Saludos. La amiga @damarysvibra en su columna para la comunidad @holos-lotus nos invita a proyectar nuestros propósitos para el año que se inicia. Les comento…
Con el paso del tiempo es inevitable que jerarquicemos de forma distinta nuestras metas. Cada uno, de acuerdo a sus circunstancias, decide en un momento determinado sus puntos de enfoque.
Cuando somos jóvenes, por ejemplo, cuestiones como la casa, el carro, o la educación de los hijos se convierten en las prioridades a las que dedicamos todo nuestro esfuerzo y energía.
Pero si hemos llegado a los setenta, como es mi caso, gracias a Dios, las cosas son distintas. Mis prioridades se enfocan en tratar de mantener el cuerpo y la mente en las mejores condiciones posibles.
A esta edad ya he entendido bastante la dinámica de mi cuerpo. Sé, por ejemplo, cuales alimentos no me caen bien. Esto no quiere decir que me abstenga totalmente de consumirlos, porque casualmente esos alimentos entran en la categoría de los más sabrosos.
Entonces aquí actúo con moderación y riesgo calculado. Un trocito de torta ocasionalmente es aceptado por mi cuerpo, pero si lo hago con frecuencia sé a lo que me expongo, quizá una noche de cólicos y hasta varios días de pesadez estomacal. La solución es estar muy consciente de eso y comer esos trozos de torta solo en los momentos realmente especiales. No romper esa regla de oro es uno de mis grandes propósitos.
Con el paso del tiempo también vamos perdiendo flexibilidad, fuerza y equilibrio, eso se acentúa o no de acuerdo a nuestras actividades cotidianas. En mi caso, como siempre he trabajado en actividades donde permanezco mucho tiempo sentado, estas tendencias naturales tienden a acentuarse.
Por eso tengo que estar muy pendiente de mantener un programa de actividad física donde combino, caminatas, algo de natación, y muchos ejercicios de flexibilidad y equilibrio.
Lo bueno es que la mayoría de esos ejercicios los puedo hacer en mi casa, con los recursos que están a la mano. Gracias a la ayuda del Instagram y Youtube he logrado armar unos planes de entrenamiento bastante completos. Estar pendiente de cumplir esas rutinas con regularidad es otra de las metas para este año.
A medida que nos caen los años se puede acentuar una tendencia a la nostalgia, esto lo he visto con mis padres, mi suegra, y algunos amigos mayores que yo.
Ellos echan de menos el bienestar corporal de otros tiempos cuando los dolores musculares y articulares no maltrataban sus cuerpos, y resienten no poder hacer cosas tan sencillas como subir al cerro o pasar diez horas leyendo libros, ni su energía, ni sus ojos, dan ya para esas cosas. Para ellos, y creo que para la gran mayoría de las personas, no es fácil adaptarse a los cambios que impone esa etapa de la vida.
Ese contacto con personas mayores me ha hecho reflexionar sobre el asunto de la nostalgia, la que puede convertirse en un problema si no se mantiene bajo control.
Por eso también me he propuesto tratar de entrenar mi mente para que se mantenga enfocada en el presente el mayor tiempo posible.
Para ello es muy útil tener el hábito de meditar frecuentemente y hacer ejercicios periódicos de conciencia plena. Una cosa tan sencilla como dedicar unos pocos minutos a observar a fondo el entorno que nos rodea, prestando mucha atención a cada pequeño detalle, hace que nuestra mente se vaya acostumbrando a no huir hacia atrás, y además nos facilita la posibilidad de valorar lo que tenemos, que siempre es bastante.
Otro gran propósito es mantener la actividad social, para ello no tengo que hacer grandes esfuerzos ni tampoco invertir mayores recursos económicos. Tengo la gran ventaja de mantener comunicación con varios de mis vecinos, con los que puedo conversar largo rato. Además, la familia de mi esposa vive cerca y les encanta hacer reuniones para integrar a la familia. Rodando unos pocos kilómetros puedo visitar a mi hermano, su esposa y mi sobrina.
Con cumplir estas metas me sentiría bastante conforme, la verdad es que me encantaría que en mi balance de fin de año sienta que salí airoso con todos estos propósitos.
Gracias por tu tiempo.
Greetings. The friend @damarysvibra in her column for the @holos-lotus community invites to project our resolutions for the year ahead. Let me tell you...
With the passage of time, it is inevitable that we hierarchize our goals differently. Each one of us, according to our circumstances, decides at a certain time our focus points.
When we are young, for example, issues such as the house, the car, or the children's education become the priorities to which we dedicate all our effort and energy.
But if we have reached our seventies, as is my case, thank God, things are different. My priorities are focused on trying to keep my body and mind in the best possible condition.
At this age I have already understood the dynamics of my body. I know, for example, which foods don't agree with me. This does not mean that I totally abstain from consuming them, because those foods happen to fall into the category of the tastiest.
So here I act with moderation and calculated risk. An occasional piece of cake is accepted by my body, but if I do it frequently I know what I am exposing myself to, perhaps a night of cramps and even several days of stomach heaviness. The solution is to be very conscious of that and eat those pieces of cake only at really special times. Not breaking that golden rule is one of my big resolutions.
As time goes by, we also lose flexibility, strength and balance, which may or may not be accentuated according to our daily activities. In my case, as I have always worked in activities where I spend a lot of time sitting, these natural tendencies tend to be accentuated.
That's why I have to be very careful to maintain a physical activity program where I combine walking, some swimming, and a lot of flexibility and balance exercises.
The good thing is that most of those exercises I can do at home, with the resources at hand. Thanks to the help of Instagram and Youtube I've been able to put together some pretty comprehensive workout plans. Being vigilant about sticking to those routines regularly is another goal for this year.
As we fall down the years a tendency to nostalgia can become more pronounced, I've seen this with my parents, my mother-in-law, and some friends older than me.
They miss the physical wellbeing of other times, when muscular and joint pains didn't batter their bodies, and they resent not being able to do simple things like going up a hill or spending ten hours reading books, neither their energy nor their eyes are up to those things anymore. For them, and I think for the vast majority of people, it is not easy to adapt to the changes imposed by this stage of life.
This contact with older people has made me reflect on the issue of nostalgia, which can become a problem if it is not kept under control.
That is why I have also decided to try to train my mind to stay focused on the present for as long as possible.
To do this it is very helpful to get into the habit of meditating frequently and doing regular mindfulness exercises. Something as simple as dedicating a few minutes to thoroughly observe the environment around us, paying close attention to every little detail, makes our mind get used to not running backwards, and also makes it easier for us to appreciate what we have, which is always enough.
Another great purpose is to maintain the social activity, for this I do not have to make great efforts or invest major economic resources. I have the great advantage of maintaining communication with several of my neighbors, with whom I can talk for a long time. In addition, my wife's family lives nearby and they love to have family get-togethers. By riding a few kilometers I can visit my brother, his wife and my niece.
I would feel quite satisfied with accomplishing these goals, the truth is that I would love to feel in my year-end balance sheet that I succeeded with all these resolutions.
Thanks for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
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