Hello, friends.
The plaza of the Convent of San Francisco de Asís is known as "Pigeon Square."
Dozens of pigeons gather here every day to eat food thrown to them by tourists strolling through the square.
From the moment you approach the square, you can hear the pleasant cooing of the pigeons.
Pigeons sleep and nest in the eaves and nooks of the buildings surrounding the square.
The entire plaza is their home, their playground and courtship ground. Even the fountain and every part of the plaza belongs to these birds.
Here they teach their chicks to fly under the care and protection of the guards and workers of the plaza's businesses.
Pigeons are accustomed to human presence and aren't afraid of them, quite the opposite. Sometimes they even chase us to get us to feed them.
For me, having raised so many pigeons since my teens, it gives me great pleasure to sit down and feed the pigeons. the plaza and watch them fly free.
Fortunately for them, hundreds of people, like me, who love animals, especially pigeons, visit us every day.
Versión en español
Hola, amigos.
La plaza del Convento de San Francisco de Asís es conocida por el nombre de “la plaza de las palomas”.
Decenas de palomas se reúnen cada día a comer de lo que le lanzan los turistas que pasean por la plaza.
Desde que te acercas a la plaza puedes sentir el agradable arrullo de las palomas de la plaza.
Las palomas duermen y anidan en los aleros y recovecos de los edificios que rodean la plaza.
Toda la plaza es su casa, su terreno de juego y cortejo. Incluso, la fuente y cualquier parte de la plaza, le pertenece a estas aves.
Aquí les enseñan a volar a sus pichones bajo el cuidado y protección de los guardias y de los trabajadores de los negocios de la plaza.
Las palomas están acostumbradas a la presencia humana y no les temen, sino todo lo contrario. A veces hasta nos persiguen para que las alimentemos.
Para mí, que he criado tantas palomas desde mi adolescencia, me da muchísimo placer sentarme a alimentar a las palomas de la plaza y verlas volar en libertad.
Por suerte para ellas, a diario son centenares de personas que, como yo, amam a los animales y en especial a las palomas.
