Tienes un alma muy buena, muy empática, me alegro de tenerte entre las personas de mi día a día aunque la geografía se empeñe en convencerme de lo contrario.
Nuestro sistema de salud lamentablemente no está concebido para atender la calidad de vida que implicaría para una embarazada contar con el apoyo del esposo o de su propia madre en momentos tan difíciles. Mis dos partos fueron fisiológicos pero tan complejos que casi pierdo a ambas niñas, para salvarlas tocó sacrificar mi anatomía de maneras que aún padezco. Agradezco a Dios por la presencia de mi madre en ambas ocasiones, de mi esposo en el caso de la pequeña, pero ellos pudieron llegar a mí varias horas después de esos eventos mientras yo los necesité cada minuto.
Después no faltan las personas insensibles (estoy luchando para no poner horrorosas) en su mayoría y paradójicamente mujeres, que hacen del tiempo post parto algo aún más difícil.
Recuerdo haber esperado con mucha ilusión el momento de la lactancia, yo lo adivinaba mágico y lo comenté con alguna vecina. Al verme amamantar a mi niña mayor mientras apretaba los dientes por el dolor me soltó "ah, usted no decía que amamantar era lindo, ahí tiene"
Cuando tuve a la pequeña, viajé 95 km en un auto para regresar a casa en condiciones físicas muy lamentables debido al parto, al llegar encontramos a mi suegra que había ido a esperarnos acompañada de una tía, quien al verme caminar con dificultad me espetó "mija pero enderece que usted no fue cesárea" claro que en ambos casos las dos se llevaron el fino y aplastante sarcasmo que me asistía en esa época, pero el punto es debemos sanar, no herir; sostener, no añadir cargas y si no "servimos para servir" pues es mejor pasar de largo y no molestar
You are viewing a single comment's thread from: