Un cordial saludo tengan todos mis amigos que semanalmente nos damos cita en este jueves de #tbt.
Esta vez les traigo una foto perteneciente a mi infancia. Festejaba yo mi octavo cumpleaños, entre los invitados había uno muy especial; mi maestra en aquel entonces.
Yaimara es su nombre, pero como todos bien saben los profes tendemos a dejar nuestros nombres cuando entramos a las aulas a impartir clases.
¿Qué la hace diferente a mis demás maestros? Pues , ella fue quien me recibió en primer grado en la primaria que me asignaron. Fue la que me enseñò a leer y a escribir, a entender el mundo en que vivimos y créanme eso nunca se olvida.
Inicialmente cuando terminé el preescolar me había correspondido otra profesora, una de mucho mayor experiencia decían, pero según cuenta mi mamá, había solicitado mi traslado para otra aula porque no se atrevía a darme clases porque recientemente había perdido una parte más que importante diría esencial de mi familia ; mi papá y no sabía como manejar el asunto.
Lo curioso de todo es que ella era recién graduada, de la formadora de maestros, es decir que iniciò esta ardua carrera con nosotros. Se convirtió en mi protectora, mi segunda madre, me brindó siempre todo el ánimo y apoyo para no sentirme menos en el grupo ni dejarme caer anímicamente.
Bravo por ella, que no permitió jamás que su inexperiencia, me hiciera a un lado y le demostró al mundo y más que solo hacia falta amor, y entendimiento para manejar este tipo de situaciones en los alumnos.
Comencé a temprana edad a participar en concursos de lectura, escritura y cálculo, no saben la cara de alegría y orgullo de ella cada vez que ganaba un evento, era un logro para ambas que caminábamos juntas por primera vez en este mundo de enseñanza recíproca .
Agradezco a la vida que fuera ella y no otra persona la que me iniciara en el mundo del cononocimiento, ella estuvo en mi camino por algo y creo que hoy en día soy maestra por ella, por su ejemplo, su amor y cuidado; eso la hizo especial.
Gracias a todos por leerme. Adoro compartir un pedacito de mi cada jueves con ustedes. No olviden votar.
Mis queridos hivers, declaro que no hice uso de IA para redactar este post. Las fotos son de mi propiedad y los banners fueron creados en Canva, cortesía de @yuraimatc.
Gracias por su amable visita🌹.
Warm greetings to all my friends who meet weekly on this #tbt Thursday.
This time I'm bringing you a photo from my childhood. I was celebrating my eighth birthday, and among the guests was a very special one: my teacher back then.
Yaimara is her name, but as you all know, teachers tend to leave our names when we enter the classroom to teach.
What makes her different from my other teachers? Well, she was the one who welcomed me in first grade at the elementary school I was assigned to. She was the one who taught me to read and write, to understand the world we live in, and believe me, you never forget that.
Initially, when I finished preschool, I was assigned to another teacher, one with much more experience, they said. But according to my mother, she had requested a transfer to another classroom because she didn't dare teach me because she had recently lost a more than important, I might say essential, part of my family: my father, and she didn't know how to handle the situation.
The funny thing is that she had recently graduated from teacher training, meaning she began this arduous journey with us. She became my protector, my second mother, always offering me all the encouragement and support so I wouldn't feel inferior to the group or let my spirits fall.
Bravo to her, who never allowed her inexperience to push me aside and showed the world, and more, that all it took was love and understanding to handle these types of situations with students.
I started participating in reading, writing and arithmetic contests at an early age. You can't imagine the look of joy and pride on her face every time I won an event. It was an achievement for both of us, as we walked together for the first time in this world of reciprocal teaching.
I'm grateful that it was her, and not someone else, who introduced me to the world of knowledge. She was there for a reason, and I believe that today I am a teacher because of her, because of her example, her love, and her care; that's what made her special.
Thank you all for reading. I love sharing a little piece of myself with you every Thursday. Don't forget to vote.
My dear hivers, I declare that I did not use AI to write this post. The photos are my property and the banners were created in Canva, courtesy of @yuraimatc.
Thank you for your kind visit🌹.
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