Qué post tan inspirador, transmite perfectamente la magia de hacer una pausa en el camino y dejarse sorprender por la belleza de nuestra Isla De Margarita. Me gustó mucho cómo fuiste llevando al lector desde la vista de la izquierda hacia la derecha, como si nos tuvieras a tu lado mostrándonos cada detalle. El vínculo entre los pescadores y los alcatraces le da un toque humano y entrañable a la experiencia, y esa descripción del mar con sus distintos tonos de azul realmente transporta. Se ve que el mirador de Puerto Costanza es uno de esos lugares que se convierten en parada obligada para el alma. Espero conocerlo algún día.