No hay manera de cambiar lo sucedido. Una frase determinista que cuando nos centramos en ella puede producirnos la molestia que da la impotencia, lo incomprensible y la no aceptación.

Es una frase que corresponde a una gran realidad, es el pasado, lo ya vivido, el espacio donde no podemos hacer nada para transformarlo para que sea de una manera diferente.

La vida es como una película compuesta de muchas fotografías que se ponen en movimiento creando una continuidad, pero a diferencia de esta no podemos cortar el trozo que no nos gusta y empatarlo con las que sí nos gusta. Sin embargo, podemos mirarla de una manera distinta y desde allí trabajar la aceptación, depurar, aprender y tal vez agradecer.

Y digo, tal vez agradecer, porque hay situaciones tan dolorosas, como la pérdida física de alguien muy amado, que requieren de mucho tiempo y trabajo interior para encontrar un motivo mínimo que agradecer en ello, cuando esto sucede es porque le damos al hecho una mirada distinta.

La mirada distinta es lo que en Programación Neurolinguistica (PNL) llamamos el reencuadre, una estrategia en la nos permitimos ver la situación desde diferentes ángulos y tomar el que nos resulte más llevadero, aceptable y siendo prácticos el que mejor nos sirva, ese que nos lleva de retorno al equilibrio y nos acerca al bienestar que deseamos.

Uno de los fundamentos de la estrategia del reencuadre se encuentra en comprender que las diversas situaciones que vivimos tienen el significado personal que da la percepción y que nuestra percepción está mediada por el contexto donde nos desarrollamos por lo que la percepción-interpretación puede ser modificable cuando la enfocamos desde otro ángulo y dándole un significado distinto.

Otro aspecto que es importante tener en cuenta cuando trabajamos el reencuadre es saber que no es una estrategia de evasión ni se trata de disfrazar una realidad con un traje bonito.

Más bien se trata de que la misma situación con su crudeza que nos afecta no se siga anclando y profundizando, haciéndonos más daño, que no veamos solo el lado negativo, que algo positivo debe tener, aunque en un momento dado nos sea imposible verlo. Les comparto una no tan triste historia, según como se mire.

El domingo pasado nos visitaron, unos jóvenes amigos que los conocemos desde que eran niños, los fuimos a visitar entre semana y uno de ellos le pidió a mi esposo que lo llevara a misa ese domingo. Mi esposo los buscó, los llevó y de retorno pasarían por la casa a almorzar y compartir un cafecito.

¿Cuál es la particularidad de estos muchachos? Hace tres meses uno de ellos tuvo un accidente en moto, después de dos meses hospitalizado y tres operaciones le amputaron la pierna por encima de la rodilla, luego de un mes de recuperación en su casa, esa ida a la iglesia era su primera salida. ¿Qué puede haber de positivo en esta dura experiencia para él?

He aquí la lección. Se siente aliviado y agradecido con Dios, pues con la amputación terminó una etapa de sufrimiento físico e incertidumbre que en cada paso lo hundía más en el desasosiego y la desesperanza, desde su estancia en el hospital hasta ese domingo su percepción ha cambiado, mira su nueva realidad con optimismo como una nueva oportunidad que Dios le está dando para continuar su vida.

Este es el reencuadre darse cuenta que puede haber una mirada distinta dentro de una situación que nos afecta, encontrarla puede marcar una gran distancia entre perdernos en ella o salir adelante poniéndonos el gran reto de vivir con las cartas que nos tocan y haciendo la mejor jugada que podamos con ellas.

In English

There is no way to change what has happened. A deterministic phrase that when we focus on it can produce the discomfort that gives us, the impotence, the incomprehensible and the non-acceptance.

It is a phrase that corresponds to a great reality, it is the past, the already lived, the space where we can do nothing to transform it to be in a different way.

Life is like an old film composed of many photographs that are set in motion creating a continuity, but unlike this one we cannot cut the part we don't like and match it with the ones we do like. However, we can look at it in a different way and from there work on acceptance, refine, learn and perhaps be grateful.

And I say, maybe to be grateful, because, there are situations so painful, like the physical loss of someone very loved, that require a lot of time and inner work to find a minimum reason to be grateful for it, when this happens it is because we give the fact a different look.

The different look is what in Neurolinguistic Programming (NLP) we call reframing, a strategy in which we allow ourselves to see the situation from different angles and take the one we find more bearable, acceptable and being practical, the one that best serves us, the one that takes us back to balance and brings us closer to the welfare we want.

One of the foundations of the reframing strategy is to understand that the different situations we live have the personal meaning that gives the perception and that our perception is mediated by the context where we develop so that the perception-interpretation can be modified when we approach it from another angle and giving it a different meaning.

Another aspect that is important to keep in mind when we work with reframing is to know that it is not an evasion strategy, nor is it about disguising a reality with a nice suit.

Rather, it is about not letting the same situation, with its harshness that affects us, continue to anchor and deepen, hurting us more, that we do not see only the negative side, which must have something positive, although at a given moment it is impossible for us to see it. I share with you a not so sad story, depending on how you look at it.

Last Sunday we were visited by the twin brothers, young neighbors in their thirties that we have known since they were children, we went to visit them during the week and one of them asked my husband to take him to mass that Sunday. My husband looked for them, took them and on the way back they would stop by the house to have lunch and share a cup of coffee.

What is the peculiarity of these boys? Three months ago one of them had a motorcycle accident, after two months hospitalized and three operations his leg was amputated above the knee, after a month of recovery at home, this trip to church was his first outing. What could be positive in this ordeal for him?

Here's the lesson. He feels relieved and grateful to God, because with the amputation ended a stage of physical suffering and uncertainty that at every step plunged him deeper into uneasiness and despair, since his stay in the hospital until that Sunday his perception has changed, he looks at his new reality with optimism as a new opportunity that God is giving him to continue his life.

This is the reframing, realizing that there can be a different look within a situation that affects us, finding it can mark a great distance between losing ourselves in it or getting ahead, setting ourselves the great challenge of living with the cards we are dealt and making the best play we can with them.