Ese ¿error? que definió mi vida - Iniciativa / A ¿mistake? that defined my life - Initiative

in Holos&Lotus24 days ago

En Venezuela, el tema de los nombres combinados no es algo nuevo, data por lo menos de hace 50 años atrás, o más, y eso lo sé porque mi nombre es el resultado de una combinación que se le ocurrió a mi madre, de hecho he hablado al respecto en algún post del pasado.

Márluy, mitad María, mitad Luisa, ambas mitades de mis abuelas, como si mi existencia se tratara de un rompecabezas o una muñeca de trapos que se ensambla con retazos, cuando de eso ya se había encargado la naturaleza al seleccionar las características que debía portar de mis padres.

Lo que no había confesado, es que lo original que mi madre quería que fuera mi nombre, terminó siendo un problema que me ha perseguido toda la vida, ya que no previó el hecho de lo complicada que resultaba su pronunciación.

Al yo nacer, mi único hermano era un pequeñín de 2 años y medio, quien en medio de su afán por comunicarse con el nuevo bebé, o hablar sobre mi, se le hacía difícil decir Márluy, por lo que optó por llamarme "laly" y ahí nace ese "error" que me siguió los pasos durante 42 años.

Desde la invención de ese apodo, todos en casa me llamaban así, luego los vecinos y al empezar la edad escolar terminó entrando conmigo al aula de clases, quedando mi nombre sólo para efectos legales.

¿Pueden creer que muchos llegaron a pensar que ese era mi verdadero nombre?

Ya en la adolescencia, con el cambio a secundaria, procuré quitarme ese apodo, que me resultaba molesto, pero siempre había alguien que terminaba llamándome Laly, y para los demás era preferible llamarme así, por lo que perdía mi batalla sin haber dado siquiera un golpe.

Lo que fue la travesura de un bebé de dos años, terminó siendo un apodo que buscaba definirme, por más que yo me resistiera. En algún momento opté por ignorar a quien me llamara así, pero mis familiares allegados me llamaban al botón: "no seas maleducada y responde"

Mi época universitaria fue la mejor, nadie sabía de ese apodo y mi familia y conocidos no tenían acceso, me rodeaba de un círculo de personas completamente nuevo, pero al terminar esa etapa volvió el apodo. Fue en ese entonces cuando muchos empezaron a confesar que creían que realmente me llamaba así.

Con la maternidad, mi madre y tías empezaron a enseñarle a mi hijo a que me llamara así, o que al preguntarle mi nombre dijera Laly, y fue ahí cuando me rebelé e impuse mi voluntad. ¿Para qué ponerme un nombre que aunque su raíz etimológica es sencilla, le resulta a todos poderlo pronunciar?

MI mamá resultó la que más se molestó, pero igual la contradije y lo sigo haciendo. Al final, quedamos en un pacto silencioso, ella me puede llamar así en privado,pero en público soy Márluy, el nombre que me compuso hace 48 años y que casi nunca he usado por ese "error" de mi hermanito que resultó ser cómodo para otros pero molesto para mi.

¿Y cómo definió mi vida?

Me hizo pelear por recuperar mi identidad, por hacerles entender a los demás (o por lo menos tratar) que no soy, ni seré lo que otros desean que sea. Quizás por eso resulto molesta, antipática y engreída para muchos, pero la verdad es que defender lo que considero es parte de mi núcleo es algo que para mi no es negociable.


Esta es mi participación en la iniciativa # 6 de la amiga @iriswrite para la comunidad de@holos-lotus. Invito a @leidimarc y a @kristal24 a contar esas historias que hayan marcado sus vidas.

In Venezuela, the theme of combined names is not something new, it dates back at least 50 years ago, or more, and I know that because my name is the result of a combination that my mother came up with, in fact I have talked about it in a post in the past.

Márluy, half María, half Luisa, both halves of my grandmothers, as if my existence were a jigsaw puzzle or a rag doll that is assembled with scraps, when nature had already taken care of that by selecting the characteristics that I should carry from my parents.

What I had not confessed, is that the originality that my mother wanted my name to be, ended up being a problem that has haunted me all my life, since she did not foresee the fact of how complicated its pronunciation was.

When I was born, my only brother was a little boy of 2 and a half years old, who in his eagerness to communicate with the new baby, or to talk about me, found it difficult to say Márluy, so he chose to call me “laly” and that is where this “mistake” that followed me for 42 years was born.

Since the invention of that nickname, everyone at home called me that way, then the neighbors and when I started school age ended up entering the classroom with me, leaving my name only for legal purposes.

Can you believe that many came to think that was my real name?

As a teenager, with the change to high school, I tried to get rid of that nickname, which I found annoying, but there was always someone who ended up calling me Laly, and for others it was preferable to call me that way, so I lost my battle without even having given a blow.

What was the mischief of a two-year-old baby, ended up being a nickname that sought to define me, no matter how much I resisted. At some point I chose to ignore anyone who called me that, but my close relatives would call me on the button, “don't be rude and answer.”

My college days were the best, nobody knew about that nickname and my family and acquaintances had no access, I was surrounded by a whole new circle of people, but when I finished that stage the nickname came back. It was at that time when many began to confess that they believed that I was really called by that name.

With motherhood, my mother and aunts began to teach my son to call me that way, or when asked my name to say Laly, and that was when I rebelled and imposed my will. Why give me a name that although its etymological root is simple, it is difficult for everyone to pronounce it?

My mother was the most annoyed, but I still contradicted her and continue to do so. In the end, we made a silent pact, she can call me that in private, but in public I am Márluy, the name she composed for me 48 years ago and that I have almost never used because of my little brother's “mistake” that turned out to be comfortable for others but annoying for me.

And how did it define my life?

It made me fight to recover my identity, to make others understand (or at least try to) that I am not, nor will I be what others want me to be. Maybe that's why I'm annoying, unpleasant and conceited for many, but the truth is that defending what I consider to be part of my core is something that for me is non-negotiable.


This is my participation in friend @iriswrite's initiative # 6 for the @holos-lotus community. I invite @leidimarc and @kristal24 to tell those stories that have marked their lives.


Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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Hola, Marluy. Mi nombre es Gary y algunos han llegado a pensar que es mi apodo. jajaja. Así que, tú me dirás. Por muchos años rechacé mi nombre hasta que busqué lo que significada y ahora me gusta y más porque no es común.

Tu nombre es muy lindo y el "apodo" también (hay apodos realmente despreciables). Tal vez aprender a amarlo pueda disminuir esa incomodidad, y más porque fue tu hermano en su inocencia que te lo puso, no hubo mala intención de nadie. Ahora, coincido en que si no te gusta que te llamen así, pues deben respetar tu decisión y quien lo haga para molestar merece tu firmeza y rechazo.

La IA me arroja esto al buscar el nombre Laly:

El significado de "Laly" puede ser interpretado como un nombre cariñoso y dulce o una forma corta de otros nombres, o bien como un nombre propio de origen desconocido.

Como vez, hasta la IA lo considera lindo. Pero más allá de lo que otros piensen, creo que quien define su significado eres tú y, considero que, si le das la vuelta a la tostada puedes disfrutar de ese nombre (¿y si intentas no verlo más como un apodo?) por el resto de años que te queden por vivir.

Abrazos y gracias por compartir tu historia con nosotros.

Noooo!!! Las "laly" son las Lauras, a mi nunca me ha gustado ese apodo, me hace sentir hasta como si fuera tonta.
Márluy es complicado, tiene poder dentro de lo simple que puedan resultar María y Luisa.
De las dos cosas que tengo y no me han gustado nunca, ya hice las paces con las pecas, pero con el apodo pues no hay remedio.


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La verdad es muy comun que pase en muchas partes del mundo..
Nos ponen un apodo y muchas veces hasta los mas conocidos lo adoptan y mucjas veces se olvidan de nuestro nombre real

Que difícil debe resultarte, a mí me costó algo aprender tu nombre y después aprender a pronunciarlo bien. Es que la gente es floja y cómoda fijate que mí nombre es sencillo y común pero les resulta largo llamarme por los dos "Ana María" y juntos es que me gusta, también he tenido esa lucha desde pequeña apoyada por mi mamá que siempre corregía a quien decidia llamarme solo Ana, y ni hablar de mi apellido. 😏

Por lo menos tu mamá te apoyaba en eso, la mía cuando preguntaban mi nombre de una sacaba el apodo!

Eso duele 🥲 y peor porque la idea del nombre fue de ella. Me alegro mucho que te hayas puesto firme y hoy día tengas una identidad bien definida.

Aunque "Laly" me parece un apodo lindo, respeto vuestra identidad y jamás te llamaría así porque no te gusta...

Tengo un problema parecido, pero lo contaré pronto.

Saludos y abrazos, para alguien a quien respeto.

La cuestión es que no me gustan los apodos, prefiero los diminutivos, y es por eso que acá en Argentina he aceptado gustosa ser simplemente Mar.
El poder de mi nombre se opaca con ese apodo tan infantil y hasta pendejo, que para nada me representa.
Ahora, solo lo escucho de parte de la poca familia con la que mantengo contacto, y el padre de mis hijos lo usa cuando viene con ganas de pelear, pero en ese caso con hacerme la sorda, se resuelve el caso.
Gracias por pasarte. Ahora me dejas con la curiosidad de ese problema parecido de tu parte.

Ay no, que fastidio los apodos, aunque este haya venido sin una pizca de malicia de tu hermanito te marcó muchisimo jeje que bueno que ya lo debes escuchar poco

Solo de mis tías y mi hermano, y pues cuando JC viene a querer pelear me llama así, pero se gana que monte una pared entre ambos.

Dicen que mal de muchos, consuelo de tontos. Y creo que es verdad, pero igualmente te cuento que pase por lo mismo, llegando a detestar el sobrenombre con que me llamaron en la infancia por culpa de la lengua de trapo de mi primo.
Sólo la distancia y un océano de por medio me libero, quedándose sólo para cartas y llamadas telefónicas de larga distancia. 😃
Hoy me da risa, pero con 10 años no.
Un abrazo Mar.

Totalmente! Lo peor, es que mi hermano, con 50 años encima, todavía me sigue llamando así!

¿Y te molesta?
Mi primo, al que no veo hace más de 50 años, cuando me llama hace igual. Pero no me molesta.
Cuando nos veamos te cuento todos los apodos y sobrenombres qué me han puesto.

No me molesta, pero como que él no superó esa etapa, jajaja

😁

Hola amiga bella, tenía días tratando de leer tu post, jejeje.

Que historia detrás de tu nombre. Me imagino lo molesto que fue.

Nunca me han gustado los sobrenombre.

Por suerte no tengo ninguno.

Pero en mi época de juventud si me pusieron unos cuantos pero por mi delgades, que si flaca, palillo eléctrico, Bety espaguetis y demás.