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"A cold orange October night, an old, eerie house surrounded by tall trees under a haunting orange full moon. Fog gently encircles the house, casting an ominous shadow on the walls."
Saludos a todos los miembros de Spooky Zone. Hoy quiero compartirles una experiencia paranormal con la que más allá de formar parte del escalofriante desafío que nos trae Hivebuzz, deseo poder darte “un susto diferente”, así que vamos allá:
Para mí, es imposible olvidarla…
Cómo el frío de aquel 31 octubre, tenía ese poder de colarse por todos lados. Y es que la casa de mis abuelos, más que vieja “era diferente”, aunque también quedaba muy alejada del pueblo de Tibeth (donde solía estudiar):
Como si la naturaleza conspirara para que estuviese alejada de todo lo mundano, porque casi siempre estaba envuelta en árboles que rodeaban la entrada, excepto por las veces en las que mis abuelos solían mandarlos a cortar para despejar la vista (pero realmente son muy pocos los recuerdos que tengo de esos días)… Y aunque crecí allí, siempre supe que había “algo inexplicable” habitando sus paredes.
Y precisamente, aquel martes el aire en la casa tenía un olor a bosque húmedo (y también como a hojas resecas), todo mientras una luna de un naranja intenso iluminaba el cielo. Desde Tibeth hasta lo más alto de la colina.
Aún puedo recordar cómo ese color naranja era lo que más resaltaba en aquella interminable noche.
Pero, a las 10:10, recuerdo cómo desperté sudando de mi sueño y cómo precisamente esa fue la hora que marcaba el reloj cuando mi abuela llamó (con una voz que noté un poco temblorosa), para pedirme que regresara a ayudarla, porque “algo estaba ocurriendo en casa”.
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"Inside an aged, dimly lit house, cracked walls and an unsettling aura. The orange moonlight filters through dusty windows, illuminating cobwebs in the corners. Shadows seem to dance along the walls, mysterious and haunting."
Y aunque no le entendí muy bien todo lo que me contaba, si entendí que “era urgente”, por lo que empaqué solo lo necesario para volver, encendí mi moto y partí a casa.
Te confieso que, al entrar, la imagen que tenia de aquel lugar quedó destruida por una nueva realidad:
Aquel lugar ahora estaba lleno de grietas y paredes encorvadas con un aspecto que mutaba ante los ojos de una intensa luna llena… y también naranja. Aunque lo que más me impacto no fue eso, sino la extraña energía que me envolvía y que al mismo tiempo hacía que aquellas grietas cambiasen de tamaño. Algo que, en todos los años viviendo allí nunca había notado.
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"A blond elderly woman in a dark room with trembling hands sits in an old peach-colored armchair, her expression full of fear, gazing at a blond young man. A faint, eerie glow surrounds them, the room filled with dark energy."
Mientras procesaba todo lo que estaba viendo, pude darme cuenta dónde estaba ella... mi abuela. Estaba sentada en ese sillón de color durazno que tanto le gustaba y comiendo “salmiakki” frente a la chimenea (algo que todos los martes no podía faltar). Pude ver también cómo sus manos temblorosas acomodaban una pequeña vela que tenía al lado y sobre una mesa.
“Abuela, estoy aquí”… Es Viktor.
Cuando ella se volteó hacia mí, pude ver un brillo en su mirada que no había visto hace mucho tiempo. Pero no reflejaba alegría, sino un profundo miedo:
“Las sombras… Han vuelto” -murmuró-.
Y es que no había terminado de escuchar esas palabras, cuando sentí un escalofrío recorrer toda mi espalda. Algo que me hizo recordarlas. Aquellas sombras de mi niñez, sombras más densas y oscuras que la noche, sombras que no acompañaban a nadie, pero que sin embargo se movían con una voluntad indomable. Deslizándose por las paredes y desapareciendo cuando intentaban tocarlas:
Recuerdo que “eran muy traviesas” -le respondí-.
Mi abuela se levantó de su sillón para tomarme de las manos (y pude sentir cómo sus dedos estaban fríos como el hielo).
“Escúchalas… Antes susurraban, pero ahora hablan”
Sí, eso intento.
Aunque esa noche, el silencio eran tan intenso como la luna.
“Es mejor que subamos a descansar Viktor, mañana será otro día”.
-Asentí mientras me dirigía con mi abuela al segundo piso.-
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"A dark shadow with vague human features, twisted and distorted, crawls up walls and curtains, moving with an unsettling fluidity. The shadow appears alive, filling the space with an eerie, almost familiar presence."
Y aunque intenté dormir para descansar del viaje, mis pensamientos esa noche me lo impedían, me hacían recordar cómo siendo solo un niño podía sentir esa oscuridad que tenían las sombras que habitaban la casa y cómo estas siempre se deslizaban por el suelo, cómo me hacían despertar temblando de aquellas pesadillas que siempre me generaban.
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"A chilling close-up of a dark, whispering shadow pressing its cold energy into a young blond man's mind. A mix of a blond childhood memories, broken promises, and deep sadness is visible in faint, ghostly imagery around them."
Fue en ese entonces, que de repente escuche un suave murmullo. Pensaba que era mi abuela, pero estaba equivocado, porque mientras más y más enfocaba de dónde provenía ese murmullo, pude darme cuenta de que la voz se sentía diferente, era cómo “si la misma oscuridad me estuviese hablando”. Por lo que salí de mi habitación para bajar rápidamente las escaleras, mientras que, al mismo tiempo, cada peldaño que pisaba rechinaba con más y más intensidad…
Hasta que llegué a la sala y ese chirrido se hizo más fuerte, sin embargo, no había nadie allí, solo el eco que el mismo sonido generaba y que invadía cada rincón de aquel lugar. Y fue allí donde pude verla:
Una de las muchas sombras que habitaban la casa.
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"A blond man stands frozen in fear as a shadowy figure extends a dark ghostly hand toward him. The shadow's face is partially formed, expressionless yet hauntingly familiar."
Tenía una presencia perturbadora y se retorcía constantemente, como si intentase escapar de algo o de alguien. Mientras la seguía con la mirada, se deslizaba por todos lados… por las paredes, por el suelo y hasta trepaba por las cortinas, y cuanto más lo hacía, más podía sentir cómo mi corazón latía más y más. Sentía algo muy extraño por ella, “sentía que la conocía”.
¿Me recuerdas? -le pregunté con voz baja-
Aunque se deslizaba con gran rapidez, la sombra se detuvo cuando escucho mis palabras. Mientras que al mismo tiempo se acercaba hacia mí, extendiéndose sigilosamente hasta alcanzar mis pies. Sentí su tacto frío, y por un segundo, me pareció ver un rostro formándose, en donde debería de estar su rostro… había algo que me era familiar y casi humano, pero sin reflejar Ningún tipo de expresión o emociones.
-¿Quién eres?- le susurré.
La sombra no me respondió, pero fue cuestión de segundos para que invadiera mi mente con su energía oscura y pudo dejarme ver lo que yo había enterrado en mí…
A un niño temeroso que siempre se escondía bajo las cobijas cuando sus abuelos discutían a gritos, también a algunos muñecos de madera que tenía y con los que solía hablar buscando consuelo, también pude ver muchas promesas rotas que me marcaron, me veía a mí mismo como esa sombra, ocultándome, refugiándome es la más profunda oscuridad cuando vivir en el mundo real “era demasiado para mi” o cuando caía la noche y todo lo que había hecho en el día era llorar.
Aunque solo éramos la sombra y yo, pude sentir cómo una brisa helada se colaba e invadía toda la sala. Luego, un susurro junto a mi oído:
“¿Truco o trato?”… -Si has regresado, tienes que decidir- susurró la sombra con una voz aguda y escalofriante.
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"In a room filled with eerie silence a shadowy figure whispers 'Trick or Treat?' to a fearful blond man. Dark energy surrounds them, with shadows wrapping around his legs."
Al escucharla intenté retroceder, pero mis pies no se movían, parecían pegados al suelo. La sombra me rodeaba, extendiéndose por mis piernas y enredándome como una enorme y negra raíz hacia el suelo, sin embargo, mientras cerraba mis ojos (para obligarme a mantener la calma), aún podía seguir escuchando aquella voz.
“¿Por qué huyes de mí?... si soy tu silencio, tu secreto, tu miedo”.
Mientras aquella sombra repetía una y otra vez la misma pregunta, podía sentir cómo una gran presión en mi pecho se hacía más intensa dentro de mí.
“Trato” -respondí.-
Al abrir mis ojos, pude notar cómo la sala seguía vacía. La sombra se había desvanecido, sin embargo, podía sentir un extraño vacío en mi interior, era como si en aquel momento hubiese perdido una parte de mí, pero una parte que nunca había podido comprender… Y aunque esa noche decidí no dormir, sentado en el sillón de mi abuela podía ver cómo aquella intensa luna naranja seguía iluminando Tibeth y sus alrededores, solo que el frío ya no era como antes.
Mientras me distraía viendo el horizonte, “pude sentir algo que llamó mi atención”, algo que de una forma diferente me llamaba.
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"A cold orange sunrise casts long shadows across a silent, foggy landscape. In the distance, a small child like shadow figure hides behind a tree, observing a mansion with a haunting presence."
Se movía muy cerca de los árboles que rodeaban la casa y en la penumbra de aquella noche, aunque era muy pequeña, ya sabía quién me observaba, era la sombra de un niño (como de unos 10 años)… Era mi sombra de aquella edad.
Y antes de que si quiera pudiese decir alguna palabra, pude ver cómo esa pequeña sombra se escondía dentro de uno de los árboles. En ese preciso momento comprendí que “algunos secretos no mueren”, sino que regresan como un eco… Uno que al final de cada octubre siempre vuelve por “algo que dejamos atrás”.
Las imágenes fueron creadas con la AI de Leonardo.
El collage y Banner fueron realizados con Canva (versión gratuita).
La traducción fue realizada con DeepL.com (versión gratuita).
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"A cold orange October night, an old, eerie house surrounded by tall trees under a haunting orange full moon. Fog gently encircles the house, casting an ominous shadow on the walls."
Greetings to all Spooky Zone members. Today I want to share with you a paranormal experience with which, beyond being part of the creepy challenge that Hivebuzz brings us, I wish I could give you “a different scare”, so let's go there:
For me, it's impossible to forget it...
How the cold of that October 31, had the power to sneak in everywhere. And the fact is that my grandparents' house, more than old, “was different”, although it was also far away from the town of Tibeth (where I used to study):
As if nature conspired to keep it away from everything mundane, because it was almost always wrapped in trees surrounding the entrance, except for the times when my grandparents used to send them to cut them down to clear the view (but really there are very few memories I have of those days)... And although I grew up there, I always knew that there was “something inexplicable” inhabiting its walls.
And precisely that Tuesday, the air in the house had a damp forest smell (and also like parched leaves), all while a bright orange moon illuminated the sky. From Tibeth to the top of the hill.
I can still remember how that orange color was what stood out the most in that endless night.
But, at 10:10, I remember how I woke up sweating from my sleep and how that was precisely the time the clock showed when my grandmother called (with a voice that I noticed a little shaky), to ask me to come back to help her, because “something was happening at home”.
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"Inside an aged, dimly lit house, cracked walls and an unsettling aura. The orange moonlight filters through dusty windows, illuminating cobwebs in the corners. Shadows seem to dance along the walls, mysterious and haunting."
And although I did not understand very well everything she told me, I understood that “it was urgent”, so I packed only what I needed to return, started my bike and left for home.
I confess that, when I entered, the image I had of that place was destroyed by a new reality:
That place was now full of cracks and curved walls with an aspect that mutated before the eyes of an intense full moon… and also orange. Although what impacted me the most was not that, but the strange energy that enveloped me and that at the same time made those cracks change their size. Something that, in all the years living there, I had never noticed before.
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"A blond elderly woman in a dark room with trembling hands sits in an old peach-colored armchair, her expression full of fear, gazing at a blond young man. A faint, eerie glow surrounds them, the room filled with dark energy."
As I processed everything I was seeing, I realized where she was... my grandmother. She was sitting in that peach-colored armchair she loved so much and eating “salmiakki” in front of the fireplace (something she couldn't miss every Tuesday). I could also see how her trembling hands were arranging a small candle she had next to her and on a table.
“Grandma, I'm here... It's Viktor”.
When she turned to me, I could see a look in her eyes that I hadn't seen for a whlile. But it didn't reflect joy, but deep fear:
“The shadows... They're back,” she murmured.
And I hadn't finished listening to those words, when I felt a shiver run down my back. Something that made me remember them. Those shadows of my childhood, shadows denser and darker than the night, shadows that accompanied no one, but nevertheless moved with an indomitable will. Sliding down the walls and disappearing when they tried to touch them:
I remember, “They were very naughty,” I replied.
My grandmother got up from her armchair to take my hands (and I could feel how her fingers were cold as ice).
“Listen to them... They used to whisper, but now they talk.”
Yes, I try to.
Although that night, the silence was as intense as the moon.
“We'd better go upstairs and rest Viktor, tomorrow will be another day.”
-I nodded as I headed with my grandmother to the second floor-.
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"A dark shadow with vague human features, twisted and distorted, crawls up walls and curtains, moving with an unsettling fluidity. The shadow appears alive, filling the space with an eerie, almost familiar presence."
And although I tried to sleep to rest from the trip, my thoughts that night prevented me from doing so, they made me remember how being just a child I could feel that darkness that the shadows that inhabited the house had and how these always slid across the floor, how they made me wake up trembling from those nightmares that they always generated in me.
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"A chilling close-up of a dark, whispering shadow pressing its cold energy into a young blond man's mind. A mix of a blond childhood memories, broken promises, and deep sadness is visible in faint, ghostly imagery around them."
It was then that I suddenly heard a soft murmur. I thought it was my grandmother, but I was wrong, because the more and more I focused on where the murmur was coming from, I realized that the voice felt different, it was as if “the darkness itself was talking to me”. So I left my room to quickly go down the stairs, while, at the same time, each step I stepped on creaked with more and more intensity...
Until I reached the living room and that squeaking became louder, however, there was no one there, only the echo that the same sound generated and that invaded every corner of that place. And it was there where I could see her:
One of the many shadows that inhabited the house.
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"A blond man stands frozen in fear as a shadowy figure extends a dark ghostly hand toward him. The shadow's face is partially formed, expressionless yet hauntingly familiar."
It had a disturbing presence and was constantly writhing, as if trying to escape from something or someone. As I followed her with my eyes, she slithered everywhere... along the walls, across the floor and even climbed up the curtains, and the more she did it, the more I could feel my heart beating more and more. I felt something very strange for her, “I felt like I knew her”.
Do you remember me? -I asked in a low voice-.
Although she was gliding with great speed, the shadow stopped when she heard my words. While at the same time it approached me, stealthily stretching out until it reached my feet. I felt its cold touch, and for a second, I thought I saw a face forming, where his face should be... there was something familiar and almost human, but without reflecting any kind of expression or emotions.
Who are you?, -I whispered-.
The shadow didn't answer me, but it was a matter of seconds for it to invade my mind with its dark energy and let me see what I had buried in me...
A fearful child who always hid under the covers when his grandparents argued loudly, also some wooden dolls I had and used to talk to for comfort, I could also see many broken promises that marked me, I saw myself as that shadow, hiding, taking refuge in the deepest darkness when living in the real world “was too much for me” or when night fell and all I had done in the day was cry.
Even though it was just me and the shadow, I could feel an icy breeze creep in and invade the entire room. Then, a whisper next to my ear:
“Trick or treat?”... -If you're back, you have to decide- whispered the shadow in a high-pitched, chilling voice.
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"In a room filled with eerie silence a shadowy figure whispers 'Trick or Treat?' to a fearful blond man. Dark energy surrounds them, with shadows wrapping around his legs."
Hearing it, I tried to move back, but my feet didn't move, they seemed glued to the ground. The shadow surrounded me, stretching across my legs and entangling me like a huge, black root to the ground, yet as I closed my eyes (to force myself to remain calm), I could still continue to hear that voice.
“Why are you running away from me... if I am your silence, your secret, your fear”.
As that shadow repeated the same question over and over again, I could feel a great pressure in my chest growing more intense inside me.
“Treat,” -I answered-.
When I opened my eyes, I could notice how the room was still empty. The shadow had vanished, however, I could feel a strange emptiness inside me, it was as if at that moment I had lost a part of me, but a part that I had never been able to understand... And although that night I decided not to sleep, sitting on my grandmother's armchair I could see how that intense orange moon was still illuminating Tibeth and its surroundings, only the cold was no longer as before.
While I was distracted watching the horizon, “I could feel something that caught my attention”, something that in a different way was calling me.
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"A cold orange sunrise casts long shadows across a silent, foggy landscape. In the distance, a small child like shadow figure hides behind a tree, observing a mansion with a haunting presence."
It was moving very close to the trees that surrounded the house and in the darkness of that night, although it was very small, I already knew who was watching me, it was the shadow of a child (about 10 years old)... It was my shadow at that age.
And before I could even say a word, I could see how that little shadow was hiding inside one of the trees. At that precise moment I understood that “some secrets don't die”, but come back as an echo... One that at the end of every October always comes back for “something we left behind”.
Images created in LeonardoAI.
Collages and Banner made in Canva.
Translation made with DeepL.com (free version).
Posted Using InLeo Alpha
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