Me decía un señor en la calle: -Doctor Luis, ¿cómo hago para tener una vida sexual saludable?
A lo que respondí, que no me llamo Luis, ni soy sexólogo; pero que podía sugerirle que comience por llevar una vida sana que, con eso, todas las áreas de su vida mejorarán, incluyendo la sexual.
¿En qué momento le decimos a nuestro cerebro que debe cambiar de perspectiva de vida con respecto a todos los placeres que se nos muestran en las redes sociales?
No puede ser bruscamente, y yo te sugeriría que comenzaras por pequeños cambios de hábitos que, a la larga, se transformarán en rutinarios y que te llevarán por el buen camino del bienestar.
La motivación
La vida es maravillosa y la cantidad de experiencias que puedes tener en este ciclo de varios años que vivimos, es infinita.
Pero, para eso, debes tener salud o gozar de una resistencia ante los cambios del entorno, que te permitan disfrutar la mayor cantidad de tiempo, de la existencia.
Sí, es cierto, hay enfermedades, dificultades y desafíos, hay experiencias emocionales que nos quitan el gusto por estar; pero si tomamos todo esto como la escuela en la que aprendemos a vivir, podemos disfrutar de la existencia con más gusto y disposición.
Así que, debes cuidar tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, tener motivación y consistencia ante los cambios que se deben realizar para eliminar hábitos no generadores de bienestar.
Empezamos, muchas veces, muy bruscamente
La mayor cantidad de personas que he visto en mi consulta que transforman sus hábitos de vida en saludables, lo hacen porque reciben un golpe de la vida.
O están enfermos, o existen experiencias personales negativas, como fatiga crónica y depresiones, enfermedades agudas o apariciones de otros peligros patológicos peores, que les obligan a cambiar de hábitos.
Sin embargo, tomar conciencia de modificarnos para mantener más resistencia ante los años que nos quedan por vivir, implica un trabajo de prevención, y no es difícil.
No podemos esperar que la salud nos lo exija; debemos cuidar la alimentación, el descanso, el ejercicio, la resistencia emocional ante los desafíos de la vida.
Y esto, lo aseguro, es el pilar que debe funcionar para tener una vida saludable.
Los mejores cambios son…
Me refiero a pequeños hábitos como, por ejemplo, en el aspecto de la actividad, comenzar por pocos minutos al día a estar más activos.
Haz caminatas, puedes dejar de ir al trabajo en medios de transporte o hacer tareas que antes no hacías caminando.
Aprende a utilizar la respiración para alimentar mejor tu organismo, comenzando por ejercicios donde respires por la nariz en lugar de por la boca.
Luego, aprende a mantener la respiración que inhalas por la nariz durante unos segundos y luego exhala por la boca, como si fuesen ejercicios para tranquilizarte.
En la comida, deja de comprar alimentos que dañan, como los procesados, disminuyendo la cantidad que llevas para tu hogar.
También, eliminando algunos que no son necesarios, como los refrescos, pasabocas o golosinas, por ejemplo, del día a día en tu mesa, y los postres, limítalos a una o dos veces a la semana.
Para tu mente, lee libros y artículos de personas profesionales sobre el tema del control emocional, aprende el mindfulness, entre muchas técnicas, para mejorar la concentración e ir eliminando el estrés.
Revaloriza tus relaciones
Empieza por dejar de pasar tanto tiempo mirando de las redes sociales y contacta a aquellos cercanos que tienes tiempo con los que no interactúas.
Preocúpate por aquellos de tu entorno que están enfermos o que están atravesando por dificultades, hazte presente.
Revisa las relaciones interpersonales que tienes dentro de tu núcleo familiar y motiva a que exista confianza, negociación y relaciones de apoyo.
Fortalece el perdón y la empatía en las relaciones que tienes en el hogar y en tu entorno laboral.
Y aprende a controlar tus emociones, a no disparar sentimientos negativos que dañen el ambiente en el que te desenvuelves.
Son pequeños cambios, y uno o dos de estos que hagas al día, favorecerá enormemente tu salud física, mental y espiritual.
Es posible que, lograr un estilo de vida saludable sea un trabajo progresivo que no necesita transformaciones de la noche a la mañana.
Ni pienses en áreas que se han sobrevalorado como el área sexual, que sí, es importante, pero no más que el área social de tu vida y la relación contigo mismo.
It's hard for us to start living a healthy life. It's just small steps at first! -Medical Advices-
A man was telling me on the street: -Doctor Luis, how can I have a healthy sex life?
To which I answered, that my name is not Luis, nor am I a sexologist; but I could suggest that you start by leading a healthy life, and with that, all areas of your life will improve, including the sexual one.
At what point do we tell our brain that it must change its perspective on life with respect to all the pleasures that are shown to us on social networks?
It can't be abruptly, and I would suggest that you start with small habit changes that will eventually become routine and lead you on the right path to wellness.
Motivation
Life is wonderful and the amount of experiences that you can have in this cycle of several years that we live, is infinite.
But, for that, you must have health or enjoy a resistance to environmental changes that allow you to enjoy the greatest amount of time of existence.
Yes, it is true, there are illnesses, difficulties and challenges, there are emotional experiences that take away the pleasure of being; but if we take all this as the school in which we learn to live, we can enjoy existence with more pleasure and disposition.
So, you must take care of your body, your mind and your spirit, have motivation and consistency before the changes that must be made to eliminate habits that do not generate well-being.
We start, many times, very abruptly
Most of the people I have seen in my practice who transform their lifestyle habits into healthy ones, do it because they receive a blow from life.
Either they are sick, or there are negative personal experiences, such as chronic fatigue and depressions, acute illnesses or other worse pathological dangers that force them to change their habits.
However, becoming aware of modifying ourselves in order to be more resistant to the years we have left to live, implies a preventive work, and it is not difficult.
We cannot wait for our health to demand it of us; we must take care of our diet, rest, exercise, and emotional resistance to the challenges of life.
And this, I assure you, is the pillar that must work to have a healthy life.
The best changes are...
I am referring to small habits such as, for example, in the aspect of activity, start for a few minutes a day to be more active.
Take walks, you can stop going to work by means of transportation or do tasks that you did not do before by walking.
Learn to use your breathing to nourish your body better, starting with exercises where you breathe through your nose instead of your mouth.
Then, learn to hold the breath you inhale through your nose for a few seconds and then exhale through your mouth, as if they were calming exercises.
In food, stop buying foods that are harmful, such as processed foods, by decreasing the amount you take home.
Also, eliminating some that are not necessary, such as soft drinks, snacks or candy, for example, from your daily table, and desserts, limit them to once or twice a week.
For your mind, read books and articles by professionals on the subject of emotional control, learn mindfulness, among many techniques to improve concentration and eliminate stress.
Revalue your relationships
Start by stopping spending so much time looking at social networks and contact those close to you that you have time with whom you do not interact.
Worry about those around you who are sick or going through difficulties, make yourself present.
Review the interpersonal relationships you have within your family and encourage trust, negotiation and supportive relationships.
Strengthen forgiveness and empathy in the relationships you have at home and in your work environment.
And learn to control your emotions, not to trigger negative feelings that damage the environment in which you operate.
They are small changes, and one or two of these that you make a day, will greatly benefit your physical, mental and spiritual health.
It is possible that, to achieve a healthy lifestyle is a progressive work that does not need overnight transformations.
Don't even think about areas that have been overvalued such as the sexual area, which, yes, is important, but no more so than the social area of your life and your relationship with yourself.
Emilio Ríos – Venezuela
@emiliorios
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