Felicitaciones otra vez.
Tiene razón, es la costumbre tocar Alma Llanera para despedir la fiesta.
Pero yo guardo un recuerdo de una fiesta dónde estaba bailando todo el mundo y nadie quería irse. Pusieron el Alma Llanera y nadie abandonó la pista. Nadie, la tocaron tres veces.
Nos fuimos, los hombres arrastrando las chaquetas y las corbatas con el nudo en el ombligo y las mujeres descalzas, zapatos en mano.
Claro que tocaba La Billos. Tres veces
Salud y felicidad.