Saludos a todos y a la comunidad de @holos-lotus, hoy compartiendo mi experiencia de Biodanza en la Playa con los amigos con Discapacidad Visual.
Con una logística bastante organizada la Fundación @veportimismo_ (IG) @pierangelamarinucci (IG) @visiondeportiva (IG) realizaron la actividad de Paseo a la Playa con Biodanza.
Semanas antes me hicieron la invitación para que participara como profesora y representante de TodoBiodanza; esta era la primera vez que realizaba una sesión en la playa con personas con discapacidad visual, un reto que acepte, motivada por la pasión por lo que hago y el amor a mis amados amigos.
El día del encuentro y nos encontramos en las afueras de la Estación del Metro Colegio de Ingenieros en Caracas Venezuela, donde nos esperaba la unidad de transporte que nos trasladaría a Naiguatá, Estado Vargas, para ir hasta el Club Puerto Azul @clubpuertoazuloficial (IG) donde nos recibieron con una cálida bienvenida.
Este es un club privado muy conocido por los capitalinos, habitantes de la zona y de otros estados cercanos. Un lugar muy bonito y por ser un día de semana, no estaba concurrido y fue perfecto porque tuvimos la libertad y cuidados que requieren los amigos en un espacio como ese.
El mar, el sol, una arena dorada, un cielo azul, preparaban el ambiente para recibir a los amigos con discapacidad visual, que cuando aún no podían verlo, tuvieron la posibilidad de sentir su presencia.
El sonido de las olas que rompen en la orilla, el canto de los pájaros y las gaviotas, la suave brisa que toca la piel y acaricia el rostro, el olor a playa, el contacto con la arena y el agua del mar, era la primera invitación que nos hacia el lugar para conectarnos con los sentidos del tacto, oído y olfato.
También colabore en la logística con los organizadores y fui guía de Ana Isabel Rodríguez, una mujer profesional que no la limita su discapacidad, sino que la empodera para ser ejemplo a seguir. Tuve el apoyo de parte del Team @todobiodanza (IG) Rosita De Abreu y Mariana Rivero, quienes fueron guías de Rafael y Edgar.
Cuando llegamos fue muy emocionante ver como los rostros se iluminaban de emoción, si tener la posibilidad de divisar el hermoso paisaje, para los que alguna vez pudieron disfrutar del paisaje marino, los recuerdos llegaron con total emoción.
Cada amigo estaba con su guía que lo asistía cuando lo necesitaban, nos cambiamos de ropa, luego desayunamos, compartimos experiencias y nos fuimos a la bahía, un lugar con pocas olas, perfecta para bañarnos sin el peligro de una caída.
Mientras Ana conversaba con los compañeros, me fui a explorar el espacio y conseguí un lugar cerca de la orilla de la playa, plano, con la sombra que nos regalaban los árboles, para poder realizar la sesión de Biodanza.
A las 2.30 de la tarde, luego del almuerzo, los participantes iban llegando y con los pies descalzos la invitación era a sentir la textura de la arena, lo fresco del ambiente, a escuchar el sonido de los pájaros, los aplausos de las palmeras que nos recibían y a percibir el olor de las flores de un pequeño jardín cercano.
Iniciamos la sesión con la tradicional ronda, con la posibilidad de habernos conectados con la naturaleza, en un ambiente de confianza y alegría, donde danzamos al ritmo y la melodía de las propuestas realizadas.
Algo que me llamo la atención, fue la soltura y confianza de los movimientos de los amigos ciegos, lo que me indica que la vitalidad se hizo presente, también las risas, la picardía, la entrega a las vivencias, les permitió trascender las barreras de la discapacidad y disfrutar del momento, regalándonos a quienes los acompañábamos su alegría y plenitud.
Aprovechando la cercanía a la orilla, realizamos un ritual con el agua, donde en pareja, uno primero y el otro después, bañaba al compañero o compañera con sutileza, en un bautismo de amor, gratitud y bendiciones.
Con cautela, luego de ese momento de tranquilidad y pausa, regresamos al lugar inicial y tomados de las manos nos fuimos encontrando en abrazos para culminar con una ronda que termino en celebración con un trensito humano. Muchos expresaron su gratitud y la oportunidad de vivir esta experiencia transformadora que les permitió conectar con su cuerpo y sus emociones, relajados y haciendo higiene mental.
Ya al caer la tarde nos fuimos despidiendo de esa gran oportunidad que nos dio la vida de pasar un día maravilloso.
Dentro de TodoBiodanza, tememos un espacio para la inclusión y la labor social, llamado BioInclusiva (Biodanza Inclusiva) en el que acompañamos, prestamos apoyo e impulsamos las actividades como la Biodanza en la Playa, donde la discapacidad no fue un obstáculo sino una oportunidad más para vivir la vida.
Estoy agradecida por esta oportunidad y les seguiré compartiendo más experiencias en próximas publicaciones, para contribuir con los fondos de estas actividades.
Greetings to all and to the @holos-lotus community, today sharing my experience of Biodanza on the Beach with friends with Visual Impairment.
With a well organized logistics, the @veportimismo_ Foundation (IG) @pierangelamarinucci (IG) @visiondeporporporportimismo_ (IG) organized the activity “Walk to the Beach with Biodanza”.
Weeks before I was invited to participate as a teacher and representative of TodoBiodanza; this was the first time I did a session on the beach with people with visual impairment, a challenge I accepted, motivated by the passion for what I do and the love for my beloved friends.
The day of the meeting and we met outside the Metro Station Colegio de Ingenieros in Caracas Venezuela, where we were waiting for the transport unit that would take us to Naiguatá, Vargas State, to go to the Club Puerto Azul @clubpuertoazuloficial (IG) where we were greeted with a warm welcome.
This is a private club well known by the capital, inhabitants of the area and other nearby states. A very nice place and because it was a weekday, it was not crowded and it was perfect because we had the freedom and care that friends require in a space like that.
The sea, the sun, a golden sand, a blue sky, prepared the environment to welcome the visually impaired friends, who when they could not yet see it, had the chance to feel its presence.
The sound of the waves breaking on the shore, the singing of birds and seagulls, the soft breeze that touches the skin and caresses the face, the smell of the beach, the contact with the sand and the sea water, was the first invitation that the place gave us to connect with the senses of touch, hearing and smell.
I also collaborated in the logistics with the organizers and was a guide for Ana Isabel Rodriguez, a professional woman who is not limited by her disability, but empowered to be an example to follow. I had the support of Team @todobiodanza (IG) Rosita De Abreu and Mariana Rivero, who were guides for Rafael and Edgar.
When we arrived it was very exciting to see how the faces lit up with excitement, if we had the chance to see the beautiful scenery, for those who once could enjoy the seascape, the memories came with total emotion.
Each friend was with his guide who assisted him when needed, we changed clothes, then had breakfast, shared experiences and went to the bay, a place with few waves, perfect for swimming without the danger of a fall.
While Ana talked with the companions, I went to explore the space and got a place near the shore of the beach, flat, with the shade provided by the trees, to carry out the Biodanza session.
At 2.30 in the afternoon, after lunch, the participants were arriving and with bare feet the invitation was to feel the texture of the sand, the freshness of the environment, to listen to the sound of the birds, the clapping of the palm trees that welcomed us and to perceive the smell of the flowers of a small garden nearby.
We began the session with the traditional round, with the possibility of having connected with nature, in an atmosphere of trust and joy, where we danced to the rhythm and melody of the proposals made.
Something that caught my attention was the ease and confidence of the movements of blind friends, which indicates to me that vitality was present, also the laughter, the mischievousness, the dedication to the experiences, allowed them to transcend the barriers of disability and enjoy the moment, giving those who accompanied them their joy and fullness.
Taking advantage of the proximity to the shore, we performed a ritual with the water, where in pairs, one first and then the other, bathed the partner with subtlety, in a baptism of love, gratitude and blessings.
Cautiously, after that moment of tranquility and pause, we returned to the initial place and holding hands we met in hugs to culminate with a round that ended in celebration with a human train. Many expressed their gratitude and the opportunity to live this transforming experience that allowed them to connect with their body and emotions, relaxed and doing mental hygiene.
By late afternoon we were saying goodbye to this great opportunity that life gave us to spend a wonderful day.
Dentro de TodoBiodanza, tememos un espacio para la inclusión y la labor social, llamado BioInclusiva (Biodanza Inclusiva) en el que acompañamos, prestamos apoyo e impulsamos las actividades como la Biodanza en la Playa, donde la discapacidad no fue un obstáculo sino una oportunidad más para vivir la vida.
Estoy agradecida por esta oportunidad y les seguiré compartiendo más experiencias en próximas publicaciones, para contribuir con los fondos de estas actividades.
• Fotos de mi archivo personal tomadas con mi celular / Photos from my personal archive taken with my cell phone.
•Traducido con www.DeepL.com (versión libre) / Translated with www.DeepL.com (free versión)
• Banner y separadores diseñado en Canva con los elementos disponibles en su versión gratuita / Banner and separators designed in Canva with the elements available in its free version