No se me ocurre o mejor dicho, no me acuerdo de ninguna en este momento, más allá de los sobrenombres familiares, algunos relacionados con nuestro aspecto, carácter y emprendimientos.
Mi hijo Félix, cuando estudiaba en la universidad lucia una larga melena y su tío lo apodo Feludo. Hoy Feludo luce una brillante calva y ya no le queda. Por mi parte, como me identifico como jabonero, un amigo, @germanandradeg, me añadió bombardero, en alusión a mis comentarios y es que con frecuencia no mido mis palabras. Por lo que Feludo, que me suele llamar papa, me bautizo: El ácido Félix.
Paz y felicidad a todos los de buena voluntad en este fin de semana.