afectarme físicamente, el calor me afectó el ánimo, he estado más irritable.

Felizmente, aunque todavía de manera sutil, se empiezan a sentir las vibras del otoño. Ha empezado a oscurecer más temprano, en las tardes y noches el tiempo está más fresco. Lo cual disfruto mucho. El otoño me va mejor. Tanto en la temperatura, como en el ambiente que me rodea. No soy una vieja cascarrabias, pero ahora disfruto y valoro más la tranquilidad. Las vibras del bullicio del verano está mejor para los jóvenes. De todas maneras, compartiré un video en el que estoy disfrutando de uno de los eventos públicos que se realizaron en la plaza de la Independencia de La Herradura. Sales a pasear, estás allí en medio de la multitud y bailas un poco. No lo haces todos los días, pero procuras disfrutarlo un rato. (Soy la señora de blusa anaranjada). Adiós, verano.

This week, classes begin in schools here in Spain. What two days ago was bustling with tourists walking day and night through the streets of La Herradura, packed beaches, and restaurants and beach bars full of people, is now over. In the blink of an eye. Today, Monday, September 1, everything is back to normal. There are still a few tourists from Spain and other countries, but they are few and far between.

Many nightclubs are closed, while others have already put up signs saying they will open on Thursday or at the weekend. For those of us who live in this town on Spain's tropical coast, as I was discussing with a friend I sat down to chat with in a café this morning, this calmer atmosphere feels better. You can walk more peacefully in the street and on the beach.

Others who enjoy the craziness of summer probably feel a little sad to return home and resume their usual activities. I'll stay home to plan activities for September. On the contrary, I was looking forward to the end of summer so I could reactivate my personal literary activities, which come to a complete halt during the holidays. Although the sun is still shining, today there is a strong wind stirring up the sea, so I don't feel like going to the beach. How do you feel, dear reader?

The temperature this summer has remained high, which has been overwhelming for me. My body felt heavy, and it seemed like everything I ate made me gain weight. But in reality, I went out more—in summer you tend to go out more because there are lots of activities—and you eat more meals and drinks outside the home that make you gain weight. Maybe because I'm not young anymore, I find it harder to adapt to changes in the weather. In addition to affecting me physically, the heat affected my mood, and I have been more irritable.

Fortunately, although still subtle, the vibes of autumn are beginning to be felt. It has started to get dark earlier, and the afternoons and evenings are cooler. I really enjoy this. Autumn suits me better, both in terms of temperature and the atmosphere around me. I'm not a grumpy old woman, but now I enjoy and appreciate tranquility more. The hustle and bustle of summer is better suited to young people. Anyway, I'll share a video of me enjoying one of the public events held in La Herradura's Independence Square. You go out for a walk, you're there in the middle of the crowd, and you dance a little. You don't do it every day, but you try to enjoy it for a while. (I'm the lady in the orange blouse). Goodbye, summer.