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Español
Estuve buscando tema que compartir con todos ustedes, pero me encuentro aún bloqueada emocionalmente y es que no me puedo desviar de mi realidad y de la realidad de todos los venezolanos. Ya como se sabe, estamos viviendo muchas situaciones que nos tienen con angustia, ansiedad, tensión, preocupación, frustración, miedo, irritabilidad, impotencia, creo que hemos estado y estamos pasando por todas las emociones y sentimientos más terribles para un ser humano y es que es un desfile de todos ellos, cada día que va pasando. Todo esto derivado de las pasadas elecciones presidenciales.
Porque la mayoría de los venezolanos apostamos por un cambio de nuestro país, queríamos una salida democrática e idónea para todos; pero como decía mi abuelita: "Una cosa es lo que piensa el burro y otra cosa el que lo monta..." teníamos tantas esperanzas, queríamos hacer las cosas bien, demostrarle a nuestros hijos lo que se debe hacer, que era ejercer nuestro derecho constitucional, para elegir al futuro presidente; sin problemas, en tranquilidad y todo dio un vuelco terrible; entonces ahora estamos viviendo días de incertidumbre sin saber que será de nuestro futuro en nuestro amado país. Personalmente, caí en un extraño sentimiento de "orfandad". Me sentía como sin rumbo; en un inicio fue decepción plena, luego ira, luego llegó esta sensación de abandono, me sentía como una huérfana...
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A medida que han ido pasando los días, me he reconciliado con mi fe, porque en esas primeras horas, confieso que le preguntaba a mi Creador: ¿qué pasó, Señor, es que acaso no has oído tanto clamor, tantas oraciones, no has visto nuestro sufrimiento?, luego, traté de calmarme, pero miraba a mis hijos y lloraba amargamente, pensaba tantas cosas; pero como todo terremoto emocional, llega un momento en que te llega la calma, porque te das cuenta de que nada se detiene y tienes que seguir viviendo, todos los días amanece, hay que hacer tus cosas cotidianas, atender las necesidades de tu familia y seguir, pues nada se paraliza porque tú estés deprimida, el mundo sigue girando. Ahora, más que nunca, pienso que a los venezolanos no nos da tiempo de llorar o deprimirnos por mucho tiempo, por todo lo que nos llega de golpe y que hay que buscar de resolver.
Entonces, luego de todo esto, después de dos días en que apenas comía, después de reflexionar mucho y pedir guía espiritual, llegó a mí la calma a mi corazón. Entendí que no todas las cosas pueden ser a mi forma y creencia, que los planes de Dios siempre son buenos y llevan a buen término. Me aferré a mi fe y eso me hizo, retomar fuerzas, volver a hacer las cosas con naturalidad, no mecánicamente, escuchar a mis hijos y también calmarlos, orientarlos, esperando en Dios que esto cese y llegue a nosotros la mejor solución para todos los venezolanos.
Aún sigo con estos sentimientos de tristeza, preocupación, decepción y frustración. Pero ahora, con mi fe renovada, aunque todo se vea sombrío, sé que en cualquier momento saldrá el sol para todos nosotros y volveremos a sonreír. Eso quiero para mis hijos, mis futuros nietos y para todos los hijos de este país. Quiero que todos tengan oportunidades y que tengan no una Venezuela como la de antes, sino una Venezuela mucho mejor, que sea ejemplo de hermandad y de paz, donde se respeten los pensamientos y derechos de todos sin distinciones. En eso confío🙏
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English
I have been looking for a topic to share with all of you, but I am still emotionally blocked and I cannot deviate from my reality and the reality of all Venezuelans. As you know, we are living many situations that have us with anguish, anxiety, tension, worry, frustration, fear, irritability, helplessness, I think we have been and are going through all the most terrible emotions and feelings for a human being and it is a parade of all of them, every day that goes by. All this derived from the past presidential elections.
Because the majority of Venezuelans bet on a change in our country, we wanted a democratic and suitable solution for all; but as my grandmother used to say: “One thing is what the donkey thinks and another thing the one who rides him.... “We had such high hopes, we wanted to do things right, to show our children what should be done, which was to exercise our constitutional right, to elect the future president; without problems, in peace and quiet and everything took a terrible turn; so now we are living days of uncertainty without knowing what will become of our future in our beloved country. Personally, I fell into a strange feeling of “orphanhood”. I felt as if I had no direction; at first it was full disappointment, then anger, then came this feeling of abandonment, I felt like an orphan....
As the days went by, I became reconciled with my faith, because in those first hours, I confess that I asked my Creator: “What happened, Lord, did you not hear so many cries and prayers, did you not see our suffering? Then, I tried to calm down, but I looked at my children and cried bitterly, I thought so many things; but like every emotional earthquake, there comes a moment when you calm down, because you realize that nothing stops and you have to go on living, every day dawns, you have to do your daily things, take care of your family's needs and go on, because nothing is paralyzed because you are depressed, the world keeps on turning. Now, more than ever, I think that Venezuelans do not have time to cry or get depressed for a long time, because of everything that comes to us all at once and that we have to try to solve.
Then, after all this, after two days in which I hardly ate, after reflecting a lot and asking for spiritual guidance, calm came to my heart. I understood that not all things can be my way and belief, that God's plans are always good and lead to a good end. I clung to my faith and that made me regain my strength, to go back to doing things naturally, not mechanically, to listen to my children and also to calm them down, to guide them, hoping in God that this will cease and that the best solution for all Venezuelans will come to us.
I still have these feelings of sadness, worry, disappointment and frustration. But now, with my faith renewed, even though everything looks bleak, I know that at any moment the sun will come out for all of us and we will smile again. That is what I want for my children, my future grandchildren and for all the children of this country. I want everyone to have opportunities and to have not a Venezuela like the one before, but a much better Venezuela, one that is an example of brotherhood and peace, where the thoughts and rights of all are respected without distinctions. That is what I trust🙏