El Perdón es un Proceso (Es/ En)

Para hablar del perdón debemos tener en cuenta, varias cosas, entre ellas la persona que les va a hablar del tema y sus experiencias de vida con el tema en cuestión. En mi caso, debo decir que el perdón lo he aprendido a ver como algo que no es fácil, ni sencillo, pero no imposible de hacer; también les puedo compartir que muchas veces el perdón cuesta más darlo, dependiendo de la persona que sea, es decir que mientras más cercana sea la persona para nosotros, más doloroso es pasar por el proceso para perdonar, porque debe haber un proceso, paso a paso.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, nosotros personalmente no estamos bien mientras albergamos sentimientos y emociones negativas, que estas tienen afectaciones negativas a todo nivel en nuestro organismo y emocionalmente, en pocas palabras andamos mal, frustrados, enfermos incluso, en pocas palabras sin paz y eso es lo peor que podemos perder, nuestra paz, porque de esa manera no podemos avanzar; entonces es necesario perdonar. Porque cuando nosotros perdonamos nos liberamos de las cargas que nos aprisionan el corazón y el alma, entonces debemos estar conscientes de que al perdonar nos hacemos un gran favor a nosotros mismos y también a los demás.

También tenemos que tener en cuenta, que ninguno somos perfectos, porque perfecto solo Dios, nosotros no y que, por lo tanto, no estamos exentos de equivocarnos, incluso con quienes amamos. Lo importante es saber reconocer nuestros errores y hacer el buen propósito de enmendarlos, es decir, acompañar esas disculpas con acciones que hablen de nuestro arrepentimiento, solo así, de parte y parte, puede haber una buena reconciliación. Nada mejor que vivir en paz y armonía.

Aunque hay veces que no se da el caso, de que, alguien que nos hizo daño se arrepienta. Entonces nos toca, hacer un trabajo doble, tratar de perdonar a esa persona, soltar todo lo malo que nos dejó en el corazón y seguir adelante. En mi caso, lo pongo en manos de Dios, que es el único a quien todos les rendiremos cuentas y sigo mi camino. Porque he descubierto, a lo largo de los años, que de nada vale mantener y alimentar, sentimientos, emociones, que nos hagan sentir mal y nos lleguen a anular incluso como personas. Pues de lo que tienes en tu corazón hablará tu boca, por ende también tus acciones y de lo que das recibirás, grandes verdades. Entonces quiero tratar de vivir bonito y para eso hay que soltar, perdonar.

Cuando pasamos por este proceso de perdonar, en ocasiones es muy doloroso, porque significa remover heridas, en ocasiones de muy vieja data y, mientras más antiguas, más dolorosas, son de sacar al exterior, pero una vez que logras hacerlo, sientes como si un gran peso se ha quitado de ti. La cosa es trabajar en ello y comprender que muchas personas actúan desde sus realidades, no de las nuestras; al comprender eso, este proceso se nos hace más fácil. Para entender estas realidades me costó, tiempo, malas experiencias, muchas lágrimas, pero por sobre todo entender, que el amor es parte del perdón y eso se traduce en mi bienestar y el de los demás.