Recibe mi abrazo, Rosa, y que en este momento te encuentres robustecida y con fuerzas para avanzar. Es bueno darse esos tiempos y aprehender eso que el sentimiento exige, hasta poder soltar con alivio.
Dicen que para atrás ni para agarrar impulso, pero todos sabemos que esas sentencias nunca son tan categóricas, «uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida».