¡Buen día! Feliz martes.
Ella nos habla de la importancia de cuidar el amor, aún más cuando se tienen hijos, para proteger su integridad psicológica y darles buenas bases en su formación.
La gente se junta por algo. Por ahí dicen "Dios los hace y ellos se juntan" ¿Será verdad?
Yo voy a cumplir este año, en julio de 2025, 27 años con mi esposo. Tenemos 3 hijos, que llegaron después de muchos intentos, y aquí están con nosotros, formando parte de una familia, que a mi parecer es hermosa, ¿Qué si no?
Una vez me preguntó una amiga, que cuál era nuestro secreto para permanecer tanto tiempo juntos. ¿Es mucho tiempo? A mí me parece poco, quiero muchos años más. Y creo que el secreto es el amor. Si no hay amor, pero ni que nos amarremos con cadenas.
¿Y cómo hemos hecho que, al pasar de los años, todavía sintamos tanto amor?
primero creo que eso es decisión de Dios, él me fabricó para mi esposo y a él lo fabricó para mí, contra eso no se puede luchar. Es de Dios y punto.
Pero aparte de la intervención divina, creo que cada uno ha dado el 1000% de sí mismo para cuidar este amor. No somos perfectos, tenemos nuestros defectos, pero el detalle está en que nos amamos con todo y defectos. Si no amo sus defectos, no lo amo por completo. Al final puedo ver que son muchísimas sus virtudes y aquellos defectos resultan mínimos para eliminar o disminuir mi amor.
Los detalles:
En la familia, con los amigos y los seres que nos importan, es necesario cuidar el amor. Imagínense entonces cuán importante es cuidar el amor en pareja.
Cuando amamos, se nos hace superfácil querer cuidar el amor. Tan sencillo como besar todos los días, abrazar a cada rato. Agradecer por ese ser que Dios envió para ser tu compañer@, atenderle, sonreírle, hacerle mimos, darle apapachos, disfrutar de cualquier cosa. Se hace fácil y necesario.
Yo me emociono cuando lo veo llegar. Él me dedica canciones y me trae flores, chocolates o caramelitos. Yo me esmero en las cosas que le gustan, la comida, un buen masaje y más. Nos repetimos a diario, cuánto nos queremos, y siempre, siempre estamos pendientes de demostrarnos con bonitos gestos lo que sentimos.
¿Y con los niños?
Los hijos son el mejor regalo. Es el amor hecho realidad, la mezcla de ambos convertida en pequeños seres, tan parecidos al uno y al otro, un pedacito mío y un pedacito suyo. Es mirar a ese amor a los ojos.
Sin embargo, es muy importante, vital e imprescindible no olvidar quiénes comenzaron esa historia de amor. Quiénes son los protagonistas.

Yo con 19 años y él 22.
La rutina nos envuelve, el trabajo, las preocupaciones y la demanda diaria al 100% que dan los niños; Mamá, mamá, mamá, papa, papá papá. PAUSA.
Nos tomamos de la mano, nos abrazamos para recargarnos y recordar que yo soy su ancla y él la mía. Darnos nuestro espacio, es vital, solos él y yo, para comer juntos, para ver una película, escuchar música, conversar, reírnos, y seguir creando amor. Eso es sumamente importante. Que el mundo siga girando, que se caiga la torre Eiffel, pero que nunca se nos olvide que estoy para él y él para mí. Que mi sonrisa es suya y viceversa. Mientras nos demos ese tiempo de recarga y sigamos cuidando el amor, los años seguirán pasando tan fluidos que un día veremos atrás y diremos: ¡Qué bonita nuestra historia!