Queridos amigos, he de decirles que de todas las comunidades a las que me he ido acercando en mi reciente incorporación a Ecency, #holos&lotus me roba el corazón. Los temas sugeridos por los “columnistas…” resultan en verdad seductores. Así pues, agradezco a @tonyes esta nueva oportunidad de inspiración.
Hay un texto muy hermoso, cuyo autor desconozco, que tiene que ver con el lugar en el que Dios decide esconder la felicidad. Luego de descartar el centro de la tierra, el espacio sideral, el fondo de los océanos… decide depositarla en el interior de los hombres, supuestamente porque era el único lugar en el que no la buscarían. Esta historia nos recuerda lo sencillo que puede resultar ser felices. Para mí la felicidad es un estado de paz, de armonía interior, de alta vibración. No se trata de la euforia que nos entra cuando recibimos una buena noticia o alcanzamos determinada meta, eso es un estado pasajero e ilusorio; la felicidad es mucho más profunda y es una construcción personal.
Una de las etapas más felices es la infancia (cuando se crece en un ambiente sano, por supuesto). Recuerdo que mi mamá tenía por costumbre, cada vez que me iba a recoger a la escuela, llevarme un presentico. Por lo regular eran objetos muy sencillos, incluso podían ser materiales desechables con los que ella trabajaba, a los que yo atribuía un valor incalculable. En realidad, yo nunca pensaba en qué me llevaría mi mamá a la escuela, toda mi ilusión se concentraba en volverla a ver. Pero sus presentes representaban la cúspide de la felicidad.
Las madres sabemos que los niños se conforman con poco; mientras más pequeños, menos necesitan. Sin embargo, la cultura, la sociedad, incluso la familia, nos van formando en el apego a las cosas materiales, hasta el punto de llegar a creer que mientras más aumenta nuestra capacidad adquisitiva, más completos estamos. Trabajamos (como bestias) para conseguir bienes materiales que nunca resultan suficientes, porque “el hombre siempre tiene dos hambres”, diría Onelio Jorge Cardoso, El Cuentero Mayor.
Algunos aprendemos a llenarnos con el pan para el espíritu. Ante la pregunta: “cuál es la fórmula de la felicidad” puedo decir que, en primer lugar, la felicidad se encuentra en el amor.
Ese es nuestro principal propósito como seres humanos, por eso nos sentimos tan dichosos cuando sabemos que hemos hecho un bien sin esperar ninguna recompensa a cambio. Una de mis grandes amigas suele decir que “vinimos a esta vida para amar”. Así pues, el amor a los padres, a los abuelos, a los hermanos, nos van llenando el alma desde las edades más tempranas, como también lo harán, de manera sublime, los hijos. Por otro lado, construir relaciones sanas con personas que hemos escogido para nuestra vida, nos crea una sensación de profundo bienestar.
Otra de las fórmulas de la felicidad se encuentra en nuestra capacidad para convertirnos en seres plenos. Tener un proyecto de vida claro, metas accesibles y realizar actividades que nos gusten, sin dudas, nos pueden ayudar mucho en este sentido.
Hay cuestiones que están un poco fuera de nuestro alcance, porque también necesitamos estar saludables y ver saludables a nuestros seres queridos; deseamos que todos puedan cumplir sus metas. A veces se necesita un poco de paciencia y de resiliencia porque la vida cobra sus matices, pero aún así en el camino se puede procurar ser feliz.
Para mí lo más importante será siempre tener la certeza de que todo pasa… La vida nos hace enfrentar pruebas realmente difíciles, hay tiempos en los que resulta impensable sentirnos plenos. Sin embargo, en algún momento la paz vuelve a reinar, porque, al final, de esto justamente va la vida. A lo que sí no debemos renunciar es a ser felices.
Muchas gracias a esta hermosa comunidad por incluir mi post. Hasta la próxima semana. 💜
Estimada Comunidad, declaro que escribí este post sin ayuda de la IA.
Las imágenes me pertenecen y los banners fueron creados en Canva, por @yuraimatc.
Dear friends, I must tell you that of all the communities I've been joining since my recent incorporation into Ecency, #holos&lotus steals my heart. The topics suggested by the "columnists..." are truly seductive. So, I thank @tonyes for this new opportunity for inspiration.
There's a very beautiful text, whose author I don't recognize, that has to do with the place where God decides to hide happiness. After discarding the center of the Earth, outer space, the bottom of the oceans... He decides to place it inside the human being, supposedly because it was the only place they wouldn't look for it. This story reminds us how simple it can be to be happy. For me, happiness is a state of peace, of inner harmony, of high vibration. It's not the euphoria that comes over us when we receive good news or achieve a certain goal; that is a fleeting and illusory state; happiness is much deeper and is a personal construction.
One of the happiest stages is childhood (when you grow up in a healthy environment, of course). I remember that my mother had a habit of bringing me a little gift every time she picked me up from school. Usually, they were very simple objects, even disposable materials she used to work with, to which I attributed incalculable value. In reality, I never thought about what my mother would bring me to school; all my excitement was focused on seeing her again. But her gifts represented the pinnacle of happiness.
Mothers know that children are content with little; the younger they are, the less they need. However, culture, society, even family, shape us into an attachment to material things, to the point of believing that the more our purchasing power increases, the more complete we are. We work (like beasts) to acquire material goods that are never enough, because "man always has two hungers," Onelio Jorge Cardoso, The Greatest Storyteller, would say.
Some of us learn to fill ourselves with food for the soul. When asked, "What is the formula for happiness?" I can say that, first and foremost, happiness is found in love.
That is our main purpose as human beings, which is why we feel so blessed when we know we have done something good without expecting any reward in return. One of my great friends often says, "We came into this life to love." Thus, love for our parents, grandparents, and siblings fills our souls from the earliest ages, as will, in a sublime way, our children. On the other hand, building healthy relationships with the people we have chosen for our lives creates a feeling of profound well-being.
Another formula for happiness lies in our ability to become fulfilled beings. Having a clear life plan, achievable goals, and engaging in activities we enjoy can undoubtedly help us greatly in this regard.
There are issues that are somewhat beyond our reach, because we also need to be healthy and see our loved ones healthy; we want everyone to be able to achieve their goals. Sometimes you need a little patience and resilience because life has its nuances, but you can still strive for happiness along the way.
For me, the most important thing is always to know that everything passes... Life makes us go through truly difficult trials; there are times when it's unthinkable to feel fulfilled. However, at some point, peace returns, because, in the end, this is what life is all about. What we shouldn't give up on is being happy.
Thank you so much to this beautiful community for including my post. See you next week.💜
Dear Community, I declare that I wrote this post without help from AI. The images belong to me and the banners were created in Canva, by @yuraimatc.
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