Luego de salir del trabajo debía ir a hacer algunas diligencias sin pasar por casa para almorzar, y como tampoco tenía tiempo para irme a algún sitio de comida rápida, opté por pasar por una de las tiendas que venden empanadas y chipás para comprar algo que me mantuviera con vida (si, con vida, porque al estar en ayuno desde la noche anterior, sin desayunar, ya luego de la una empiezo a desfallecer).
Compré 3 empanadas argentinas (lo que los venezolanos llamamos pastelitos) y la verdad para ser la primera vez que las compraba en esta franquicia, la experiencia fue como para repetirla. Cuando las he comido, pero en otros locales, siempre me voy por la opción segura del jamón y queso, y también he probado las que son con cebolla y queso roquefort, que son realmente deliciosas.
Estas empanadas son más pequeñas que las venezolanas, además que son horneadas y no fritas, y algunas son hechas con masa de hojaldre, lo que les da una crocancia extra en cada bocado. Yo ese día me decidí por sabores diferentes a mis opciones habituales, así que compré una de pollo, una de jamón y queso (por las dudas) y otra de humita, porque aunque he escuchado sobre esta comida, nunca la había probado.
Me gustó que el relleno está desde el primer bocado hasta el último, además que en el caso del pollo era jugoso y no seco. Con la humita, la experiencia fue sublime, pues era como comer un bollo ¡dentro de una empanada!
Lo mejor es que las pude comer en el trayecto del tren, así que cuando llegué a mi destino ya iba con las energías recargadas y logré hacer todo lo pendiente en el tiempo justo para regresar a casa y entrar en mi segundo turno laboral. Así que si no tienes tiempo de cocinar, estas empanadas son una salida rápida, fácil y más económica que otras, para hacerte de una comida que te sustente el estómago y también el corazón.
Inglés
After leaving work I had to run some errands without going home for lunch, and since I didn't have time to go to a fast food place, I opted to stop by one of the stores that sell empanadas and chipás to buy something to keep me alive (yes, alive, because being fasting since the night before, without breakfast, and after one o'clock I start to faint).
I bought 3 Argentine empanadas (what we Venezuelans call pastelitos) and the truth is that for the first time I bought them in this franchise, the experience was like to repeat it. When I have eaten them, but in other places, I always go for the safe option of ham and cheese, and I have also tried the ones with onion and Roquefort cheese, which are really delicious.
These empanadas are smaller than the Venezuelan ones, plus they are baked and not fried, and some are made with puff pastry dough, which gives them an extra crunchiness in every bite. That day I decided to go for flavors different from my usual options, so I bought a chicken one, a ham and cheese one (just in case) and a humita one, because although I have heard about this food, I had never tried it.
I liked that the filling is there from the first bite to the last, plus in the case of the chicken it was juicy and not dry. With the humita, the experience was sublime, as it was like eating a bun inside an empanada!
The best thing is that I could eat them on the train ride, so when I arrived at my destination I was already recharged and I managed to do everything I had to do in time to return home and start my second shift at work. So if you don't have time to cook, these empanadas are a quick, easy and more economical way to make a meal that will sustain your stomach and also your heart.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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