Hay gatos de gatos, pero por lo general son bastantes curiosos y hasta atrevidos, para ellos no existe limite entre la comida de la cocina y la que le pones en su plato.
Pero a veces los limites son un poco exagerados. Cuando no lograr comerse algo sabroso de la cocina porque esta tapado con un plato, tienen la habilidad de quitarlo.
Pero también tienen la habilidad de manipular a otros animales de su entorno. Fue así aquel día que al instalar cámaras en la cocina pude observar como el gato obligaba al perro abrir la nevera y así tomar lo que deseaba. Eso me dejo impresionada. ¿Era tan inteligente así?
Le tuve que poner una cerradura a la puerta de la nevera. Ya se pueden imaginar las consecuencias, el perro obligado por los maullidos de la gata rasguño la nevera casi hasta quitarle la pintura en la zona de abajo. La reparaciones a costa del gato me estaban saliendo muy caras.
Pero el día que invite a mi familia y coloque varios pollos horneados en la mesa y la vi saltar con uno completo, fue el punto final para nuestro descubrimiento. Seguimos el gato todos los comensales de la mesa buscando a donde llevaba el bendito pollo. Y allí entre los rincones del garaje cinco lindos gatitos la estaban esperando.
Este texto corresponde a mi participación en el reto diario del amigo @latino.romano y @mariannewest
ENGLISH VERSION
There are cats and cats, but they're generally quite curious and even daring. For them, there's no limit between the food in the kitchen and what you put on their plate.
But sometimes the limits are a bit exaggerated. When they can't eat something tasty from the kitchen because it's covered by a plate, they have the ability to remove it.
But they also have the ability to manipulate other animals in their environment. That's how it was that day, when I installed cameras in the kitchen, I was able to observe how the cat forced the dog to open the refrigerator and take what it wanted. That left me impressed. Was it that smart?
I had to put a lock on the refrigerator door. You can imagine the consequences: the dog, compelled by the cat's meows, scratched the refrigerator almost to the point of removing the paint on the bottom. The repairs at the expense of the cat were becoming very expensive.
But the day I invited my family over and placed several baked chickens on the table, and I saw her jump up with a whole one, was the final straw for our discovery. We followed the cat around the table, searching for where she was taking the blessed chicken. And there, among the corners of the garage, five cute kittens were waiting for her.
This text corresponds to my participation in the daily challenge of my friend @latino.romano, @wakeupkitty, @felt.buzz and @mariannewest
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