Rafael Rivero Oramas was a Venezuelan writer whose career focused mainly on children's literature. However, he was also a journalist, a quality that served as an impulse to transmit the oral tradition of his nation. His radio program "Tales of Uncle Nicolas" where he played the role of an old peasant, was very popular because he dramatized the fables of Uncle Tiger and Uncle Rabbit, characters of the author Antonio Arráiz. He also directed and published the first children's magazines in the country, contributing to literacy and culture.
The book I am sharing today is entitled The White Tapir, a work that takes place in the state of Bolivar, specifically in the Guayana natural reserve, a jungle area where there is a great variety of flora and fauna. The story presents a group of researchers, among them the photographer Matías Rivas, who go into unexplored places trying to find specimens never seen before in order to capture them and bring them to civilization.
One day, a gray tapir, which they had in captivity, is stolen from the camp and other supplies disappear. Rivas begins an exhaustive investigation to determine if the theft was carried out by a human or a very intelligent beast. Later, the photographer gets lost in the jungle following the tracks of a four-legged animal that he cannot immediately identify, but after a long chase he manages to spot a white tapir. In those aimless days, a peculiar character also appears, Andrés, a mestizo boy raised in an indigenous tribe, who adopted a nomadic way of life after being orphaned, he admits to being the thief who attacked the camp.
The group captures the albino tapir, a species never seen before due to its unusual color, and they are taken to Ciudad Bolivar. Clearly, the novel appeals to the collective imagination, presenting the jungle as a refuge for enigmatic and marvelous species and beings. But I also consider that the language used is not suitable for children under 10 years of age because scientific discourses are inserted and some references are used that may be complex at a certain age.
Beyond the story, the interesting thing about this proposal is that the narration makes us feel in the middle of a botany class, where plants and flowers are identified and it is also informed what they are used for and even if they are poisonous. Zoology also makes itself felt by presenting several animals that live in the jungle and their most outstanding characteristics. The use of reality to support the story shows that the author has knowledge of this environment, which accentuates the verisimilitude of the work.
The White Tapir also offers illustrations by Laura Liberatore, a designer who was able to capture relevant scenes so that children and young readers are guided in their reading and, in this way, understand in a simpler way what this story is about. Of course, the substantial part remains in the words, but accompanying with images is the best strategy to encourage children to read.
I enjoyed reading this work because the author concentrates on conceiving a fascinating environment with a tense atmosphere full of dangers. Entering a jungle can be as attractive as traveling to the bottom of the sea or the confines of space, the unknown remains a challenge for literary fiction and here Rivero Oramas manages to capture the attention by creating a novel where the reader must join the expedition.
Versión en EspañolRafael Rivero Oramas fue un escritor venezolano, cuya carrera se enfocó principalmente en la literatura infantil. Sin embargo, también fue periodista, cualidad que sirvió de impulso para transmitir la tradición oral de su nación. Su programa radial "Los cuentos del tío Nicolás" donde, personificaba a un anciano campesino, fue muy popular porque dramatizaba las fábulas de Tío Tigre y Tío Conejo, personajes del autor Antonio Arráiz. Además, dirigió y publicó las primeras revistas para niños en el país, contribuyendo a la alfabetización y la cultura.
El libro que hoy comparto se titula La danta blanca, obra que se desarrolla en el estado Bolívar, específicamente en la reserva natural de Guayana, zona selvática donde existe una gran variedad de flora y de fauna. La historia presenta a un grupo de investigadores, entre ellos el fotógrafo Matías Rivas, que se interna en lugares inexplorados tratando de encontrar especímenes nunca vistos para capturarlos y llevarlos ante la civilización.
Cierto día, en el campamento se produce el robo de una danta gris, que tenían en cautiverio y desaparecen otras provisiones. Rivas empieza una exhaustiva investigación para determinar si la sustracción la realizó un humano o una fiera muy inteligente. Posteriormente, el fotógrafo se pierde en la selva por seguir las huellas de un cuadrúpedo al que no logra identificar de inmediato, pero tras una larga persecución logra divisar una danta blanca. En esos días sin rumbo, también aparece un personaje peculiar, Andrés, un niño mestizo criado en una tribu indígena, que adoptó un modo de vida nómada luego de quedar huérfano, él admite ser el ladrón que atacó el campamento.
El grupo captura a la danta albina, especie nunca antes vista debido a su inusual color, y se produce el traslado hacia Ciudad Bolívar. De manera evidente, la novela apela al imaginario colectivo, presentando a la selva como refugio de especies y seres enigmáticos y maravillosos. Pero también considero que el lenguaje planteado no es adecuado para niños menores de 10 años porque se insertan discursos científicos y se utilizan algunos referentes que pueden resultar complejos a cierta edad.
Más allá de la historia, lo interesante de esta propuesta es que la narración nos hace sentir en medio de una clase de botánica, donde se identifican plantas y flores y además se informa para qué sirven e inclusive si son venenosas. También la zoología se hace sentir al presentar varios animales que habitan en la selva y sus características más resaltantes. Recurrir a la realidad para sustentar la historia demuestra que el autor posee conocimientos sobre este ambiente lo que acentúa la verosimilitud de la obra.
La danta blanca también ofrece ilustraciones, las cuales estuvieron a cargo de Laura Liberatore, una diseñadora que supo captar escenas relevantes para que los niños y jóvenes lectores se guíen en su lectura y, de esta forma, comprendan de manera más simple de qué trata esta historia. Por supuesto que la parte sustancial permanece en las palabras, pero acompañar con imágenes es la mejor estrategia para incentivar a los niños a leer.
Me gustó la lectura de esta obra porque el autor se concentra en concebir un ambiente fascinante con una atmósfera tensa y llena de peligros. Adentrarse en una selva puede resultar tan atractivo como viajar al fondo del mar o a los confines del espacio, lo desconocido sigue siendo un desafío para la ficción literaria y acá Rivero Oramas logra capturar la atención creando una novela donde el lector debe unirse a la expedición.
✓Photos from my personal gallery, edited with Fotocollage.
✓Text translated with DeepL.
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✓Fotos de mi galería personal, editadas con Fotocollage.
✓Texto traducido con DeepL.
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