
El velo de la Luna
baña con su suave y fresco manto
a la mujer que ahoga el llanto
por el amor que no se queda.
mientras su voz detiene el canto,
sólo una oración silente; a su santo,
implorando que su amado vuelva.
por amarlo tanto
no la deja.
y al mismo tiempo se va su encanto
buscando paz en camposanto.