La enseñanza puede llegar de donde menos lo esperes, pero siempre llega, solo hay que estar atentos a las señales que nos lanza el universo.
Cualquier día de estos uno amanece sin deseos de hacer lo que uno tiene que hacer. En estos días, donde el calor es extremo, donde el sol se alza y no nos da descanso de tanta luz. En días así, donde el agobio me mata, realmente me deprimo mucho.
Hola mis amigos. Hoy ha sido uno de esos días. Realmente la rutina no es buena amiga ni compañía para nadie. A veces me pongo a pensar en cómo voy a continuar el día.
En muchas ocasiones, mejor dicho, en todas las ocasiones lo único que me da fuerzas para seguir, es pensar que tengo un hijo de 9 años y que no me pidió que lo trajera al mundo. Yo lo deseé y lo traje porque tomé la decisión sola.
Entonces, tengo y debo sacar fuerzas y energías suficientes, alegrar mi rostro y levantar mi día, por él.
Pensando en estas cosas de manera profunda y analizando con mi esposo las situaciones que se enfrentan día a día, mientras caminábamos por la calle en dirección al trabajo, nos encontramos con la imagen más preciosa que podía ser la imagen del día.
La respuesta a cada tristeza, la forma de levantar a quien se quiere rendir ante cualquier situación o problema. El resultado de ser perseverante y hasta un poco terco. La necesidad de ser.
Rompiendo el cemento del piso de la Plaza cultural de mi ciudad unas pequeñas plantas naciendo, viviendo, buscando el sol, el calor la vida. Ante tanta adversidad, víctimas de los pasos de miles de personas que a diario pasan por ahí, el lugar menos indicado para nacer. Ignoradas por todos.
Y aun así y desafiando todo pronóstico se atreve a nacer entre lozas de cemento. Bajo los pies despreocupados de muchos. Entonces florece y no le importa si la admiran, si alguien se fija en ella.
Ha decidido vivir, sin quejarse, sin importar los muros, obstáculos, sin importar la ignorancia. La decisión es vivir.
Entonces mi esposo y yo nos miramos, como es posible que nuestros problemas puedan ser mayores, nos podemos comunicar, estamos para apoyarnos el uno en el otro, aunque el mundo nos dé la espalda.
A veces aprender de algo que está vivo y muchas veces es insignificante para muchos, nos está dando una lección de vida. Detenerse ante las dificultades no es la mejor respuesta. La fuerza hay que sacarla del interior y que nada nos detenga.
Tomamos los teléfonos y con la sonrisa en el rostro comenzamos a tomarle fotos a esta planta y a otras que nos está enseñando a vivir mejor.
Muchas personas pensarían que estábamos locos, bueno, ya los escritores tenemos fama de locos, porque fabulamos mucho e inventamos historias, pero esta es real. Hasta un amigo llegó donde estábamos y también aceptó la realidad de la planta y la semejanza con nuestro momento actual. Él también tomó fotos.
Si usted se ha sentido desanimado, mire estas imágenes que les propongo. Créame, la historia es real.
El texto publicado es original y las imágenes son de mi propiedad.
ENGLISH VERSION
Learning can come from where you least expect it, but it always comes; you just have to pay attention to the signs the universe sends us.
Any day now, you wake up with no desire to do what you have to do. These days, when the heat is extreme, when the sun rises and gives us no respite from so much light. On days like this, when the stress kills me, I get really depressed.
Hello, my friends. Today has been one of those days. Routine really isn't a good friend or companion for anyone. Sometimes I start thinking about how I'm going to continue the day.
On many occasions, or rather, on all occasions, the only thing that gives me the strength to continue is thinking that I have a 9-year-old son, and he didn't ask me to bring him into the world. I wanted him and brought him because I made the decision alone.
So, I have and must muster enough strength and energy to brighten my face and lift my day, for him.
Thinking deeply about these things and analyzing the situations we face every day with my husband, as we walked down the street on our way to work, we came across the most precious image that could be the image of the day.
The answer to every sadness, the way to lift up those who want to give up in the face of any situation or problem. The result of being perseverant and even a little stubborn. The need to be.
Breaking through the cement floor of my city's Cultural Plaza, some small plants are born, living, seeking the sun, the warmth, life. In the face of so much adversity, victims of the footsteps of thousands of people who pass by daily, the least suitable place to be born. Ignored by all.
And yet, defying all odds, it dares to be born among cement slabs. Under the careless feet of many. Then it blossoms, and it doesn't care if it is admired, if anyone notices it. She has decided to live, without complaining, regardless of walls, obstacles, or ignorance. The decision is to live.
Then my husband and I looked at each other, wondering how our problems could be greater. We can communicate. We are here to support each other, even when the world turns its back on us.
Sometimes learning from something that is alive and often insignificant to many is teaching us a life lesson. Stopping in the face of difficulties is not the best response. Strength must come from within, and nothing can stop us.
We take out our phones and, with smiles on our faces, begin taking photos of this plant and others that are teaching us how to live better.
Many people would think we were crazy—well, writers have a reputation for being crazy, because we fabricate a lot and make up stories—but this one is real. Even a friend came to where we were and also accepted the reality of the plant and its similarity to our current situation. He also took photos.
If you've been feeling discouraged, look at these images I'm suggesting. Believe me, the story is real.
The published text is original and the images are my property.
