Un cordial saludo para todos mis amigos de #greenzone. Primeramente darle las gracias a @marpasifico por tan bonita iniciativa y a @yuraimatc por su llamado a participar en ella , seguido enviarle mi más grata invitación a @elisabethswan para que se sume a este gran reto.
Siempre he sido amante de los animales, desde pequeña me cultivaron ese afán de protegerlos y amarlos incondicionalmente.
En mi infancia tuve una perrita llamada Diani ya les he hablado de ella anteriormente, me acompañó toda mi infancia y parte de la adolescencia. Luego de su triste pérdida mi abuelo me obsequió un nuevo cachorro a este le nombré Jeyco. Aquí se lo presento.
Demás está decir lo intranquilo y juguetón que era, sí, hablo en pasado porque ya no está con nosotros, pero a diario recordamos sus historias.
Recuerdo un día que iba a dar un pequeño paseo y de paso visitar a mis amigas y se me ocurrió la brillante idea de llevarlo conmigo, mi mamá como todos los padres al fin que intuyen el peligro me dijo: déjalo aquí que es peligroso, se va a caer . Se me había olvidado decirles que vivo frente a la carretera central, ya saben, tráfico el día entero.
Hice oídos sordos al consejo de mi mamá y lo monté en la cesta de la bicicleta, al principio todo marchaba bien, él iba muy curioso, todo lo miraba y no dejaba de sacar su pequeña lengua saboreando el aire fresco y cuanto olor se desprendía de las calles.
Recuerdo iba pasando una señora y comentó: Qué lindo perrito y que tranquilo va.
Ay Dios, no había terminado el elogio y ya Jeyco iba piso abajo, y corriendo por toda la carretera, se imaginan el susto, yo estacioné rápidamente la bicicleta y corrí detrás de él sin importarme los vehículos que venían, hasta que por fin le di captura, al mismo momento que un auto de la empresa telefónica frenaba ruidosamente frente a nosotros.
Créanme que fue uno de los sustos más grandes que he experimentado, luego de toda aquella aventura y que la adrenalina hiciera de las suyas no paraba de llorar, al final regresé con la bicicleta en mano, caminando y con Jeyco sujetado fuertemente.
Llegué a la casa y conté lo sucedido, mi mamá no hizo uso de la popular frase -Te lo dije- pero si me requirió y me explicó que a los mayores se les escucha por su experiencia y años vividos y que por supuesto debía tener más cuidado en la vía .
Hasta aquí mi relato espero les haya gustado.
Mis queridos hivers, declaro que no hice uso de IA para redactar este post. Las fotos son de mi propiedad y los banners fueron creados en Canva, cortesía de @yuraimatc.
Gracias por su amable visita🌹.
A warm greeting to all my friends at #greenzone. First, I'd like to thank @marpasifico for such a wonderful initiative and @yuraimatc for inviting me to participate. Then, I extend my warmest invitation to @elisabethswan to join this great challenge.
I have always been an animal lover; ever since I was little, I was instilled with the desire to protect and love them unconditionally.
When I was a child, I had a dog named Diani—I've told you about her before. She was with me throughout my childhood and into my adolescence. After her sad loss, my grandfather gave me a new puppy, which I named Jeyco. Here's how I introduce him to you.
Needless to say, he was restless and playful. Yes, I'm speaking in the past tense because he's no longer with us, but we reminisce about his stories every day.
I remember one day I was going for a short walk to visit my friends, and I had the brilliant idea of taking him with me. My mom, like all parents who finally sense danger, told me: "Leave him here, it's dangerous; he'll fall." I had forgotten to tell you that I live across from the main road; you know, there's traffic all day long.
I ignored my mom's advice and put him in the bike basket. At first, everything went well. He was very curious, looking at everything and sticking his little tongue out, savoring the fresh air and every scent wafting from the streets.
I remember a woman passing by and commenting: "What a cute little dog, and how calm he is.
“Oh God, I hadn't even finished the eulogy and Jeyco was already on the ground below, running all over the road. You can imagine the fright. I quickly parked the bike and ran after him, not caring about the vehicles coming, until I finally caught him, at the same moment that a telephone company car braked noisily in front of us.
Believe me, it was one of the biggest scares I've ever experienced. After that whole adventure and the adrenaline kicking in, I couldn't stop crying. In the end, I returned with the bike in hand, walking, and holding Jeyco tightly.
I got home and told what had happened. My mom didn't use the popular phrase "I told you so," but she did ask me and explained that adults are listened to because of their experience and years of life, and that of course I should be more careful on the road.
This is my story. I hope you enjoyed it.
My dear hivers, I declare that I did not use AI to write this post. The photos are my property and the banners were created in Canva, courtesy of @yuraimatc.
Thank you for your kind visit🌹.
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