Hola, queridos amigos de #Literatos.
Hoy quiero compartir con ustedes unas glosas que parí con sangre y lágrimas por mi Cuba.
Son cuatro décimas y, para escribirlas, tomé estos cuatro versos del escritor cubano Carlos Esquivel:
...la sangre el cuerpo la tos los ojos también la sombra La muerte es la que nos nombra Perros ladrándole a Dios.
Aquí comparto mis glosas bajo el nombre:
DESDE UNA ISLA
Se quedó tan olvidada
la sangre el cuerpo la tos
sobre farsas de platós,
televisión caducada.
¡Venga toda la camada,
venga a comer mi costado!
La indiferencia se ha anclado
ya casi no duele el tiempo.
Viernes es el pasatiempo
de un Robinson olvidado.
Los ojos también la sombra
y la sonrisa fingida
van de excursión por la vida
donde ya alguien los renombra.
El sollozo no me asombra
lo que me consuela, -dice-
es que habrá quien te cotice
desde una hermana rivera:
tú debes cambiar de acera
y mi boca te bendice.
Madre, juro retomar
en mis manos tus arrugas
de nostalgias, tú conjugas
sin saber, el verbo amar.
No te lances a la mar
Anticlea, ata el deseo
de alcanzarme, yo braceo
hasta que el llanto descombra.
La muerte es la que nos nombra
y ha de nombrarme Odiseo.
Posible es que nunca se halle
la mujer que vende flores,
que atacaron burladores
los muchachos de mi calle.
Por libertad se amuralle
el miedo. Sangra despierta
la verdad. En la hora incierta
maldigo y les digo adiós.
Perros ladrándole a Dios
desde una antilla desierta.
ESTAS DÉCIMAS SON DE MI AUTORÍA Y LAS IMÁGENES FUERON CREADAS EN LUZIA