"No hemos caído en cuenta del peso real que tienen las palabras", enamorarse de ellas es necesario, son tan practicas, se acomodan a cualquier situación; perdurables, resuenan aún al pasar el tiempo y esa sonoridad apura los latidos del corazón; pueden ser rígidas también y no terminaría de extraer usos y razones de ser.
Y sí, no cale etiquetar, los juicios rompen la confianza. Saludos cordiales.