Considero que la experiencia de la belleza se intensifica durante un evento como la muerte. No es la muerte en sí misma la que provoca este fenómeno, sino la evocación de recuerdos y sensaciones que, en el contexto de la muerte, encuentran la posibilidad real de conmover nuestra sensibilidad hacia lo bello. Existen culturas, como la mexicana, que celebran la ancestral costumbre del Día de los Muertos, una festividad donde la vida y la muerte se entremezclan, permitiendo celebrar la belleza de la existencia en todas sus formas.

Agradezco por compartir tu reflexión, me ha conmovido profundamente esta mañana. Comparto contigo la experiencia de sentir la absoluta ausencia de esos seres queridos irremplazables en esta vida. Su partida, en su momento, nos deja una marca indeleble en la raíz de nuestro ser. Gracias 👋