Looking back, moving forward.
When you have a child with autism sometimes you feel that nothing is enough, you see the days pass, the years, he grows but we get old and tiredness appears with many fears that I always avoid talking.
Days ago, I read again and again the proposal of the #ladieofhive community, days ago I reviewed it and looked back.
My achievements, when I ask me curriculum I always think about what defines me, who am I? And although I only write norms: poet, my interior shouts: mother and poet. So if they tell me about achievements and look back, I can only confess that my greatest achievements are where Dylan is.
From that first challenge to learn to go to the bathroom and not to urinate in the clothes until it would remain sitting a few minutes. In the children's circle they told him "the walker" because all the time he was trying to escape his living room to go to the patio or another room. Getting still a battle, but we did it.
His dad taught him to sleep in his bed, until that moment we had not managed to sleep one night, he did not sleep day or night, unless he remained loaded, that, it was another great challenge achieved.
Over the years the challenges did not diminish, quite the opposite, each age brings new goals, the preschool where he should tear, cut, make strokes, how to achieve it?, With a child who does not remain sitting more than a few seconds, a child who does not look you in the eye.
One more challenge and another and another, little by little, day after day, month after month, on many occasions we received the help of your therapist, others had to achieve them at home.
Constancy and effort, will, to cry and try again. They are teachings that I owe my son, yes, because while I was trying to teach him, he guided me towards learning that without his help would never have achieved. I have a friend who always compared me with an animated whose character was a child who left everything in the middle, that's why I thank Dylan because while I thought I was already teaching him, he made me understand my life lessons.
I am a shy and very quiet person, for him I learned to make my way, to be heard, I learned to claim my rights, I learned to be the word that he does not say.
The challenges continue to appear, being a teenager is a challenge for any human being but for a person with autism is even more difficult, it is difficult to explain to himself all the changes and feelings that come uncontrollable on our bodies, about our feeling.
But I know that together we can continue to grow because with his hand in mine we learn to make the way.
Thanks for this opportunity. I leave my sincere hug and my wishes that never stop dreaming of new goals.
Mirando atrás, avanzando. Cuando tienes un hijo con autismo a veces sientes que nada es suficiente, ves los días pasar, los años, él crece pero nosotros envejecemos y el cansancio aparece junto a muchos temores de los que siempre evito hablar.
Hace días, leo una y otra vez la propuesta de la comunidad #ladieofhive, hace días lo repaso y he mirado atrás.
Mis logros, cuando me piden currículum siempre pienso en lo que me define, ¿quién soy?, y aunque por normas solo escribo: poeta, mi interior grita: madre y poeta. Así que si me hablan de logros y de volver la mirada atrás, solo puedo confesar que mis mayores logros están donde está Dylan.
Desde ese primer reto para que aprendiera a ir al baño y no orinarse en la ropa hasta hacer que permaneciera sentado unos minutos. En el círculo infantil le decían "el caminante" porque todo el tiempo estaba intentando escapar de su salón para irse al patio o a otro salón. Hacer que permaneciera quieto era toda una batalla, pero lo logramos.
Su papá le enseñó a dormir en su cama, hasta ese momento no habíamos logrado dormir una sola noche, él no dormía de día ni de noche, a menos que permaneciera cargado, ese, fue otro gran reto logrado.
Con los años los retos no disminuyeron, todo lo contrario, cada edad trae consigo nuevas metas, el prescolar donde debía rasgar, recortar, hacer trazos, ¿cómo lograrlo?, con un niño que no permanece sentado más de unos segundos, un niño que no te mira a los ojos.
Un reto más y otro y otro, poco a poco, día tras día, mes tras mes, en muchas oportunidades recibimos la ayuda de su terapeuta, otras debimos lograrlas en casa.
Constancia y esfuerzo, voluntad, para llorar y volverlo a intentar. Son enseñanzas que le debo a mi hijo, sí, porque mientras yo intentaba enseñarle, él me guiaba hacia un aprendizaje que sin su ayuda quizás nunca hubiese logrado. Tengo una amiga de estudios que siempre me comparaba con un animado cuyo personaje era un niño que todo lo dejaba a la mitad, por eso doy gracias a Dylan pues mientras yo creía enseñarle ya él me hacía entender mis lecciones de vida.
Soy una persona tímida y muy callada, por él aprendí a abrirme camino, a ser escuchada, aprendí a reclamar mis derechos, aprendí a ser la palabra que él no dice.
Los retos continúan apareciendo, ser adolescente es un reto para cualquier ser humano pero para una persona con autismo es aún más difícil, es complicado explicarse a sí mismo todos los cambios y sentimientos que llegan incontrolables sobre nuestros cuerpos, sobre nuestro sentir.
Pero sé que juntos podemos seguir creciendo porque con su mano en la mía aprendemos a hacer el camino.
Gracias por esta oportunidad. Les dejo mi abrazo sincero y mis deseos de que no dejen nunca de soñar nuevas metas.
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