5 July, 2025 @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2789 | Prompt: merchant of lost things (mercader de cosas perdidas)

"Merchant of Lost Things" the middle sign boasted and Javier spotted as he rounded the corner at 12th and Nettleton. The sleek, black Camero with reflective chrome rims left a long shadow on the pavement as it glided toward the storefront and skidded to a complete halt. Neon signs and several shops stood nearby with open arms, hoping he'd grace them with his usual presence.

From across the street, Malcolm peered, then glanced at his watch. Half past six. In another hour, the complete cover of night will favor his plan.

He shifted from one foot to the other, snuffed out the cigarette, then covered his mouth to suppress a heavy cough. He reached into his coat pocket and felt the reason that gave him the authority to be present at that location. For that reason, his pulse rate regulated. It wasn't his first surveillance assignment.

What he couldn't see was a young man almost half his age digging deep into the passenger seat's side pocket. With a vicious grin, he removed the heirloom. It didn't matter that the pearls would be his to bestow upon his future bride. Immediately, a shiver overtook him. He stared into the distance.

Malcolm desired nothing more than to rush across the crosswalk, yank the young man named Javier from the vehicle, and demand the return of his ancestor's possession before he entered the building.

The name above the sign was misleading at best. Numerous "lost things" meandered their way into the owner's shop. Once inside, shady dealings conducted behind closed doors assured those items remained lost and left many a family bereft of their heirlooms and other precious antiques.

Why didn't Javier exit?

Malcolm already knew. Once his promotion became effective, his duties didn't include surveillance. However, several months later, a case brought to his attention stopped him midway through the details. Immediately, he telephoned one of his officers and assigned it to her.

But a nagging feeling crawled through his thoughts. The signs pointed to someone in his inner personal circle. That Malcolm had just visited the home where he'd dined with his Aunt Aurelia failed to weight heavily on his heart. His shoulders heaved. No sympathy existed in the decision he'd be forced to consider. His career depended on it.

After a long moment, thoughts turned to his own devoted parents. Blind they were when any conversation turned to their youngest nephew. Witty, charming, and deflective when pressed for concrete solutions to his financial endeavors was Javier. Malcolm sifted through the rhetoric but relented years ago in his attempt to remove the veil of genuine affection both sets of parents held for his cousin.

Feelings long absent played their part in the drama about to unfold.

Malcolm dismissed a less-than-healthy childhood that steered heaps of pity in Javier's direction. He often wondered which ones held true medical conditions underneath.

Not tonight. Malcolm's resolve hardened. He watched as Javier finally emerged from the vehicle. He'd need to be careful. Another individual remained seated. In his line of business, armed with weapons was expected.

Malcolm snuffed out the cigarette, then rushed across the street. Instantly, he placed Javier's hand in a behind the back lock. Buckling his knees, Javier fell to the sidewalk. Malcolm kept his eye on the vehicle in case the passenger decided to defend Javier.

Instead, the vehicle's engine immediately roared, then sped away down the street from the pawn shop, leaving Javier to fend for himself.

"How could do this to your family, Javier? They'd done nothing but treat you with love and respect, although you didn't deserve one ounce of it. You'd sell your inheritance to the cheapest pawn shop who'd risk accepting it. And for what? A week's wages. Why not get a job instead!"

Javier couldn't respond.

Exposure. Capture. Conviction. And sentencing was Malcolm's plan for the family's favorite cousin. Javier didn't deserve a future on the right side of the law. His criminal activities these past several years had come to an end.

And saving the family's inheritance would be a benevolent satisfaction.

For my theme, I was inspired by and utilized the @daily.prompt's publishing of 5 July 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2789: merchant of lost things.

Mi querido primo

^Source...

«Comerciante de objetos perdidos », presumía el letrero del centro y Javier lo vio al doblar la esquina de la 12 con Nettleton. El elegante Camero negro con llantas cromadas reflectantes dejó una larga sombra en la acera al deslizarse hacia el escaparate y detenerse por completo. Los carteles de neón y varias tiendas cercanas estaban con los brazos abiertos, esperando que les agraciara con su presencia habitual.

Desde el otro lado de la calle, Malcolm echó un vistazo y luego miró su reloj. Las seis y media. En una hora más, la completa cobertura de la noche favorecería su plan.

Cambió de un pie a otro, apagó el cigarrillo y se tapó la boca para reprimir una fuerte tos. Metió la mano en el bolsillo de su abrigo y palpó la razón que le daba autoridad para estar presente en aquel lugar. Por ese motivo, su pulso se reguló. No era su primer encargo de vigilancia.

Lo que no pudo ver fue a un joven de casi la mitad de su edad hurgando en el bolsillo lateral del asiento del copiloto. Con una sonrisa despiadada, sacó la reliquia. No importaba que las perlas fueran suyas para entregárselas a su futura esposa. Inmediatamente, un escalofrío se apoderó de él. Miró a lo lejos.

Malcolm no deseaba otra cosa que cruzar corriendo el paso de peatones, tirar del vehículo al joven llamado Javier y exigirle que le devolviera la posesión de su antepasado antes de entrar en el edificio.

El nombre que figuraba sobre el cartel era, como poco, engañoso. Numerosas «cosas perdidas» se colaron en la tienda del propietario. Una vez dentro, tratos turbios a puerta cerrada aseguraban que esos objetos siguieran perdidos y dejaban a muchas familias desprovistas de sus reliquias y otras preciadas antigüedades.

¿Por qué no salió Javier?

Malcolm ya lo sabía. Una vez que su ascenso se hizo efectivo, sus funciones no incluían la vigilancia. Sin embargo, varios meses después, un caso puesto en su conocimiento le detuvo a mitad de los detalles. Inmediatamente, telefoneó a una de sus oficiales y se lo asignó.

Pero un sentimiento persistente le rondaba por la cabeza. Los indicios apuntaban a alguien de su círculo personal. Que Malcolm acabara de visitar la casa donde había cenado con su tía Aurelia no dejaba de pesarle en el corazón. Le pesaban los hombros. No había compasión en la decisión que se vería obligado a tomar. Su carrera dependía de ello.

Durante un largo momento, sus pensamientos se volvieron hacia sus propios abnegados padres. Ciegos eran cuando cualquier conversación giraba en torno a su sobrino menor. Javier era ingenioso, encantador y evasivo cuando se le pedían soluciones concretas a sus problemas económicos. Malcolm pasó por el tamiz de la retórica, pero cedió hace años en su intento de quitar el velo del afecto genuino que ambos padres sentían por su primo.

Sentimientos ausentes desde hacía mucho tiempo jugaban su papel en el drama que estaba a punto de desencadenarse.

Malcolm descartó una infancia poco saludable que dirigió montones de lástima en dirección a Javier. A menudo se preguntaba cuáles eran las verdaderas afecciones médicas subyacentes.

Esta noche no. La determinación de Malcolm se endureció. Observó cómo Javier salía por fin del vehículo. Tendría que tener cuidado. Otro individuo permanecía sentado. En su oficio, era de esperar que fueran armados.

Malcolm apagó el cigarrillo y se apresuró a cruzar la calle. Al instante, colocó la mano de Javier en una cerradura detrás de la espalda. Doblando las rodillas, Javier cayó a la acera. Malcolm no perdió de vista el vehículo por si el pasajero decidía defender a Javier.

En lugar de eso, el motor del vehículo rugió de inmediato y se alejó a toda velocidad por la calle de la casa de empeños, dejando a Javier a su suerte.

*"¿Cómo has podido hacerle esto a tu familia, Javier? No habían hecho más que tratarte con cariño y respeto, aunque no te merecías ni un ápice. Venderías tu herencia a la casa de empeños más barata que se arriesgara a aceptarla. ¿Y a cambio de qué? El sueldo de una semana. ¿Por qué no te buscas un trabajo?

Javier no pudo responder.

Exposición. Captura. Condena. Y condena era el plan de Malcolm para el primo favorito de la familia. Javier no merecía un futuro en el lado correcto de la ley. Sus actividades delictivas de los últimos años habían llegado a su fin.

Y salvar la herencia familiar sería una satisfacción benévola.

Para mi tema, me inspiré y utilicé la publicación de @daily.prompt de 5 July 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2789: merchant of lost things.