Con mucho placer les saludo amigos de @beentrepreneur deseando que la salud y la buena fortuna les acontezca tanto en la vida como en los emprendimientos.
A lo largo de mi camino como obrero, creador, artista y/o emprendedor, he escuchado frases que luego se adhieren a quien las pronuncia, como una especie de maldición o límite.
Personas que dicen por ejemplo: no tengo ninguna habilidad, soy un desastre, yo solo sé trabajar, el emprendimiento no es lo mío o, el que nace para un centavo jamás alcanza el peso. Estas frases no son más que confesiones de auto limitación, piedras que usted pone en su camino para tropezar con ellas, declaraciones que van condicionando su conciencia y su voluntad para hacerte permanecer cómoda y descuidadamente en tu estado inicial de cero crecimiento.
Yo mismo he trabajado en muchos y distintos empleos; un buen día decidí arriesgarme en el mundo de los emprendimientos y, he tenido más fracasos que victorias pero he aprendido a levantar los pies a causa de los tropiezos.
Al principio me tocó enfrentar solo estas aventuras pero cuando @maylink apareció en mi vida, no solo conseguí compañía sino una cómplice mega emprendedora. Al principio ella observaba, aprendía y opinaba con timidez, hasta el día que me dijo: yo también quiero tener mi emprendimiento y, si no fuera porque ya conocía la historia de Chicha y Jaime, aquella propuesta me hubiera sonado un tanto loca.
Chicha y Jaime tenían un pequeño puesto para vender café, tan pequeño que no alcanzaba la categoría para ser vista como una cafetería. Jaime elaboraba el café y Chicha lo vendía. El estado económico de ambos era muy bajo, casi tan deplorable como el de su vivienda pero no el de sus esperanzas y su voluntad para emprender.
Jaime pensaba y Chicha con él.
Con el tiempo y el esfuerzo, aquel puesto para vender café se convirtió en una cafetería con varias mesas y ofertas muy atractivas que colocaron a "El Buen Ser" (ese el nombre de la cafetería de Jaime) en uno de los sitios favoritos de los contramaestrenses.
Junto a la mejoría de su vivienda que incluyó la construcción del establecimiento para El Buen Ser, mejoraron también sus ingresos y el alcance de sus emprendimientos; así después de la cafetería, abrieron un restaurante, sin abandonar el puesto de ventas de café inicial. Todo iba muy bien, Chicha y Jaime eran un binomio perfecto.
Un día, ante nosotros sus clientes asiduos, vimos nacer al "Fenix", otro establecimiento gastronómico justo en frente de El Buen Ser, y muy parecido a la cafetería de Jaime y, lo más asombroso de todo era que El Fénix pertenecía a Chicha.
Muchos fueron los que imaginaron el divorcio, la enemistad, la competencia desleal, y la quiebra de ambos; pero no fue así. Los dos emprendimientos crecieron en colaboración y rendimientos.
Recuerdo que en una de aquellas tertulias que organizabamos en El Buen Ser, con el beneficio del ambiente propicio y el excelente café, uno de nuestros amigos (el más atrevido) le preguntó a Jaime si no le molestaba que Chicha tuviera su propio negocio, a lo que él respondió: Ella es una mujer increíble y me ayudó mucho para desarrollar este emprendimiento; cuando me habló de su proyecto, me pareció bueno y justo, así que con mucho gusto la apoyé. Ella tiene su proyecto, yo el mío y nos va bien.
Él osado alegó: pero es el doble de riesgo e inversión. Si, también el doble de las ofertas y la posibilidad de alcanzar más clientes.
Un rato después, cuando nos despedimos, Jaime me confesó que fue idea de Chicha, que él tuvo sus dudas al principio pero que todo iba bien y además, si un día El Buen Ser cae en quiebra, de seguro El Fénix lo rescata y viceversa.
Cada vez que por placer o por trabajo visitamos la ciudad de Contramaestre, pasamos a por un café en dónde Jaime o Chicha, aquellos dos amigos emprendedores que nos sirven de ejemplo en cuanto a voluntad, respaldo y crecimiento.
Este post es contenido original creado y documentado por mi
Todas las fotos utilizadas son de mi propiedad. Imagen de portada editada con Canva y sus recursos
English
With great pleasure I greet you friends of @beentrepreneur, wishing that health and good fortune will happen both in life and in ventures.
Throughout my path as a worker, creator, artist and/or entrepreneur, I have heard phrases that then adhere to those who pronounce them, as a kind of curse or limit.
People who say for example: I have no ability, I am a disaster, I only know how to work, entrepreneurship is not mine or, the one born for a penny never reaches the weight.These phrases are nothing more than self -limitation confessions, stones that you put on your way to stumble with them, statements that are conditioning your conscience and will to make you remain comfortably and carelessly in your initial state of zero growth.
I have worked in many different jobs;One day I decided to take a risk in the world of ventures and, I have had more failures than victories but I have learned to raise my feet because of the stumbling blocks.
At first I had to face only these adventures but when @maylink appeared in my life, I not only got company but an accomplice mega entrepreneur.At first she watched, learned and stretched, until the day she told me: I also want to have my venture and, if it weren't because I already knew the story of Chicha and Jaime, that proposal would have sounded somewhat crazy.
Chicha and Jaime had a small position to sell coffee, so small that it did not reach the category to be seen as a cafeteria.Jaime made coffee and Chicha sold it.The economic state of both was very low, almost as deplorable as that of their home but not that of their hopes and their will to undertake.
Jaime thought and Chicha with him.
With time and effort, that position to sell coffee became a cafeteria with several very attractive tables and offers that placed "the good being" (that the name of the Jaime cafeteria) in one of the favorite sites of the counters.
Together with the improvement of his home that included the construction of the establishment for the good being, they also improved their income and the scope of their ventures;So after the cafeteria, they opened a restaurant, without leaving the initial coffee sales position.Everything was going very well, Chicha and Jaime were a perfect binomial.
One day, before us its regular customers, we saw the "fenix", another gastronomic establishment just in front of the good being, and very similar to the Jaime cafeteria and, the most amazing thing was that the Phoenix belonged to Chicha.
Many were the ones who imagined divorce, enmity, unfair competition, and the bankruptcy of both;But it was not so.The two ventures grew in collaboration and yields.
I remember that in one of those gatherings that we organized in the good being, with the benefit of the auspicious environment and the excellent coffee, one of our friends (the most daring) asked Jaime if he did not bother him that Chicha had his own business, to which he replied: she is an incredible woman and helped me a lot to develop this venture;When he told me about his project, it seemed good and fair, so I liked it.She has her project, mine and we are doing well.
The bold claimed: but it is twice the risk and investment.Yes, also twice the offers and the possibility of reaching more customers.
A while later, when we said goodbye, Jaime confessed that it was Chicha's idea, that he had his doubts at the beginning but that everything was going well and also, if one day the good being falls bankrupt, surely the Phoenix rescues him and vice versa.
Every time for pleasure or work we visit the city of Contramastre, we go through a coffee where Jaime or Chicha, those two entrepreneurial friends who serve as an example in terms of will, support and growth.
This post is original content are of my authorship.
The images are mine.
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