Español
En días pasados mi hija menor y yo, con motivo de la celebración de uno de sus logros académicos, obtuvo su validación como auxiliar de farmacias, formación que realizo en sus vacaciones escolares, pues aún está en la secundaria, ya terminándola; entonces al terminar el acto, nos fuimos a comer unas ricas hamburguesas y luego nos fuimos a uno de los teatros más lindos de nuestra ciudad el Teresa Carreño a ver la obra de ballet Giselle. Entradas que su papá le regaló para su disfrute, ya que ella quería ir a ver esta obra y la del Cascanueces; por el momento nos apersonamos a presenciar esta belleza de obra.
Las dos estábamos superemocionadas, la obra fue en el horario de las 4 pm; llegamos una hora y media antes, mientras nos paseamos por todos los espacios del lugar, donde, cerca de las taquillas, tienen una biblioteca tipo café, otro café con mesas al aire libre. Cuando llegó la hora de nuestra entrada, simplemente presentamos nuestros boletos y unos chicos muy amables, nos llevaron a nuestros lugares, que tenían una excelente ubicación; al principio habíamos pocas personas, pero al pasar los minutos, todo se fue llenando como por arte de magia, había mucha expectación de parte del público.
Mientras, nosotras aprovechábamos para documentar cada detalle, sobre todo yo, para compartirles nuestra experiencia a ustedes, creando nuevos recuerdos también. De pronto se hizo el silencio, alguien hizo el anuncio de la obra y apagaron las luces y empezó a tocar la orquesta sinfónica, con una hermosa pieza clásica y poco a poco se fue abriendo el telón y apareció uno de los más hermosos escenarios, bellamente iluminado; cuando de repente empezaron a salir los bailarines representando una bella historia de amor entre Giselle la protagonista y su enamorado. La obra estuvo compuesta por dos partes, cada una de una hora aproximadamente.
Fue increíble presenciar la destreza, la gentileza al bailar de todos los bailarines, sobre todo lo sincronizados que estaban. Al verlos en plena danza, cualquiera podía ver, sin ser conocedor del tema, lo que se estaba representando; lo que estaban comunicando al público a través de su danza y gestos. El escenario estaba muy bien iluminado, en todas sus escenas, acompañando todo lo que se quería transmitir; aparte de que el vestuario fue impecable, hubo como 3 cambios, 2 generales y uno en un solo grupo de bailarines.
Mientras toda esta magia acontecía, delante de nuestros ojos, yo solo observaba a mi hija, verla extasiada, emocionada incluso al borde de las lágrimas al ver todo aquello, me permitió observar una de las partes sensibles de ella; el cómo se emociona con la belleza del arte, ver la elasticidad, resistencia de estos bailarines, es un privilegio de verdad se puede ver que hay mucho trabajo tras todo esto, no solo de ellos sino, del trabajo de la orquesta, los que montaron esas bellezas de escenarios, que hubo dos escenarios, el personal de las luces y de todo el teatro, se puede ver el trabajo en conjunto.
Al terminar la obra, de allí salimos felices. Fue como si nos despertaran de un cuento de hadas donde nos tocaba despertar y volver a la realidad. Mi hija estaba feliz y yo con ella. Acá les presento, nuestra tarde de teatro con Giselle, saludos!
English
In recent days my youngest daughter and I, on the occasion of the celebration of one of her academic achievements, she obtained her validation as a pharmacy assistant, training that she did in her school vacations, because she is still in high school, already finishing it; then after the ceremony, we went to eat some delicious hamburgers and then we went to one of the most beautiful theaters of our city, the Teresa Carreño to see the ballet Giselle. Tickets that her dad gave her for her enjoyment, since she wanted to go to see this play and the Nutcracker; for the moment we went to see this beautiful play.
We were both super excited, the play was at 4 pm; we arrived an hour and a half before, while we walked through all the spaces of the place, where, near the ticket booths, they have a library type cafe, another cafe with outdoor tables. When it was time for our entrance, we simply presented our tickets and some very nice guys took us to our seats, which had an excellent location; at first there were few people, but as the minutes passed, everything was filling up as if by magic, there was a lot of expectation from the public.
Meanwhile, we took the opportunity to document every detail, especially me, to share our experience with you, creating new memories as well. Suddenly there was silence, someone made the announcement of the play and the lights went out and the symphony orchestra began to play, with a beautiful classical piece and little by little the curtain opened and one of the most beautiful scenery appeared, beautifully illuminated; when suddenly the dancers began to come out representing a beautiful love story between Giselle the protagonist and her lover. The show consisted of two parts, each lasting approximately one hour.
It was incredible to witness the dexterity and gracefulness of all the dancers, especially how synchronized they were. Watching them in full dance, anyone could see, without being a connoisseur of the subject, what was being represented; what they were communicating to the public through their dance and gestures. The stage was very well illuminated, in all its scenes, accompanying everything that they wanted to transmit; besides the costumes were impeccable, there were about 3 changes, 2 general and one in a single group of dancers.
While all this magic was happening, in front of our eyes, I was just watching my daughter, seeing her ecstatic, excited, even on the verge of tears, allowed me to observe one of the sensitive parts of her; How she is moved by the beauty of the art, to see the elasticity, the resistance of these dancers, it is a real privilege, you can see that there is a lot of work behind all this, not only theirs but also the work of the orchestra, those who set up these beautiful stages, there were two stages, the staff of the lights and the entire theater, you can see the work as a whole.
At the end of the play, we left happy. It was as if we were awakened from a fairy tale where it was our turn to wake up and come back to reality. My daughter was happy and I was with her. Here I present to you, our theater afternoon with Giselle, greetings!
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Las fotografías pertenecen a mi galeria personal/ The pictures belong to my personal gallery
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