¡Hola!
La realidad que comentas de extiende a toda clase de productos y países a pesar de todos los discursos conservacionistas. La tendencia sigue siendo usar y tirar, muy pocos se dedican a reparar, salvo en Venezuela, dónde se ha vuelto imposible reponer nada a no ser para los enchufados.
Aquí en Argentina hay pasión por conservar, pero resulta bastante costoso.
Salud y buena fortuna.