Tal cual me ha pasado amiga, me da mucha risa porque es como en las películas, cuando alguien piensa todo lo que debería decir y termina diciendo algo para agradar a la otra persona, así como cuando nuestro cuerpo grita ¡noooo, no quiero ir! y en medio de una sonrisa decimos: ¿Claro vale!, no hay problema. Es algo tan ilógico, que no lo comprendo.
Pero creo que lo más importante es reconocer lo que está pasando, eso nos ayuda a estar conscientes de lo que queremos cambiar, y así podemos, poco a poco, disminuir la frecuencia de los sí que decimos por compromiso o por agradar, hasta que al final podamos deshacernos de ellos. La práctica hace al maestro y no se trata de ser odioso, sino de respetar nuestros deseos.
Te cuento que a mí me ha marcado profundamente cuando alguien me dice no, porque es algo que muy poco me pasa, pero comprendo que están en su derecho y es algo que los muestra como personas seguras, por otra parte, no albergo ningún sentimiento negativo hacia ellos, de hecho ni recuerdo quien se ha negado a alguna petición mía 😂.
Amiga, fue un gusto leerte, gracias por compartir con nosotros tu experiencia, eres siempre bienvenida.
Un abrazo 🤗.