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She bought the mirror for its antique frame, unaware that it reflected the future instead of the present. She hung it in the entryway of her apartment, where the living and dining rooms could be seen. She believed old things had a soul. She never imagined what the future had in store for her.
For days, the mirror faithfully returned her image: the pastel hue of her makeup, the tired expression, the sorrow in her gaze. But one ordinary morning, she noticed her reflection didn’t yawn at the same time. She blamed it on sleep, her age, the coffee she hadn’t had. But the next day, her reflection was dressed differently.
She tried to ignore it, kept to her routine: working, coming home without much enthusiasm. But something deepened with each passing day. The mirror began to show expression lines turning into scars. As if that weren’t enough, damp stains appeared on walls that remained dry, and books she hadn’t yet bought fell from shelves that didn’t exist.
She covered the mirror, but the cover never held. The mirror insisted.
Until one night, sitting on the living room couch, heavy with sleep, her reflection didn’t appear. Only the couch remained—and behind it, something moved.
The sound of the refrigerator powering off startled her. She knew she wasn’t alone, though no one was with her.
In the reflection, a figure in the background raised a hand. It wasn’t waving. It was pointing at something.
She turned slowly…, but no one ever knew which way.
All rights reserved. © Copyright 2021-2025 Germán Andrade G.
The original content was written for:
[Writing Contest] Finish the Tale. Story #15 by @ecency-star.
All images were edited using CANVA.
Caracas, May 24, 2025
It is my responsibility to share with you that, as a Spanish speaker, I have had to resort to the translator Deepl to translate my original Spanish content into English. I also state that I have used the grammar-checking tool Grammarly.
Español
EL GIRO
Compró el espejo por su marco antiguo, sin saber que reflejaba el futuro en lugar del presente. Lo colgó en la entrada del apartamento, donde se reflejaba la sala y el comedor. Estaba convencida de que lo viejo tenía alma. No imaginó lo que el futuro le tenía previsto.
Durante días, el espejo devolvió su imagen con fidelidad: el color pastel de su maquillaje, el gesto cansado, la mirada de tristeza. Pero una mañana cualquiera notó que su reflejo no bostezaba al mismo tiempo. Pensó en el sueño, en la edad, en el café que no tomó. Pero al día siguiente, su reflejo estaba vestido diferente.
Intento ignorar lo acontecido, siguió en lo suyo: trabajar, llegar a casa con desgano, pero algo se acentuaba con el pasar de los días. El espejo mostraba líneas de expresión que se transformaban en cicatrices. No bastando eso, aparecieron manchas de humedad en paredes que seguían secas, y libros que aún no había comprado cayendo de repisas que no estaban.
Cubrió el espejo, pero la cubierta no duraba. El espejo insistía.
Hasta que una noche, sentada en el sofá de la sala, con el sueño a todo vapor, su reflejo no apareció. Solo estaba el sofá y detrás, algo se movía.
El sonido del refrigerador al apagarse la estremeció. Supo que no estaba sola, aunque nadie le acompañaba.
En el reflejo, una figura al fondo levantó una mano. No saludaba. Señalaba algo.
Ella giró lentamente…, pero nunca se supo hacia qué lado.
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Contenido original, escrito para:
[Writing Contest] Finish the Tale. Story #15 por @ecency-star.
Todas las imágenes fueron editadas usando CANVA.
Es mi responsabilidad compartir con ustedes que, como hispanohablante, he tenido que recurrir al traductor Deepl para poder llevar mi contenido original en español al idioma inglés. También, hago constar que he utilizado la herramienta de revisión gramatical Grammarly.
Caracas, 24 de mayo del 2025
