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Emprender no es para pusilánimes

Hola a todos y bienvenidos a mi comunidad de emprendedores favorita en Internet, "Be Entrepreneur".

Desde que tenía alrededor de 15 años, he tenido una gran pasión por construir y ser dueño de mi propio negocio. Ha pasado más de una década desde que tuve esa pasión y aunque ya no estoy donde solía estar, todavía no estoy donde quiero estar.

Estoy orgulloso de mis logros hasta ahora, pero tengo que ser completamente honesto con cualquiera que lea este blog y que tenga tanta pasión por triunfar en el mundo empresarial.

La realidad es que emprender no es fácil, muchachos. Es como intentar nadar contra corriente en un río lleno de obstáculos y rápidos. Debes ser fuerte, muy fuerte.

A veces siento que necesito todo un equipo de porristas sólo para seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles.

Por ejemplo, considere a Jack Ma. Es una especie de superhéroe en el ámbito empresarial, pero él también estuvo a punto de hacerlo.

El tipo casi cae más veces de las que puedo contar. ¿Pero sabes qué lo mantuvo en movimiento? Era la actitud de nunca darse por vencido, esa capacidad de recibir un golpe una vez y volver más fuerte.

Pero pongámonos serios aquí. Iniciar su propia empresa apesta en las primeras etapas.

¡Por ahí pensando que eres una persona atractiva, solo para darte cuenta de que tal vez no seas tan atractiva después de todo! Te encuentras con un obstáculo tras otro y, de repente, empiezas a cuestionar cada decisión que has tomado.

Y mejor aún, ni siquiera me dejes empezar a hablar del sueño. ¿Quién lo necesita de todos modos? Cuando te persigue constantemente el miedo al fracaso, cerrar los ojos se convierte en un lujo que no puedes permitirte.

Pero aquí está el problema: si no tienes miedo de fracasar, probablemente no te estás esforzando lo suficiente. Ese es el miedo que te mantiene alerta y te hace querer seguir adelante cuando todo lo demás dice que pares.

Es evidente que el éxito o el fracaso no le importan a este mundo. Hay un público difícil ahí fuera y, si quieres triunfar, debes estar preparado para trabajar duro.

Tienes que estar dispuesto a enojarte un poco, incluso en el más mínimo grado delirante, para convencerte de que puedes conquistar el mundo y ganar al final.

Y sin embargo, esto es lo que quería. A pesar de todo; Tras las noches de insomnio y las continuas decepciones, se siente muy satisfactorio saber que estás ahí afuera luchando por lo que crees.

Ser miembro de una sociedad secreta donde sólo aquellos que están dispuestos a pasar por el infierno finalmente logran algo.

Por tanto, ser emprendedor es así de difícil. Es como un paseo en una montaña rusa con tantos altibajos que no podrías describirlos todos con una sola frase.

Pero no lo cambiaría por nada. Porque, al final del día, no se trata de dinero, fama o puestos de trabajo elegantes.

Se trata de saber que tuviste las agallas para seguir tus sueños incluso si a los demás les parecen una locura.