My impressions about Grotesque tales de Pocaterra (Eng/Esp)

in Hive Book Club8 days ago (edited)

I personally consider that a Venezuelan author who deserves a space in my blog is José Rafael Pocaterra, whose representative work is the Grotesque tales, a collection of short stories published in 1922. As the name indicates, Pocaterra's aesthetic-literary proposal moves away from the notions of beauty associated with Romanticism and Modernism, giving way to a panorama where the crudest reality is exposed. By observing the classic cover of the book, two battered rag dolls, the reader can anticipate what is to come.


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In each story there is a marked tension, the narrator takes us to areas where the stories become tragic and despair is constant. Set in a country in chaos, which was trying to get back on its feet after years of internal conflicts, Pocaterra masterfully exposes human miseries in the midst of unpleasant situations. His frankness could be seen as a social denunciation, although in these times it would only be perceived by the most experienced readers.


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Grotesque Tales, in its definitive edition, contains forty-four stories and among them I will highlight three, although perhaps it would be worthwhile to dedicate a second part to this outstanding author, who took the risk of leaving the conventional parameters to offer us a more profound work that presents us with a crude version of the Venezuelan reality of the late 19th and early 20th centuries.


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The first is How Panchito Mandefuá had dinner with the baby Jesus: In this story, one of the most emblematic of the selection, the story is presented in a memorable way because the narrator reflects on social classes and the difference that arises during the Christmas season. Panchito is the typical neglected and marginalized child who survives as best he can, in the midst of adverse situations. The story develops as a redemption proposal, the innocent and hopeful boy is on his way to a miraculous future, but everything ends abruptly, leaving the reader disconcerted.


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This strategy is repeated in several stories, that is, the author plays with the reader by twisting the outcome towards unpleasant but equally plausible and satisfactory scenarios according to the narrative. The second text I chose is titled Claustrophobia and delves into the psyche of the protagonist, palpates his fears, anguish and despair at being locked in a room after the death of his wife. The events, presented as mysterious, lead us through dark labyrinths of the mind, where memories are confused and hallucinations are confused with reality. Of course, the ending is unexpected, but equally shocking and forceful.


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As for Theme for a story I must say that I was gripped by its peculiar name, here the author resorts to the scathing to describe something that causes him horror; suicide. The responsibilities and worries of adult life lead many people to collapse, to the point of making the decision to take their own lives. The most ironic part of the story is his final sentence: "Perhaps this could be used for a story I don't know how to tell".

In Grotesque Tales, Pocaterra confronts the reader with that which looks unsightly and questionable, for what is considered politically correct. The author confronts us with his narrative to let us know that losers, rejects and unfortunates also have the right to star in good stories.

Versión en Español

Personalmente considero que un autor venezolano que merece un espacio en mi blog es José Rafael Pocaterra, cuya obra representativa son los Cuentos Grotescos, colección de relatos publicado en 1922. Tal como el nombre lo indica, la propuesta estético-literaria de Pocaterra se aleja de las nociones de belleza asociada al Romanticismo y el Modernismo, dando paso a un panorama donde se expone la realidad más cruda. Al observar la clásica portada del libro, dos muñecos de trapo maltratados, el lector puede anticipar lo que vendrá.


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En cada relato se advierte una marcada tensión, el narrador nos va llevando hacia terrenos donde las historias se vuelven trágicas y la desesperanza es constante. Ambientados en un país en caos, que trataba de levantarse tras años de conflictos internos, Pocaterra nos expone con maestría las miserias humanas en medio de situaciones desagradables. Su franqueza pudiese ser vista como denuncia social, aunque en estos tiempos solamente sería percibida por los lectores más experimentados.


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Cuentos Grotescos, en su edición definitiva, contiene cuarenta y cuatro relatos y entre ellos voy a destacar tres, aunque quizás valdría la pena dedicar una segunda parte a este destacado autor, quien se arriesgó a salir de los parámetros convencionales para ofrecernos una obra más profunda que nos presenta una versión cruda de la realidad venezolana de finales del siglo 19 y principios del 20.


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El primero es De cómo Panchito Mandefuá cenó con el niño Jesús: En este cuento, uno de los más emblemáticos de la selección, se presenta la historia de forma memorable porque el narrador va reflexionando sobre las clases sociales y la diferencia que se presenta en época decembrina. Panchito es el típico niño desamparado y marginado que sobrevive como puede, en medio de situaciones adversas. El relato se va desarrollando como una propuesta de redención, el niño inocente y lleno de esperanzas se encamina hacia un milagroso porvenir, pero todo acaba de manera abrupta, dejando al lector desconcertado.


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Esta estrategia se repite en varios cuentos, es decir, el autor juega con el lector torciendo el desenlace hacia escenarios no gratos pero igual de verosímiles y satisfactorios según la narración. El segundo texto que escogí se titula Claustrofobia y ahonda en la psiquis del protagonista, palpa sus miedos, angustia y desesperación por permanecer encerrado en una habitación tras la muerte de su esposa. Los hechos, al presentarse misteriosos, nos llevan por oscuros laberintos de la mente, allí donde los recuerdos son confusos y las alucinaciones se confunden con la realidad. Por supuesto, el final es inesperado, pero igual de impactante y contundente.


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En lo que respecta a Tema para un cuento debo decir que me atrapó por su peculiar nombre, aquí el autor acude a lo mordaz para describir algo que le causa horror; el suicidio. Las responsabilidades y preocupaciones de la vida adulta llevan a muchas personas al colapso, al punto de tomar la decisión de quitarse la vida. Lo más irónico de la historia es su frase final: "Quizás esto pueda servir para un cuento que yo no sé contar".

En Cuentos Grotescos, Pocaterra confronta al lector con aquello que luce antiestético y cuestionable, para lo considerado políticamente correcto. El autor nos encara con su narrativa para hacernos saber que también los perdedores, rechazados y desgraciados tienen derecho a protagonizar buenos relatos.


✓ Own photos, edited with the Foto Collage application.

✓Text translated with DeepL.

✓ Fotos propias, editadas con la aplicación Foto Collage.

✓Texto traducido con DeepL.

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Hello, @saavedra

Superb review on this memorable book. I, too, am fortunate to own this unique book. Come to think of it, I don't know how a copy of this work ended up in my humble library. In all likelihood, it was during my adolescence, and I don't remember now with so many years on top of it.

Thank you for such an enjoyable review.

Thank you, I'm glad you liked it. There will surely be a second part. Too bad you don't remember it, it's pretty good.

¡Oye, qué interesante esta reseña! La verdad es que no lo conocía, pero con lo que cuentas, desde el título y la portada con esas muñecas de trapo maltratadas, uno se imagina que no va a ser una lectura precisamente "bonita", ¿no? Definitivamente, parece un autor que no se andaba con rodeos para mostrar la otra cara de la moneda, la de los perdedores y los marginados. ¡Gracias por compartirlo! Me dejas pensando en esos libros que, aunque duros, son necesarios.

Sí, es necesario enfocar la realidad con sus múltiples matices, ni todo es bueno y menos color de rosas. Me alegra que te haya gustado. Saludos.