Palabras no dichas
Ella no podía decirlas,
prefería no hacerlo.
Tenía miedo de romper el silencio,
presagio de algún duelo.
¿Qué ganaría?... Nada.
Se había roto el anzuelo.
Él podría encerrarlas
y llevárselas lejos.
Eran suyas, ¡suyas!
No estaba preparada para dejarlas ir.
No tendría consuelo.
Su corazón dejaría de latir.
Las palabras no dichas
no serían más parte de su secreto.
Él podría oírlas,
podría arrebatárselas...
¿Qué sería de ella entonces?
Quedaría a su merced.
Quedaría atrapada.
Quedaría presa...
Créditos:
Los dos diseños son de mi propiedad, los realicé con el editor Canva.