«Que no jueguen más en el garaje, son culpables por perder la pelota», Así habrían reaccionado los adultos de mi niñez. Cómo cambia todo y para bien. Es bueno lo que enseñas a los niños, aprender a no culpar, a no juzgar, a perdonar, son acciones tan importantes para la sana convivencia.
Un abrazo, hija.