Greetings to all this community of #holoslotus. Today I want to respond to approach those conscious habits that help us live, theme proposed by @maylink as a columnist.
Awakening and starting the day with coffee, watering my plants and preparing breakfast for my children who must go out for school, also serve breakfast to Luna and April, our pets that as spoiled girls expect impatient, are habits that inhabit me and make my dawn a challenge.
But it is only the beginning of the morning and I still have pending things.
Every day time seems to escape and suddenly all alarms sound again and I must go looking for Dylan to his school.
The time, the relentless, there are days that I just would like not to look in my eyes and escape for a while, that's why I love Sundays, that day I managed to stay in bed for a while, get up calmly and drink my coffee very slowly while the silence still reigns.
I like to swing in that apparent solitude and enjoy, enjoy the clouds, the breeze, my patio.
I have never loved the routine, I always liked to move the furniture of the house and feel the freedom to invent any nonsense.
Maybe I have not changed much but I have children and the children bring to life a certain order, habits that arise when one grows, when what we appoint responsibilities are coming and goes far beyond the children. Habits aware, help us order and be responsible for planning and recognizing our limitations.
I always went from those people who need to do more than one thing at a time until the day came the day he told me: hold and breathe.
When you want to do more than you can or live in that not knowing where the sun will come out it may not be healthy. Suddenly the night comes and what was a priority flooded among how much we left halfway.
Making habits, making them aware has helped me to create a routine that without restricting my restless soul makes it learn to schedule and that the days do not derive in a sea of pending things.
I must confess that I still learn to order the hours. Lift with time for everyone to arrive early in their classes, although I still invent mischief on weekends, those days that I like to call mine.
That is why I have learned that putting order to the disorder of my days, feeling that despite the unpredictable of life I can create my own rhythm and accompany the steps to my steps.
I would like to invite @marpasifico to which I always appreciate his advice.
But before finishing I want to leave you the phrase that the grandmother of a beloved friend always repeated, a phrase that I have become a conscious habit:
Urgent is when I can
Thanks for accompanying me here.
A hug to all.
Saludos a toda esta comunidad de #holoslotus. Hoy quiero responder para acercarme a esos hábitos conscientes que nos ayudan a vivir, tema propuesto por @maylink como columnista.
Despertar y comenzar el día con un café, regar mis plantas y preparar el desayuno a mis hijos que deben salir para la escuela, también servir el desayuno a Luna y Abril, nuestras mascotas que como niñas mimadas esperan impacientes, son hábitos que me habitan y hacen de mi amanecer todo un reto.
Pero es sólo el comienzo de la mañana y aún me quedan cosas pendientes.
Cada día el tiempo parece escapar y de repente ya vuelven a sonar todas las alarmas y debo salir a buscar a Dylan a su escuela.
El tiempo, el implacable, hay días que solo quisiera no mirarlo a los ojos y escaparme un rato, por eso amo los domingos, ese día en que logro quedarme en cama un rato más, levantarme con calma y beber mi café muy despacio mientras en la casa aún reina el silencio.
Me gusta columpiarme en esa soledad aparente y disfrutar, disfrutar de las nubes, de la brisa, de mi patio.
Nunca he amado la rutina, siempre me gustó mover los muebles de la casa y sentir la libertad de inventarme cualquier disparate.
Quizás no he cambiado mucho pero tengo hijos y los hijos traen a la vida un cierto orden, hábitos que surgen cuando uno va creciendo, cuando van llegando eso que nombramos responsabilidades y va mucho más allá de los hijos. Los habitos consientes, nos ayudan a ordenar y ser responsables a la hora de planificar y reconocer nuestras limitaciones.
Siempre fui de esas personas que necesitan hacer más de una cosa a la vez hasta que llegó el día que la vida me dijo: detente y respira.
Cuando uno quiere hacer más de lo que puede o vivir en ese no saber por dónde va a salir el sol puede no ser sano. De repente llega la noche y lo que era prioridad se quedó flotando entre lo mucho que dejamos a medias.
Hacer hábitos, hacerlos consientes me ha ayudado crear una rutina que sin restrigir mi alma inquieta hace que aprenda a agendar y que los días no deriven en un mar de cosas pendientes.
Debo confesar que aún aprendo a ordenar las horas. Levantarme con tiempo para que todos lleguen temprano a sus clases, aunque sigo inventándome travesuras los fines de semana, esos días que me gusta llamar míos.
Por eso he aprendido que poner orden al desorden de mis días, sentir que a pesar de lo impredecible de la vida puedo crear mi propio ritmo y acompasar los pasos a mis pasos.
Me gustaría invitar a @marpasifico a la que siempre agradezco sus consejos.
Pero antes de terminar quiero dejarles la frase que siempre repetía la abuela de una querida amiga, frase que he convertido en hábito consciente:
Urgente es cuando yo pueda
Gracias por acompañarme hasta aquí.
Un abrazo a todos.
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