Hello, friends of Humanitas.
The idea of what I was going to write today was completely different from what I'm actually going to write.
The change came about after reading the daily challenges suggested by the community. I really liked today's.
How do I deal with the inexplicable?
Previously, for professional reasons, I questioned everything, just as science and philosophy dictate, we should.
Questioning everything isn't bad. The bad thing is wanting to find an answer to everything, since not everything has an answer.
Science has not yet been able to explain the water anomaly. Science has managed to understand the process and molecular structure of water; but it has not found the answer to why this happens.
Because it shouldn't happen.
In religions themselves, like the Catholic Church, for example, there are many questions that have no answers. Well, at least, no answer other than that it's one of the "mysteries of faith."
Faith. Another inexplicable thing. We have it even if we don't want it, even if we don't know it.
Before, I took the search for answers very seriously. But at some point, when I couldn't find the answer, or at least not the answer I wanted or was looking for, it began to affect me emotionally.
So I made what I believe to be the smartest decision: to let go.
I don't need to know the reason why comets pass by Earth from time to time, or why the computer, which was broken, suddenly started working as if it had never been broken.
Computer technicians say: if it works, don't touch it. And that works for life.
There are and will be thousands of inexplicable things, like why we keep destroying our planet. We can't fight the inevitable. On the contrary.
They exist, and I don't need the answer. I leave that job to someone else. I will strive, with all my being, to be a better person and try to make this world an even happier place.
Versión en español
Hola, amigos de Humanitas.
La idea de lo que iba a escribir hoy era completamente distinta a lo que en realidad voy a escribir.
El cambio se debió a la lectura de los desafíos diarios, sugeridos en la comunidad. El de hoy, me gustó mucho.
¿Cómo me enfrento ante lo inexplicable?
Anteriormente, por una cuestión profesional, cuestionaba todo, tal y como indica la ciencia y la filosofía, que hay que hacer.
Cuestionarlo todo no está mal. Lo malo reside en querer encontrarle una respuesta a todo, ya que no todo tiene respuesta.
Aún la ciencia no ha logrado explicar la anomalía del agua. La ciencia ha logrado entender en qué consiste el proceso y la estructura molecular del agua; pero no ha encontrado la respuesta del por qué esto sucede.
Ya que no debería suceder.
En las propias religiones, como la católica para poner un ejemplo, hay muchas preguntas que no tienen respuestas. Bueno, al menos, otra respuesta que no sea que es uno de los “misterios de la fe”.
La fe. Otra cosa inexplicable. La tenemos incluso aunque no querramos, aunque no lo sepamos.
Anteriormente me tomaba muy a pecho la búsqueda de las respuestas. Pero llegado un momento, al no encontrar la respuesta o al menos no la respuesta que yo deseaba o buscaba,esto llegó a afectarme emocionalmente.
Así que tomé la decisión que creo más inteligente: dejar ir.
No tengo por qué saber la razón de por qué los comegas pasan cada cierto tiempo por la Tierra, ni por qué la computadora, que estaba rota, de buenas a primera comenzó a funcionar, como si nunca hubiera estado rota.
Los técnicos informáticos dicen: si funciona, no lo toques. Y eso funciona para la vida.
Existen y existirán miles de cosas inexplicables, como por qué seguimos destruyendo nuestro planeta. No podemos luchar contra lo inevitable. Al contrario.
Existen y no necesito la respuesta. Ese trabajo se lo dejo a otro. Yo me esforzaré, con todo mi ser, en ser mejor persona y tratar de convertir este mundo en un lugar más feliz todavía.