La Conciencia es la Voz de Dios (Es/ En)

Desde que empecé a ser consiente de lo bueno y lo malo, debo acotar que eso no fue por mí, sino a través de los valores inculcados por mi familia, la honestidad, la lealtad, el respeto, el compartir, la misericordia con los que menos tienen, y así muchas enseñanzas más, que me fueron dadas por mi abuela, madre, padre. Desde ese momento, ya tenía una base por la cual guiarme y sabía que si transgredía alguna de estas cosas, estaba mal y que no iba a estar bien ante los ojos de mi familia y a los de Dios.

En aquellos tiempos mi percepción de Dios era la que me había transmitido mi familia, donde había un Dios al cual había que respetar y tratar de cumplir sus 10 mandamientos, para no caer en pecado, asistir de vez en cuando a la iglesia y que mi ángel de la guarda estaría pendiente de eso. Siempre me lo imaginaba viéndome, así como en los memes, con sus manos en la cabeza, ante alguna mentira dicha o algo parecido, ja, ja, ja. Pero no era algo que estaba tan presente realmente por aquellos años. Pero muy aparte de eso, empecé a notar, un sentimiento de culpa o arrepentimiento ante algo que hubiera hecho, aun sabiendo que estaba mal.

Y eso fue como a partir de los 10 años más o menos. Esa voz interior siempre estaba allí, incluso cuando pensaba hacer algo, apenas que no era muy conveniente. Venía esa voz y me "hablaba", con oraciones como: "Eso está mal, no lo hagas" y si hacía algo impulsivamente, me decía: "Te pasaste, pide disculpas…". Recuerdo que le preguntaba a mis amigos sobre todo en mi adolescencia, si les sucedía lo mismo, lo de esa voz interior que les advertía cuando iban a hacer algo que no estaba bien o cuando ya lo habían hecho y me decían algunos: "tú si eres tonta, yo lo hago y ya"; pero yo no podía ignorarla, porque las pocas veces que lo hice, me fue bien mal…

En ese entonces, ahí fue que empecé a entender en toda su plenitud, que eso se trataba de la conciencia y que a medida que fui teniendo nuevas vivencias, esta se hacía más presente en mi vida y empecé a comprender a mi entender, que la conciencia, no es otra cosa que la voz de Dios hablándonos, que te hace sentir, esos sentimientos, de empatía, misericordia por los demás, que te hace devolverte y darle a ese mendigo que te pidió en la calle, que cuando regañas muy fuerte a tus hijos, te hace reflexionar y si es de pedir disculpas vas lo haces y le das un abrazo; entendiendo que no somos perfectos, pero que somos capaces de reconocer cuando nos equivocamos, esto lo hace la conciencia.

Y así como la conciencia está presente en estas cosas, lo está en todos los ámbitos de nuestras vidas, en nuestras vidas familiares, laboral, entre amigos y vecinos. No se puede decir que la conciencia nada más aplica, para unas cosas sí y para otras no, ella siempre está, resguardada en nuestro interior, esperando a salir cuando lo necesitemos. En conclusión, la conciencia es la voz de Dios hablando a nuestras vidas.