Hello, fellow travelers, today I'd like to invite you to discover the Alameda de Paula, a promenade very close to the bay, in the very heart of Havana's historic center.
Walking here is like traveling back in time to centuries past. The Alameda de Paula was built in 1777 for the recreation and leisure of the wealthy social class, and was the first tree-lined promenade in Cuba.
Its name "Alameda" comes from the large number of poplar trees planted there to create a green space that would help purify the air. Its location extends from the San Francisco de Paula Church, giving it its name.
It's a beautiful promenade that runs along the port avenue. I truly enjoy the harmony of its design; it has a central path protected on both sides by railings and raised from street level so that there are steps leading to the promenade. Its iron lampposts were restored to give the park its original colonial appearance.
Along one side of the avenue are trees providing shade and cool air. There are stone benches where you can sit facing the sea and watch the port activity.
It's nice to see that the tram lines that used to run through there are still preserved. Seeing the car made me want to take a ride in it and complete the magic of feeling like I'm two centuries ago.
In the center of the avenue, there is a marble column that stands out because it is protected by a fence, as it is considered a monument. It was once a fountain, but only the beautiful central column remains.
This column dates from 1847 and was erected in honor of the Spanish Navy. It has many high reliefs depicting the city's coat of arms, flags, the Spanish crown, weapons, and military trophies. At the top is a sculpture of a lion holding a scroll, signifying the Spanish power of that time. On each of the four sides of the column is a lion's head, water emanating from its mouth and falling onto shells, which are still present.
To my surprise, I came across a life-size sculpture of our poet Nicolás Guillen, who was frequently inspired by the sea from this promenade.
On one side of the Alameda, I was pleased to find two sculptures of beloved Mexican musicians, Agustín Lara and Pedro Vargas. The two are as close as they were in life because they were close friends.
We Cubans strongly identify with Mexican music; these two musicians are beloved in our country, which is why they were placed in one of Havana's main locations to forever honor them.
This promenade is very beautiful. On one side, we enjoy the sea, and on the other, the colonial city with its restored buildings and green parks that beautify and purify the surroundings.
Walking along this promenade means contemplating the sea, the docks, and the boats entering and leaving the bay, all the way, while we enjoy its scent and the breeze that refreshes us on the hottest days.
I invite you to discover this treasure of Old Havana. It's an enriching experience, and I assure you, you'll feel recharged.
Have a good trip!
See you soon!
Historical data was found on this site.
VERSIÓN EN ESPAÑOLEl paseo de la Alameda de Paula en el casco histórico de La Habana
Hola amigos viajeros hoy quiero invitarlos a conocer la Alameda de Paula, un paseo muy cerca de la bahía, en el mismo corazón del casco histórico de La Habana.
La Alameda de Paula fue construida en 1777 destinado a la recreación y el esparcimiento de la clase social adinerada, siendo el primer paseo arbolado de Cuba.
Su nombre Alameda se debe a que se sembraron gran cantidad de álamos para crear un espacio verde que ayudara a purificar el aire. Y al situarse a partir de la iglesia de San Francisco de Paula tomó su nombre.
Es un hermoso paseo que corre a lo largo de la avenida del puerto. Disfruto mucho la armonía de su diseño, tiene un camino central protegido por ambos laterales con rejas y levantado del nivel de la calle de forma que hay escalinatas para acceder al paseo. Sus farolas de hierro fueron restauradas para que el parque tuviera su aspecto colonial inicial.
A lo largo de uno de sus laterales están los arboles brindando su sombra y frescor, hay bancos de piedra en los que uno puede sentarse frente al mar y observar la actividad portuaria.
Es bonito ver que aún se conservan las líneas del tranvía que pasaba por ahí. Ver el coche me dio deseos de pasear en él y completar la magia de sentirme en dos siglos atrás.
En el centro del paseo hay una columna de mármol que llama la atención porque está enrejada para su protección debido a que es considerado un monumento, antiguamente era una fuente, pero solo queda la columna central de gran belleza.
Esta columna data de 1847, fue erigida en honor a la marina española. Tiene muchos altorrelieves que representan el escudo de la ciudad, banderas, la corona española, armas y trofeos militares. En la cima hay una escultura de un león sosteniendo un pergamino, significando el poderío español de esa época.
En cada uno de los cuatro lados de la columna hay una cabeza de león por la cual emanaba agua de sus bocas que caía sobre unas conchas, que aún están presentes.
Para mi sorpresa me encontré con la escultura de tamaño natural de nuestro poeta Nicolás Guillen, a quien el mar desde este paseo le inspiraba con frecuencia.
A un lateral de la Alameda me gustó encontrarme con dos esculturas de músicos mexicanos muy queridos, Agustín Lara y Pedro Vargas. Ambos están muy cerca como lo estuvieron en vida porque eran excelentes amigos.
Los cubanos estamos muy identificados con la música mexicana, estos dos músicos son muy queridos en nuestro país por eso se les colocó en uno de los principales sitios de La Habana para homenajearlos siempre.
Este Paseo es muy hermoso, por un lateral disfrutamos del mar y por el otro la ciudad colonial con sus edificios restaurados, sus parques verdes que embellecen y purifican el entorno.
Caminar por este paseo es contemplar en todo su recorrido el mar, los muelles, los barcos que entran y salen de la bahía, mientras disfrutamos de su olor y su brisa que nos refresca en los días más calurosos.
Te invito a conocer este tesoro de La Habana Vieja, es una experiencia enriquecedora, te aseguro que te sentirás con energías renovadas.
Buen viaje!
¡Hasta pronto!